Opinión
Por Domingo Alberto Rangel
Aporrea.org
Es un peligro darle poder a las bestias y es de recordar que el ser humano en no pocas oportunidades se comporta como tal.
Hace años se hizo “viral”,
sinónimo de la ociosidad digital, un video donde aparecen unos africanos
huyendo despavoridos ante la acción de un mono.
Olvidé si el animalito
era chimpancé u orangután pero sí recuerdo que los africanos abandonan la
escena justo cuando el monito comienza a disparar un fusil de asalto, AK 47,
que los africanos supuestamente dejaron al alcance del simio. Los dueños del
arma habían olvidado que los monos son inteligentes, aprenden trucos, en este
caso a disparar.
En nuestra sociedad,
merced a la mediocridad de actuales y pasadas camadas de diputados –y de
quienes los entrevistan ayudándolos muchas veces a esconder la precariedad
intelectual del entrevistado-, es usual pensar que más peligroso es el mono que
el Kalashnikov abandonado irresponsablemente. Es decir que en nuestra sociedad
son legiones quienes piensan que más peligroso es el mono que quien alegremente
le entrega una hojilla a la bestia.
Hace pocos días un
matrimonio panameño tuvo la infeliz idea de anotarse en un crucero que tocó el
poco agraciado puerto de La Guaira.
¡Los pobres quizás
creyeron en el inexistente Motor Turístico del que habla el presidente Maduro!
El matrimonio panameño
había vivido entre nosotros y conocían sin duda las ventajas comparativas que
un abusivo control de cambios, cual el que martiriza a nuestro país, le regala
a quienes tienen dólares en la faltriquera, como aquellos turistas panameños.
Digamos que aún en el
maltrecho y empobrecido mercado venezolano, es posible conseguir productos
elaborados con divisas “preferenciales”, digamos a 50, 200 e incluso a los 350
del DICOM, cachivaches que comprados con dólares cambiados al valor del Today…
resultan una ganga.
Los panameños
contrataron un taxista, subieron a Caracas, es de suponer que bachaquearon a
1000 sus dólares y munidos de bolívares procedieron a adquirir mercancía. En
este caso cosméticos que a pesar del paquetazo de Pérez Abad les parecieron “baratos”.
Estaban a punto de
abordar el crucero cuando apareció en sus vidas un guardia nacional
bolivariano, que dando gritos ordenó la detención de los panameños, contra el
parecer de la funcionaria del Seniat que controlaba el embarque, quien afirmó
que los cosméticos se podían llevar a bordo porque “no son productos
subsidiados”.
Dado que la funcionaria
del Seniat no anda armada y el guardia sí, prevaleció el parecer del sinvergüenza
y los panameños quedaron detenidos por “contrabando de extracción”. Un delito
basado en cierta ley, confusa en su redacción, una más entre los cientos de
documentos legales que votan los diputados de la A. N. por cualquier motivo
supuestamente "noble", como “parar el bachaqueo”.
Recortando el cuento de
horror que vivieron los turistas panameños, digamos que fueron incomunicados
por el guardia, vejados, llevados a la carrera ante un juez complaciente con el
militar, no faltaba más, uniformado que acompañado de un Fiscal del MP y de un
defensor público, instituciones rojas, rojitas, personajes todos de la misma
catadura moral del guardia y presuntamente integrantes de una banda organizada,
mediante procedimiento express,
condenaron a los panameños y al taxista, a 16 años de cárcel.
Dos más que a Leopoldo López
a quien el Presidente llama “Monstruo de Ramo Verde” tratando de significar que
se trata de un reo peligroso.
La Fiscalía de Caracas
se negó a recibir los presos a quienes los bandidos dotados de uniforme, toga y
leyes estúpidas, intentaban enviar a la cárcel de El Rodeo, caso de los
hombres, y al INOFF en el caso de la mujer.
Reenviados a la GNB en
La Guaira los presos vieron cómo se mueve la justicia en nuestro país: A pesar
de tener los panameños ordenes de ser recluidos en cárceles de alta
peligrosidad, el guardia les propuso la libertad a cambio de 1000 dólares por
cada preso.
Los panameños pagaron
horrorizados y también pagaron la parte del taxista pero el guardia a pesar de
eso no los soltaba, la beestia quería "más".
En esa condición
aparecieron como de la nada unos policías de la PNB que por otra cifra módica,
en dólares, les permitieron a los panameños comunicarse vía telefónica con sus
familiares que llamaron a la Cancillería de su país y gracias a esa
eventualidad apareció en la escena del crimen, crimen del guardia, obvio, el
embajador de Panamá en Caracas, dispuesto a defender a sus compatriotas.
El guardia, ignorante
pero envalentonado, intentó meter en chirona al embajador quien se vio en el
imperativo de llamar a la Canciller que supongo estaba muy ocupada diseñando un
plan para alimentar 3 países con el sobrante de la abundante comida que en
Venezuela tenemos. A los gafos les advierto que esto lo escribo con ironía y si
no saben qué es eso… busquen en Wikipedia, no soy fan de la Chilindrina quien
sin embargo es la mejor ayuda que tiene Maduro.
Lo demás es irrelevante:
La Chilindrina llama al ciudadano Padrino López, este al Comandante de la
Guardia Nacional Bolivariana… y el guardia delincuente, supongo reprendido, se
retira no sin antes rezongar y teniendo el tupé de amenazar de nuevo al
embajador panameño como salió publicado en diarios de ese país porque aquí prácticamente
la noticia fue silenciada.
Regreso al presente:
Esta semana la agenda pública de discusión girará alrededor de la reedición de
aquella infame Mesa de Negociación y Acuerdos que le dio un año de gracia a
Hugo Chávez antes de que se concretara el revocatorio que al inicio tenía
perdido. También habrán boberías de parte de los noveles diputados quienes como
se sabe pugnan por aparecer a diario en la TV.
Tanto les preocupa la
pantalla chica a estos diputados, que no pasará mucho tiempo antes de que en
alguna televisora privada veamos algo como “el gobernador de Miranda, Henrique
Capriles, afirma que la tierra es redonda”… o, en VTV, “según el diputado
Diosdado Cabello, el día tiene 24 horas pero el sol sale por el este”.
Nada de eso es
importante como tampoco lo son la catajarria de leyes que en la Asamblea
aprueban casi a diario lo encargados de enseriar un país a punto de explosión.
Ahora bien: Más
importante que esta paja mediática sería que los diputados se concentraran en
eliminar leyes equivocadas, votadas de buena pero ignorante fe, que son las que
le permiten a un guardia nacional delincuente, apresar inocentes, robarles
dinero, y, aparentar que lo hace “por defender el orden y la legalidad”.
Una ley idiota llena de
equívocos… una ley que pone la hojilla en mano del mono.
Pero, lo vital es que
los jefes del grupete que suceda a Nicolás Maduro en la presidencia… sean
quienes sean, sepa o sepan que más importante es eliminar la posibilidad de que
en Venezuela los monos puedan tener una hojilla en su poder ... esto es más
importante que cualquier otra agenda, como revocar a quien se considera un mico…
o demostrar que no es venezolano Nicolás.