En una entrevista exclusiva con DW,
el expresidente afgano Hamid Karsai explica por qué no abandonó su país después
de la victoria talibán hace ahora un año. "Esto pasará y volveremos a
ponernos de pie", afirma.
DW: Sr. Karsai, parece que no
se le permite viajar al extranjero. ¿Es usted un prisionero de los talibanes?
Hamid Karsai: No.
Respecto a los viajes al exterior me dijeron que no era posible, pero dentro de
la ciudad de Kabul, cuando las condiciones de seguridad están bien, les
avisamos de que voy a un lugar, les preguntamos, y nos brindan una escolta que
me lleva a ese lugar.
¿Esto solo en Kabul o también se le permite salir de la ciudad?
Todavía no lo he hecho, así que no
lo sé. Todavía no les he dicho que voy a visitar las provincias. Creo que
debería hacerlo pronto, como en otoño. Y entonces lo sabremos.
¿Por qué no abandonó el país como
tantos otros altos cargos de la República Islámica cuando los talibanes llegaron al
poder el año pasado?
Bueno, este es nuestro país. Esta
es nuestra casa. No sales de tu casa cuando las cosas se ponen difíciles. Te
quedas en tu casa a arreglarlo. Y tratas de hacerlo bien. Tan simple como eso.
Entonces, si hubiera oportunidad
ahora, ¿no se iría?
Nunca. No, nunca.
Tiene tres hijas pequeñas. ¿Qué
futuro ve para ellas en Afganistán?
Quiero para ellas un futuro tan
bueno como el que tiene cualquier otro niño en el resto del mundo. Y esta es
una cuestión muy importante para nuestro futuro. Para nuestros hijos. Mis hijas
están estudiando aquí en Kabul. La mayor, que ahora tiene diez años, Malala,
pasará de sexto curso a séptimo. Tal como están las cosas ahora, eso significa
que no podrá continuar con su educación.
¿Qué hará entonces? ¿La enviará al
extranjero?
Esa es exactamente la pregunta que
se me plantea, a mí y a cientos de miles de otros padres y familias afganas.
¿Qué hacemos cuando nuestras hijas llegan a la edad de ir a la escuela
secundaria? Salir del país significa abandonar. Así que tenemos que hacer todo
lo posible para luchar por el derecho de nuestros hijos o de nuestras hijas a
la educación. No renunciaremos a eso.
Pero si hay tanta hambre de
educación, ¿por qué los talibanes no ceden y se limitan a aceptarlo?
Esa es una pregunta que deben
responder ellos. Y deben hacerlo pronto. Tienen que permitir que las niñas
vayan a la escuela. No hay arreglo posible al respecto. Y les he dicho esto muy
claramente. No vamos a transigir en esto, de ninguna manera permitiremos que a
las niñas afganas se les niegue la educación. De ninguna manera.
Por lo tanto, tenemos que unirnos
como afganos, todos nosotros, los talibanes y el resto del país, para cambiar
esto. Tanto si se trata de una decisión en el seno de los talibanes, como si es
algo impuesto desde el exterior, por el medio que sea, tenemos que cambiarlo.
¿Qué quiere decir con
"impuesto desde el exterior"?
Mire, usted escuchó al ex primer
ministro de Pakistán, Imran Khan, hablando con los ministros de Relaciones
Exteriores del mundo islámico en Islamabad, tratando de justificar que las
niñas afganas no vayan a la escuela, tratando de achacarlo a las tradiciones.
Algo que está mal, que es completamente erróneo.
Pero, ¿por qué Pakistán tendría
interés en prohibir las escuelas de niñas en Afganistán?
Un Afganistán débil, un Afganistán
necesitado, un Afganistán que no puede valerse por sí mismo, un Afganistán que
vive en la pobreza. La falta de educación significa pobreza. La falta de
educación para las niñas significa falta de capacidades. La falta de educación
para las niñas significa que la mitad de la sociedad, al menos la mitad de la
sociedad, no recibe educación. Por lo tanto, al menos la mitad de la sociedad
no está pudiendo producir y participar. Ese es un Afganistán considerablemente
debilitado y desposeído. Así que no puede haber ninguna otra razón para que
Pakistán haga esto.
