De todas las batallas de la Primera
Guerra Mundial, la de Verdún fue la más larga y una de las más
sangrientas. La llamaron "picadora de carne".
Este choque entre soldados franceses y alemanes, que tuvo lugar en el norte de Francia en 1916, obviamente cambió la vida de millones de personas.Pero a mí me interesa Verdún en particular porque, en los 303 días que duró, alteró el destino de mi abuelo, Christian Seitz, y el de generaciones posteriores, yo incluido.
Por eso, cuando maduré me propuse averiguar más sobre la historia de mi abuelo alemán. Y descubrí que era extraordinaria.