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23 mayo, 2022

Contra la homofobia, la transfobia y la biofobia

Por Modaira Rubio Marcano *

 La Organización de las Naciones Unidas (ONU), decidió en el año 2004 proclamar el 17 de mayo como Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y Biofobia, cuando se cumplían 14 años de la eliminación, en 1990, por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de la homosexualidad de la clasificación internacional de enfermedades mentales.

La homofobia se describe como el odio hacia las personas lesbianas y gays; la transfobia, es el odio hacia las personas transexuales y tránsgénero y la biofobia es la aversión irracional contra personas bisexuales.

Las personas homosexuales, bisexuales, transgénero o intersexuales (LGBTIQ+), es decir aquellas con identidades de género y orientación sexual diferente a la heterosexual, son víctimas de acoso, violencia, detenciones arbitrarias e incluso asesinato en todo el mundo debido a la intolerancia de la sociedad. La Comisión de Derechos Humanos (CNDH) mexicana señala que la homosexualidad es un delito actualmente en más de 70 países y en 11 se castiga con la muerte.

Aunque hay avances visibles en las legislaciones mundiales, en la práctica en muchos casos por razones religiosas o culturales, la discriminación prevalece. Por ejemplo, recientemente, India despenalizó las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo.

En Venezuela, el 17 de mayo el gobierno nacional emitió un comunicado oficial respaldando la conmemoración de este día y anunciando que la cancillería venezolana “declarará todos sus espacios diplomáticos seguros y libres de odio y discriminación”.

También se indicó que la Alcaldía de Caracas elaborará un proyecto de ordenanza piloto para atender a la comunidad LGTBIQ+ en todo el territorio nacional. Sin embargo, en materia de derechos, Venezuela está rezagada en este aspecto.

El movimiento LGTBIQ+ denuncia la existencia de un estado homofóbico y transfóbico y no sin razón. Y es que en Venezuela, a los homosexuales les está prohibido donar sangre; el código de justicia militar en su artículo 565, criminaliza a las personas LGTBIQ+ en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB); desde hace 5 años se entregaron al Consejo Nacional Electoral (CNE) miles de firmas solicitando la aplicación del artículo 146, para garantizar identidad a personas trans, sin respuesta; hace 8 años se entregaron también miles de rúbricas ante la Asamblea Nacional (AN) exigiendo la discusión sobre matrimonio igualitario. En la campaña para la elección parlamentaria en 2020, el presidente Nicolás Maduro prometió que de ganar el oficialismo la mayoría, cosa que ocurrió, el matrimonio igualitario se discutiría. No solo no se ha discutido, no hay voluntad política para hacerlo y en los medios públicos diputadas y diputados de un partido oficialista religioso, así como integrantes de los poderes públicos, han manifestado que no discutirán un asunto que va contra las leyes de Dios o según ellos, contra la CRBV.

A todo ello se suma la creación de instancias gubernamentales como el Consejo Presidencial de Sexodiversidad, para aparentar que se atiende la materia pero en la práctica se ignora e invisibiliza la discusión sobre los derechos que se demandan.

También han aumentado peligrosamente los crímenes de odio contra la comunidad LGTBI+. Toca emprender una fuerte lucha y una campaña informativa para que entendamos que los derechos humanos, políticos, civiles, nos corresponden a todas y a todos por igual y nadie debe ser discriminado por su orientación sexual.

 

* IG:@modairarubio

E-mail:modairarubio@gmail.com

Comunicación Política, Economía, Feminismos y DDHH