Según el presidente Joe
Biden, Estados
Unidos mató al líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, en un ataque con
drones en el corazón de Kabul la madrugada del 3 de agosto. La casa atacada
está en un área donde viven muchos representantes talibanes. ¿Afganistán se
está convirtiendo una vez más en patrocinador del terrorismo global?
Afganistán nunca fue patrocinador
del terrorismo global. Afganistán ha sido víctima del terrorismo global. El
pueblo afgano es su mayor víctima. El pueblo afgano se compadece profundamente
de todas las víctimas del terrorismo en el mundo porque lo hemos sufrido más.
El pueblo afgano se compadece enormemente por las víctimas de la tragedia del
11 de septiembre porque nosotros fuimos las primeras víctimas. Los afganos son
víctimas del terrorismo y también, lamentablemente, víctimas de la lucha contra
el terrorismo. Así que no queremos nada de eso. En cuanto al incidente de
Zawahiri, los estadounidenses anunciaron que lo habían matado. Los talibanes
dijeron que no estaban al tanto de su presencia en Kabul y que lo
investigarían. Así que dejemos que se lleve a cabo esa investigación.
Si cierra los ojos y
retrocede un año, con las tropas internacionales retirándose y la ofensiva
relámpago de los talibanes, el entonces presidente Ashraf Ghani huyendo, las
tropas sin ofrecer resistencia, los jóvenes aferrándose a los aviones de
evacuación y cayendo al vacío… ¿Quién tuvo la culpa de todo eso?
Fue muy, muy triste. La forma en
que Estados Unidos se retiró de Afganistán fue vergonzosa. Insultante para
nosotros y también hiriente para el pueblo estadounidense.
Cuando ve la bandera de los
talibanes en el palacio presidencial, que no está muy lejos de su residencia,
¿le duele?
No, no. Es la bandera de los
talibanes. Ahora son el gobierno en Afganistán. Nuestra enseña nacional es la
bandera negra, roja y verde, que es la bandera histórica de Afganistán, que ha
estado allí desde la década de 1920, por lo menos.
Si miramos la situación actual, la
economía casi se ha derrumbado. Casi la mitad de la población, veinte millones
de personas, experimentan altos niveles de inseguridad alimentaria. Vi a niños
luchando por sobrevivir, incluso en hospitales aquí en Kabul, donde todavía
llega la ayuda. ¿Qué salida hay?
La salida pasa por fortalecer la
unidad entre los afganos, involucrando a todo el pueblo afgano en la gestión
del país. Hago un llamado a los talibanes como hermanos para que consideren a
todos los demás afganos como hermanos y hermanas, incluso aquellos que están en
su contra, que pueden estar pensando en resistirse a ellos, que deben ser
contactados y llevados de vuelta a un proceso político, a un diálogo nacional
para que podamos, en unidad y mediante la expresión de la palabra del pueblo
afgano, trazar el camino hacia un futuro mejor. Este es un llamado a los
talibanes que he hecho repetidamente.
¿Es Afganistán un país perdido?
No. No es un país perdido. Estamos
entre los países y civilizaciones más antiguas de esta parte del mundo.
Estaremos bien. Esto es un parpadeo en los milenios de nuestra historia. Esto
pasará y volveremos a ponernos de pie, fuertes.
¿Es Afganistán un país perdido para
las mujeres?
No, eso también es temporal. Si
Afganistán es un país perdido para las mujeres, eso también significará que
Afganistán se perdió a sí mismo. Nunca permitiremos eso. Las mujeres afganas se
educarán. Ellas irán a la escuela. Serán ingenieras y médicos y periodistas y
diputadas y les irá bien. Llegará el momento, ya lo verás. (lgc/dzc)
Tomado de D.W / Alemania.