Las mafias pagan
hasta 15.000 euros por cada menor
ROSALÍA SÁNCHEZ
Especial para EL MUNDO Berlín
El caso del 'ángel
rubio', la niña albina de 5 años que
mendigaba en las calles de Grecia después de que sus padres búlgaros la
vendiesen a una familia gitana por una cantidad de entre 200 y 1.000 euros, ha
destapado una red
comercial de trata de niños que funciona a
lo largo y ancho de Europa.
De acuerdo con los cálculos de
Europol, un niño que ejerce la mendicidad reporta a sus explotadores unos
beneficios de alrededor de 10.000 euros al mes. Ese es el motivo por el que las
mafias que mueven a los niños de unos países a otros, paguen hasta 15.000
euros a las madres biológicas que, empujadas por la necesidad o presas de
estas mismas mafias, se deshacen de sus hijos poco después del nacimiento.
Después suele producirse una adopción ilegal. (...)
Un caso reciente es el de Dinara
A., de Turkmenistán. Cuando supo que estaba embarazada sintió miedo. Sin
marido, sin dinero y sin futuro, entró en contacto a través de un chat en
internet con una mujer alemana que estaba deseando adoptar un hijo y
telefónicamente acordaron la venta, una vez que naciera el bebé, por 1.000
liras turcas, el equivalente a 370 euros.
Días después de la venta, Dinara
se arrepintió y acudió a la Policía, que repasó las cámaras de seguridad del
aeropuerto de Sabiha-Göcken, en Estambul, donde había tenido lugar el
intercambio, hasta que comprobaron que la historia era cierta.
Esto sucedía en el verano de
2013. Dinara ha recuperado a su hijo, aunque está en prisión, y la mujer
alemana se enfrenta a una pena de 10 años de cárcel gracias a una directiva
europea en vigor desde abril de 2013, antes la pena hubiera sido mucho menor.
Pero este, digamos, final feliz, es solo un caso aislado. La mayoría de los
niños jamás regresan con su madre biológica.
Parejas adineradas del centro de
Europa, según un informe de 'The Economist', pagan una tarifa de 25.000 euros
por un niño recién nacido y listo para ser adoptado, 20.000 euros si se trata
de una niña. Las madres biológicas cobran unos 2.000 euros en el momento del
parto, el resto de los beneficios son para la red de tráfico humano.
Pero el destino de estos niños
adoptados suele ser bastante más llevadero que el de los pequeños destinados a
las redes de mendicidad. Desde los bebés sirven como reclamo y apenas
comienzan a caminar son adiestrados para pedir en las calles de forma
independiente, con una mínima supervisión por parte de las bandas. Las 'familias'
con varios niños pequeños recaudan fácilmente limosnas de hasta seis ceros
mensualmente.
Carne de prisión
Antes de cumplir los 10 años, los
niños son entrenados para la delincuencia, pequeños robos o como carne de
prisión, llevando a cabo las partes más arriesgadas de atracos y delitos
mayores.
Las niñas son revendidas como
novias vírgenes para matrimonios en países como Yemen o Siria o a redes de
prostitución. La dote que reciben los explotadores por uno de estos matrimonios
de niñas a partir de 12 años, edad a la que el matrimonio es legal en varios
países árabes, ronda los 20.000 euros. Según la OMS, se producen a diario
39.000 matrimonios de este tipo.
Una vez casadas, quedan
completamente a merced del nuevo explotador. Las que se quedan en Europa, son
compradas por proxenetas. Las cifras de la prostitución infantil continúan
ocultas en los países europeos gracias la doble moral y a la indiferencia de
nuestra opulenta sociedad.
Lo que sí sabemos es que la mayor
parte de los niños esclavos en Europa proceden de Bulgaria y Rumanía, según el
informe 'The Frontline' de Euronews. La abogada Greta Ganeva explica que
las leyes búlgaras, por ejemplo, impiden a un padre biológico reclamar a su
hijo si otra persona lo ha registrado como suyo.
"Un extranjero puede venir a
Bulgaria, inscribir un niño como suyo y marcharse con él. Una vez en otro país,
Bulgaria se desentiende y el vacío legal impide que incluso sus padres
biológicos lo reclamen. Las redes de tráfico de niños se sirven de este vacío
legal y de la libertad de movimientos de país a país". Ganeva relata que
además muchas madres de etnia gitana, al igual que desde Rumanía, se marchan a
Grecia para dar a luz allí porque en Grecia es todavía más fácil la venta.
"Cuando nace un niño en Grecia, el único documento que lo atestigua es un
papel en el que consta el nombre de la madre y el sexo del bebé", explica,
llamando a acciones policiales concertadas entre varios países.
Estas redes comerciales, por otra
parte, rara vez se mezclan con las redes dedicadas a la pederastia,
"por temor a los chantajes", dice Collin Walker, analista de
la red de protección infantil ECPAT. Los pederastas operan de forma
independiente y se sirven con más frecuencia de secuestros, aunque las redes de
tráfico de niños "están muy interesadas en operar en Europa precisamente
por tratarse de un continente muy rico".
De acuerdo con la agencia AFP,
hay redes de traficantes que disponen en Nigeria de campamentos en los que
jóvenes secuestradas son sistemáticamente violadas hasta que quedan embarazadas
y se les arrebatan los niños para venderlos en listas de espera.
Y aún queda un capítulo todavía
más escalofriante de este infame negocio. El 'Informe global sobre tráfico de
personas' de 2012 de Naciones Unidas señala que en 16 de los 132 países
investigados uno de los motivos de la venta de niños es el trasplante de
órganos con destino a países ricos occidentales.