Explicó que
entre recursos propios, FIDES y LAES además de aportes provenientes del
Ejecutivo nacional, el actual alcalde manejó recursos en 2010 por un monto
superior a los 402 millones de bolívares. En 2011 un monto mayor a los 627
millones de bolívares y en 2012, más de 585 millones de bolívares. “Quiero
preguntarle a mis vecinos de Caracas si consideran que ¿Esta cantidad
multimillonaria de dinero la ven expresada en la calidad de vida de la ciudad?
¿En servicios públicos, movilidad, transporte, seguridad y la posibilidad de
acceder a los beneficios que la Constitución y la Ley del Poder público
municipal establecen?”.(...)
Por otra
parte, señaló la existencia de un conjunto de irregularidades en el plan de
inversión municipal 2013, cuyo monto total supera los 100 millones de
bolívares. “Cuando vemos las solicitudes, nos encontramos que mucho de este
dinero es para obras que vienen rezagadas desde 2009, por lo que es claro que
estos recursos no se ven de manera concreta en nuestras comunidades”.
Destacó que
en la gestión de Jorge Rodríguez, los comerciantes de Caracas, “Han sido
perseguidos, acorralados y agredidos. Recordemos todos los decretos que ha
emitido esta alcaldía en los que les ha ordenado sustitución de puertas y
letreros. Permanentes impuestos por montos muy elevados. Esto sin contar la
“vacuna” que les cobran muchos de los colectivos que hoy dominan y son parte de
un nuevo tipo de autoridad permita por este gobierno”.
En cuanto a
la situación de los mercados municipales en Libertador, la concejal denunció
que los concesionarios que los manejan han impedido que los vendedores tengan
derechos sobre el puesto que utilizan. “Les cobran tarifas muy elevadas y esos
recursos no se ven invertidos en esos mercados, y para colmo, son sometidos al
terror psicológico porque cualquier opinión política o sobre su situación
social que puedan emitir, les traerá como consecuencia que los saquen del
puesto de trabajo”.
“Tenemos una
policía municipal que ha sido degradada al peor de los niveles, con muy pocos
funcionarios y un porcentaje importante de ellos han sido asignados a tareas de
escoltas cuando no es una competencia de este cuerpo policial. Los obligan a
ser niñeras, conserjes o mandaderos de un director de la alcaldía o de algún
funcionario del Gobierno nacional, tal como ocurrió con Mario Silva, que tenía
asignados 8 escoltas de la Policía de Caracas”, acotó.
Calificó de
“grave” la situación de los trabajadores así como la de los pensionados y
jubilados del municipio, a propósito de la creación de un fondo
administrado de salud ordenado por el alcalde Rodríguez, que no tuvo la
capacidad de cubrir los requerimientos mínimos. Situación que se ha hecho
insostenible para quienes allí laboran.
Finalizó diciendo,
“Aquellos que aun no están claros o que creen que el fraude es una razón para
no votar, les digo que es al contrario, la posibilidad de fraude se derrota con
la participación masiva. Con un cámara municipal equilibrada, mucho de esto se
pudo haber evitado”.