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29 abril, 2022

Ni la primera vez ni la última

Me salgo de mis casillas cuando alguien, como quien no quiere la cosa, saca a relucir que la Ciudad Universitaria es obra de una dictadura e indirectamente hace ver que mi papá trabajó para Pérez Jiménez, es curioso pero de Gómez no se acuerdan.

Por enésima vez, que no es la primera y que seguramente no será la última aclaro el punto. Mi papá comenzó a trabajar en Venezuela durante la dictadura de Gómez a las órdenes del Ministerio de Obras Públicas. Era un empleado público y hacía lo que le mandaban a hacer, cosas de todo tipo. Las hacía bien, “buenas y bonitas” como quería Gómez. Se ganó el apodo de “doctor terremoto” entre los obreros porque lo que no estaba bien hecho lo mandaba al suelo. Terminaba las obras primero por fuera para que Gómez las viera en sus paseos vespertinos, mientras por dentro todo estaba por hacer.

A la muerte de Gómez, el nuevo gobierno convocó a una reunión urgente en el MOP para ver qué obra podía hacerse para mitigar el desempleo imperante, mi papá propuso un Museo y cuando le preguntaron dónde, dijo que en la entrada del Parque de los Caobos. Al día siguiente tenía los obreros en el sitio y dibujó la planta en el suelo. En 1942 gana el concurso para la Reurbanización de El Silencio y en 1943 se crea el Instituto de la Ciudad Universitaria y se compra la hacienda Ibarra para su construcción.

En 1944, Villanueva realiza la primera propuesta para en Campus. En 1945 se proyectan los edificios de la zona médica y se inicia la construcción del Hospital Clínico. En 1946 se crea el TABO, ya El Silencio se ha inaugurado y se ha construido la Urbanización Rafael Urdaneta en Maracaibo. En 1947 el BO inicia la construcción de 22 urbanizaciones, entre ellas la Urbanización Urdaneta en Caracas. Villanueva recibe ese año el Premio de Honor y Diploma por la CU en la exposición del Congreso Panamericano de Arquitectos realizado en Lima. En 1948 se proyectan en el BO las urbanizaciones Francisco de Miranda y Delgado Chalbaud. En 1949 proyecta distintos edificios de la CU entre ellos las Residencias y Servicios y los Estadios Olímpico y de Béisbol. En 1951 se inauguran ambos Estadios. Entre 1952 y 1953 proyecta el Conjunto Central de la CU. Si mi memoria no me falla el 2 de Diciembre de 1952 arranca la Dictadura de PJ  que caerá el 23 de Enero de 1958.

Durante esos años de dictadura continúa el proyecto y construcción de la CU en buena parte gracias al nombramiento de Luis Damiani al frente del Instituto. Damiani comprendió la importancia de la obra de mi papá y en cierta forma la hizo posible. Nunca faltaron las voces para protestar lo que se estaba haciendo, al igual que ya había pasado antes con El Silencio.

Para 1958 la CU está casi terminada, queda colgando el Gimnasio Cubierto que se quedó sin cubierta y el 2 de Diciembre hoy 23 de Enero ya tenía culminada su tercera y última etapa. La caída de la dictadura significó la eliminación del Instituto de la Ciudad Universitaria y del Banco Obrero.

Años más tarde en uno de los gobiernos democráticos se hizo una investigación para ver quiénes eran los empleados públicos más antiguos del país, eran dos, el portero de la Casa Amarilla y el arquitecto Carlos Raúl Villanueva. El reconocimiento lo recibió el portero porque mi papá había, según ellos, trabajado “para la dictadura”. “Mi papá trabajó siempre para el Estado. Su visión de la arquitectura no le permitía otra cosa. Nunca tuvo oficina particular ni recibió contratos de ningún gobierno. Su único interés era servir a la sociedad de la cual hacia parte. Trabajó incesantemente pese a los cambios políticos que se sucedían en el país. Legó a los venezolanos una obra amplia y generosa que aún hoy disfrutamos. Mi papá trabajó sin descanso y a veces le tocó trabajar en medio de una dictadura, no para ella.".

Tomado del muro de Paulina Villanueva, hija de Carlos Raúl Villanueva.