Por CELIA BLANCO*
"En la 'nueva normalidad' no vamos a tener menos sexo,
sino que vamos a cambiarlo: a digitalizarlo"
Si tiene la más mínima intención de reincorporarse a la vida
sexual después de la pandemia, sepa que las cosas explotaron. Se acabó lo de
relacionarse como nos enseñaron. Cualquiera puede contagiarse por lo que habrá
que establecer nuevos hábitos. Tras años perfeccionando el modelo de soltería
que pasa por cruzarse, tener sexo inmediatamente y, en todo caso y si este
preámbulo sale bien, pensar en descubrir si merece la pena, eso se acabó. Ahora
no quedará otra que conocerse primero y empotrarse después.
Fuimos incapaces de ponernos preservativo para detener el
virus del papiloma humano (VPH), enfermedad de transmisión sexual que afecta al
80 % de la población mundial. También responsable de todo tipo de males,
cánceres incluidos. Ahora hablamos de besarnos lo justo. A las malas, si nos
pilla escasos de mascarillas y guantes, sexo sin mirarse a la cara. Los memes
brotan solos.
‘Sextear’, déjense de anglicismos. Antes de tres años, la RAE
incorporará el verbo al diccionario. Es el que mejor describe cómo vamos a
hacerlo: nos bastará un móvil para escribirnos. Para seducirnos con imágenes
más o menos explícitas antes de olernos el perfume. Las app de citas ya mejoran
su tecnología para fomentarlo. Y en dos años seremos expertos de excitar sin
que se nos identifique. La demanda de pornografía online no tiene pinta de que
vaya a bajar; más bien al contrario. Y, según el último informe de uso y disfrute
de la misma en nuestro país, preferimos vídeos caseros de compatriotas. Ahí hay
un mercado, ojo.
No parece que en la “nueva normalidad” vayamos a tener menos
sexo. Sino que vamos a cambiarlo; a digitalizarlo. La conquista comenzará con
el primer mensaje. Y cuidado: las faltas de ortografía bajan la libido. Tomado
de El País- España
*Periodista y directora española del espacio de radio sobre
sexo 'Con todos dentro'