Armando Holanda
Brasil se ha posicionado como potencial mediador de conflictos en la
región, utilizando su diplomacia para dialogar con diferentes bloques de poder
y cuestiones internacionales, señalan a Sputnik expertos entrevistados. En sus
palabras, el Gobierno del presidente Luiz Inacio Lula da Silva ha desempeñado
un papel clave en dicho proceso.
Brasil se ha
destacado en la búsqueda de la estabilidad política y la integración regional
durante el Gobierno de Lula da Silva, apuntan los analistas. La prioridad
concedida a la integración de América del Sur y al diálogo con los distintos
actores políticos de la región ha
sido una constante en la diplomacia brasileña.
En este contexto, el profesor de la Universidad Federal de Sergipe (UFS) Corival Alves do Carmo destaca que el papel de Brasil como referencia diplomática es circunstancial y depende de la política exterior adoptada por cada Gobierno.
"Brasil
puede ser llamado a mediar en conflictos en Sudamérica e incluso en América
Latina, pero esto no es automático. Depende de la política exterior y de la
capacidad del presidente para dialogar con diversos actores", subraya
Alves.
Destaca que
la experiencia del dúo Lula da
Silva y el excanciller Celso
Amorim, en particular, ha sido un factor positivo, ya que Brasil siempre
ha dado prioridad a la estabilidad política en la región, esencial para la
integración sudamericana.
Durante los
tres mandatos del presidente Lula, Brasil ha demostrado una destacada posición
de liderazgo en América Latina y un
papel significativo en la comunidad internacional, enfatiza la profesora
de Derecho Internacional y especialista en América Latina, Renata Alvares.
De acuerdo
con Alvares, Lula utilizó América Latina como plataforma estratégica para
fortalecer a Brasil en la escena mundial.
"En el
primer y segundo Gobierno de Lula, Brasil buscó fortalecerse en América Latina,
especialmente a través del Mercosur, como medio para alcanzar una posición
permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU", recuerda.
Destaca que,
históricamente, Brasil siempre ha desempeñado el papel de mediador y proveedor
de buenos oficios en las relaciones internacionales, con una interrupción
notable solo durante el Gobierno de Jair
Bolsonaro.
Desempeño ejemplar de la diplomacia brasileña
El
investigador del Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de
Brasilia (UnB), Robson Valdez,
señala que la diplomacia brasileña "ha sido ampliamente reconocida por su
pericia y sofisticación en diversas esferas multilaterales, desde la ONU hasta
la OMC [Organización Mundial del Comercio] y foros como los BRICS y el IBSA,
integrado por la India, Brasil y Sudáfrica".
Valdez apunta
que eso está reflejado en el papel de Brasil en las plataformas multilaterales
y en el intento de conseguir un puesto en el Consejo de Seguridad de la ONU
como parte del G4, que incluye, aparte de ese país, a la India, Alemania y
Japón.
Según él,
"la Academia Diplomática Brasileña, del Ministerio de Asuntos Exteriores,
es un centro de referencia en Sudamérica y América Latina, que forma a
diplomáticos de varios países que vienen a Brasil a especializarse".
El
investigador subraya que la destacada posición de Brasil en América Latina no
es solo el resultado de su sofisticada diplomacia, sino también de su posición económica y territorial.
"Brasil
es la mayor economía de Sudamérica y el país con mayor extensión territorial,
con fronteras con casi todos los países de la región. Esto lo convierte,
naturalmente, en un interlocutor esencial para mediar en conflictos y construir
consensos", explica Valdez.
En cuanto al
papel de Brasil como conciliador en la región, Valdez subraya que el país ya se
ha consolidado como mediador natural. "Desde los años 1980, con el
restablecimiento del diálogo amistoso con Argentina y la formación del
Mercosur, Brasil ha sido un gran mediador en América Latina", indica.
Por eso,
continúa, "desde entonces, América Latina es una prioridad en la política
exterior brasileña, con el objetivo de promover la paz y la estabilidad en la
región".
Alves señala
que, a pesar del potencial, el papel efectivo de Brasil como mediador puede
variar en función del Gobierno. "No hay consenso social sobre el papel de
Brasil en la integración sudamericana. La acción efectiva depende de los
cambios de Gobierno y de las circunstancias políticas", explicó.
Brasil y Venezuela
La experta en
derecho internacional Renata
Alvares también menciona que algunos países europeos ya han
reconocido el papel positivo de Brasil en la mediación de conflictos, como el
de Venezuela.
"La
postura de Brasil, al pedir que se levante acta sin interferir directamente en
el proceso, es un ejemplo de mediación menos invasiva y más respetuosa con la
idiosincrasia de los países implicados", argumenta.
En cuanto a
la situación actual en Venezuela, el experto Alves explica que el papel de
Brasil como mediador es complejo.
"El
primer papel de Brasil es escuchar a todas las partes implicadas. La oposición
venezolana ve la mediación brasileña como la única viable por su capacidad de
diálogo con ambas partes", explica. Destaca que la mediación brasileña
busca garantizar un Gobierno reconocido como legítimo, sin tomar partido ni
validar datos sin la debida verificación.
"Brasil
no es un árbitro, sino un entrenador que intenta motivar a las partes para que
encuentren una solución", agrega Alves.
De acuerdo
con el profesor, la mediación brasileña debe garantizar la estabilidad política
de Venezuela.
"En el
caso de Venezuela, [hubo una postura] que me parece muy correcta: Brasil se
mantuvo cauteloso y, al mismo tiempo, presionó a Maduro incluso antes de las
elecciones. Tanto es así que Maduro dijo: 'Las elecciones son más fiables que
las de Brasil. El que se asustó que se tome una manzanilla'. En otras palabras,
hubo un desacuerdo, pero Brasil no se lo creyó", observa.
Según
Alvares, el fortalecimiento del liderazgo brasileño en América Latina puede
llevar a una consolidación aún mayor del papel de Brasil en la diplomacia
internacional.
"Brasil
ya juega un papel significativo, pero hay potencial para una consolidación aún
más fuerte, reflejando su capacidad de mediación e influencia global",
concluye la profesora.
Valdez, a su
vez, aborda el papel de Brasil en la mediación de decisiones y conflictos.
"Brasil,
con su economía robusta y su importante flujo comercial, tiene un gran interés
en promover un ambiente de estabilidad y paz en la región", comenta.
Señala que la
política exterior brasileña desde los años 80 ha buscado construir un ambiente
de paz, aunque reconoció que "paz y justicia no siempre van de la mano, lo
que puede hacer más compleja la mediación en los conflictos".
Fuente: Sputnik / Rusia.