Ante el corte de suministro de gas a Polonia y Bulgaria por parte de Rusia, Alemania se prepara. Ya Putin lanzó su amenaza de aplicar la misma medida a sus clientes de la Unión Europea.
Cómo para que se
entienda que lo de ellos con Occidente es asunto muy serio, Rusia notificó este
jueves (27.04.2022) que no acepta
un pago de gas a través de la filial de Gazprom Germania. Anteriormente
en manos rusas y administrada en fideicomiso por la Agencia Federal de Redes
alemana desde que fue intervenida por Berlín.
Los pagos habían sido
efectuados a Gazprom Marketing
& Trading (GM&T) por entregas de gas natural a Alemania y
Austria de abril y mayo.
El Ministerio Federal de Economía y Clima confirmó el rechazo de los pagos debido a que, según un comunicado, existen “ambigüedades en su procesamiento”.
Se trataría de
“volúmenes marginales de gas de alrededor del 0,2% de los volúmenes de
importación de Rusia a Europa”, una cantidad reducida que podría ser fácilmente
sustituida por compras en el mercado.
Alemania debe
prepararse para corte de gas
La seguridad de suministro en Alemania está
garantizada y el Gobierno insiste en que los pagos deben seguir
realizándose «en euros según contrato». Pero se trata sin duda de un aviso.
El canciller alemán, Olaf Scholz, durante la visita
que realiza a Japón, señaló que «Alemania debe prepararse» para un corte de
suministro similar al que le aplicaron a Polonia y Bulgaria.
“Hay que estar preparados para ello. De
hecho ya lo estábamos antes del comienzo de la guerra y sabemos lo que tenemos que hacer“.
Los pagos
rechazados suponen un nuevo
paso de escalada en el conflicto latente entre la Unión Europea y
Rusia. Aunque, según la Agencia Federal de Redes, las instalaciones alemanas de
almacenamiento de gas natural se están llenando de nuevo.
El nivel actual de los depósitos es del 33,4%. Valor
comparable al de 2017 y significativamente superior al de la primavera de 2015,
2018 y 2021, según el informe de gestión del suministro de gas. Lo que apunta
a que el suministro está garantizado,
al menos hasta el próximo invierno.
Posibles consecuencias
del corte de gas
Las consecuencias, eso
sí, serían desastrosas para la economía.
El Bundesbank advirtió
que Alemania entraría en recesión. Se estima que el cierre del grifo del gas
ruso supondría la pérdida de 30
millones de puestos de trabajo en toda la UE.
Gazprom, compañía energética rusa de propiedad estatal,
obtuvo unos beneficios netos de 28.000
millones de euros el año pasado. El Gobierno alemán confirmó que
paga entre 60 y 200 millones de
euros diarios a Rusia en concepto de importaciones energéticas.
Desde que Putin decretó
que los pagos deben realizarse en rublos, las empresas alemanas se sirven de
una puerta de atrás que
deja ese decreto, de manera que una
filial efectúa el cambio de divisas para poder pagar en euros y que
el dinero llegue en rublos.
Pero la perspectiva de
negocio se está nublando por momentos.
“Si no nos preparamos
ahora, podemos ser chantajeados
gravemente poco antes del invierno”, advierte el experto en energía
Georg Zachmann.
Japón… ¿Es la
alternativa?
Las compañías alemanas
de energía están discutiendo intensamente con sus grandes consumidores dónde y
cuánto gas se podría ahorrar en una emergencia. Las empresas están examinando
sus redes de producción en busca de sistemas que puedan cerrarse sin mayores consecuencias en
caso de que se produzca el temido cuello
de botella.
El Gobierno alemán
rechaza todo alarmismo y destaca la rapidez con la que está trabajando en la sustitución de las fuentes
rusas de energía.
El canciller Scholz
está trabajando en una alianza de
hidrógeno con Tokio. Por lo que visitó la empresa Chiyoda en
Yokohama, que desarrolló una técnica para transportar hidrógeno a través de los océanos, Desde
allí lanzó un mensaje claro y directo.
El Político