"El amor tiene edades. Cuando
sos joven, es una hoguera. Cuando sos viejo, es una dulce costumbre", dijo
el expresidente uruguayo al The New York Times.
El
expresidente uruguayo José Mujica asiste a un mitin de campaña del entonces
precandidato presidencial por el izquierdista Frente Amplio Yamandu Orsi, antes
de las elecciones primarias, en Montevideo el 19 de junio de 2024 (Eitan
ABRAMOVICH)
El
expresidente uruguayo José Mujica dijo que la radioterapia contra el cáncer de
esófago que le fue diagnosticado en mayo fue considerada exitosa, pero él se
siente "deshecho" y "perdiendo" la vida, según
declaraciones al diario estadounidense The New York Times publicadas el
viernes.
"Me hicieron un tratamiento con radiología", dijo "Pepe" Mujica, de 89 años, al ser consultado sobre su salud. "Según los médicos, anduvo bien, pero yo estoy deshecho".
"La
vida es hermosa. Con todas sus peripecias, amo la vida. Y la estoy perdiendo
porque estoy en el tiempo de irme", agregó luego.
El
expresidente, un exguerrillero que gobernó Uruguay de 2010 a 2015 y sigue
siendo una influyente figura en la política nacional y en la izquierda
latinoamericana, habló desde su modesta finca en las afueras de Montevideo,
donde se recupera de las sesiones de radioterapia que recibió hasta mediados de
junio.
En la
entrevista, en la que el Times lo presenta como un "filósofo sin pelos en
la lengua", Mujica no escatimó sus críticas a la sociedad de consumo.
"La
humanidad necesita trabajar menos y tener más tiempo libre y ser más sobria.
¿Para qué tanta basura? ¿Por qué hay que cambiar el auto? ¿Cambiar de
heladera?", señaló.
"Porque
la vida es una y se va. Hay que darle sentido a la vida. Hay que luchar por la
felicidad humana. No solo por la riqueza", reflexionó.
También
destacó su admiración por la naturaleza, y aunque afirmó no creer en Dios, dijo
respetar mucho a quienes sí lo hacen. "Es como un consuelo ante la idea de
la muerte".
Preguntado
sobre cómo le gustaría ser recordado, fue enfático: "como lo que soy: un
viejo loco" que tiene "la magia de la palabra".
Mujica,
quien se alzó en armas bajo gobiernos democráticos en los años 1960 y 1970 y
estuvo 13 años preso, la mayor parte durante la dictadura cívico-militar
(1973-1985) y en duras condiciones, convalece de su enfermedad junto a su
esposa, Lucía Topolansky, una exguerrillera como él que llegó a ser
vicepresidenta de Uruguay (2017-2020).
En una
nota titulada "La historia de amor de dos rebeldes que llegaron a liderar
Uruguay", que el Times publicó junto con la entrevista, el expresidente se
refirió a Topolansky.
"El
amor tiene edades. Cuando sos joven, es una hoguera. Cuando sos viejo, es una
dulce costumbre", dijo Mujica. "Si estoy vivo es porque está
ella".
Texto: AFP – Tomado de yahoo noticias en español.