Barinas. El día 28/08/16, Yusleidy Zulimar Salcedo Paredes (17años) fue violada en grupo y ahorcada por 8 hombres, quienes durante tres años ocultaron y simularon hechos indicando que se trató de un suicidio. Familiares y movimiento de mujeres exigieron investigar. Los femicidas fueron señalados como La Manada de Mérida.
Luego de 3 años de investigaciones, el 16/08/19, el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (CICPC) y del Ministerio Público pudieron determinar las verdaderas causas de su muerte: Yusleidy fue violada y asfixiada por estos 8 hombres. El Comisario Douglas Rico, informó en rueda de prensa sobre la orden de aprehensión en contra de los mismos.
De esos ocho detenidos e imputados, dos fueron sobreseídos en etapa preliminar, la fiscalía no presentó acusación contra ellos y quedaron en libertad plena. La familia teme que las irregularidades que ya han llevado a que 2 de los involucrados estén en libertad, y a repetir el juicio en el Circuito de Violencia contra la Mujer de Barinas, hagan lo propio con los 6 restantes.
Se convocó audiencia de inicio de repetición de juicio para enero 2022. Sin embargo, fue hasta marzo del año 2022 que finalmente pudo reiniciar.
“Pareciera que nadie pudiera evitar la arbitrariedad y las flagrantes violaciones procesales y de derechos fundamentales con las que se ha venido desarrollando este nuevo juicio. Nuestra aspiración legítima y mínima es OBTENER JUSTICIA después de 6 años y 5 meses de paciente espera por el castigo de los Responsables”, señalan.
“Por medio de múltiples escritos hemos intentado llegar a distintas Instituciones, con la finalidad de VISIBILIZAR y que CESEN las irregularidades en esta repetición de juicio, no obstante, a la fecha es justo reconocer que no conseguimos que se escuche NUESTRO CLAMOR DE JUSTICIA”, recalcan.
Han entregado más de 12 misivas a diferentes instituciones denunciando las dificultades e irregularidades en este juicio sin obtener respuestas. También piden Medidas de Protección para su familia, debido a las amenazas que hemos recibido y persisten por seguir exigiendo Justicia.
Por último, la familia de muy bajos recursos que atraviesa múltiples dificultades para trasladarse de Mérida a Barinas cada vez que hay audiencia para que en la mayoría de los viajes éstas sean diferidas, hace la siguiente reflexión: “¿Cuánto nos cuesta a nosotros los pobres lograr que se haga Justicia por el asesinato de alguno de nuestros seres queridos?”.
F/ Campaña
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