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03 noviembre, 2022

El significado de la victoria histórica de Lula

Lula hizo un discurso de estadista. Marcó la victoria de la democracia contra el autoritarismo. Señaló que hará un gobierno de Frente Amplio

Por Carlos Eduardo Bellini Borenstein (*) Opinión

Elegido Presidente de la República por tercera vez por voto popular, una hazaña sin precedentes en la política brasileña, Luiz Inácio Lula da Silva (PT) pasa a la historia como el candidato más votado en una elección al Palacio del Planalto, ganando más de 60 millones votos. 

De las 9 contiendas presidenciales que ha tenido el país desde la redemocratización, el PT ganó 5 elecciones (2002, 2006, 2010, 2014 y 2022). En todas estas victorias, Lula, el mayor líder político de la historia de Brasil, fue el gran protagonista. 

La victoria del domingo pasado (30) estuvo marcada por un discurso del presidente electo en la Avenida Paulista, en São Paulo (SP), que pasa a la historia por transmitir todo lo que estaba en juego en las elecciones de 2022. Esta fue una campaña que Lula logró transmitir la emoción de las elecciones de 1989 con la amplitud y esperanza del movimiento Diretas Já de 1984. 

A diferencia de elecciones anteriores en las que ganó (2002 y 2006), Lula no representó sólo al PT, sino a un Frente Amplio en defensa de la democracia. No fue casualidad que Lula comenzara su discurso enfatizando que “esto no es solo una victoria del PT. Fue una victoria para todas las mujeres y hombres amantes de la democracia. Esta victoria es de todos los hombres y mujeres que decidieron liberar a este país del autoritarismo”.

Otro punto fundamental del discurso de Lula fue el reconocimiento a los pueblos del Nordeste. Desde 2006, cuando las políticas sociales impulsadas por los gobiernos de Lula y Dilma transformaron las familias de los segmentos más pobres de la población, la región Nordeste se convirtió en el gran bastión electoral del lulismo. 

El Nordeste, que dio cerca del 70% de los votos válidos a Lula en la 2ª vuelta, tuvo gran peso en esta segunda redemocratización del país. Por eso, los nordestinos se convirtieron en el blanco de segmentos conservadores donde el bolsonarismo muestra más fuerza: las élites blancas, con mayores ingresos y ubicadas mayoritariamente en las regiones del Medio Oeste, Sudeste y Sur. 

Las mujeres, otro objetivo del bolsonarismo, también estuvieron presentes en el discurso de Lula. La presidenta electa destacó que “las mujeres queremos ser tratadas como sujetos de la historia. La mujer quiere, puede y debe estar donde quiera sin pedir permiso”.

Asimismo, en el discurso de Lula no podía faltar el gran problema que afecta a los más pobres: el regreso del hambre y la pobreza. Lula mostró su sensibilidad al transmitir esperanza, diciendo que nunca imaginó “volver a ver en este país a madres y padres cargando niños en brazos y pidiendo comida porque no tienen para comer”.

Lula también señala con gestos concretos que el vicepresidente electo Geraldo Alckmin (PSB) tendrá una participación activa en el nuevo gobierno. Cabe señalar que Alckmin será el coordinador de transición. En su discurso en Paulista, Lula agradeció a Alckmin antes de subrayar su compromiso con la unidad y la reconstrucción del país.

Otro punto central en el discurso de Lula fue la búsqueda de la unión. El presidente electo recordó que fue elegido “para gobernar por 215 millones de brasileños. Gobernaré para todos sin distinción, sin mirar si sois ricos o pobres, sin mirar si sois de izquierda o de derecha”.

Al mismo tiempo, Lula dejó clara su prioridad: “pero la gente tiene que saber que, aunque yo gobernaré para todos, son los más necesitados quienes recibirán la política más influyente de mi gobierno”.

La recuperación del país en el escenario internacional fue otro fragmento del discurso de Lula que merece mención: “Brasil será protagonista internacional, porque volveremos a recibir presidentes y visitaremos a otros presidentes”, declaró el presidente electo. 

Lula también saludó a los indígenas, también víctimas del bolsonarismo, al anunciar la creación del Ministerio de los Pueblos Originarios. También destacó su prioridad en la lucha contra el racismo: “va a haber una lucha feroz contra los prejuicios y el racismo. ¡El racismo es una enfermedad que debemos erradicar!”.

Al abordar temas como la victoria de la democracia contra el autoritarismo, la importancia de la región Nordeste, los más pobres, las mujeres, la reintegración de Brasil al mundo, su compromiso con la lucha contra el hambre y la pobreza, la lucha contra el racismo y la defensa de los pueblos indígenas , Lula demuestra que tiene la dimensión del compromiso histórico que le espera.

Al mismo tiempo que expuso las prioridades de su gobierno, Lula mostró su compromiso con la reconstrucción del país al resaltar que “ No hay dos Brasiles. Somos un solo país, un solo pueblo, una gran nación”.

Lula hizo un discurso de estadista. Marcó la victoria de la democracia contra el autoritarismo. Señaló que formará un gobierno de Frente Amplio, en diálogo con todas las fuerzas políticas que deseen contribuir a la reconstrucción del país, sin renunciar a su compromiso histórico con su pueblo. 

(*) Politólogo egresado de la ULBRA-RS. Tiene un MBA en Marketing Político, Comunicación y Planificación Estratégica para Campañas Electorales de la Universidade Cândido Mendes. Estudiante de maestría en Comunicación Social en la Pontificia Universidad Católica de Rio Grande do Sul (PUCRS).

Fuente: SUL 21 / Brasil. Foto: Ricardo Stuckert.