A los 74 años, libre y enamorado,
recorrerá todo Brasil de cara a las elecciones municipales de octubre, un test
para medir la fuerza y la unidad de la oposición brasileña. "Hay que
prepararse para volver al poder", subrayó desde San Pablo sobre una
potencial candidatura.
Desde San Pablo. Luiz Inácio Lula da Silva lleva poco más de dos meses en
libertad, luego de los 580 días de prisión que le impidieron candidatearse en
los comicios de 2018 vencidos por Jair Bolsonaro. La cárcel no lo amilanó. "No
puedo tener miedo" , aseguró durante esta entrevista, la primera
dada a un medio argentino luego de dejar la Superintendencia de la Policía
Federal en Curitiba. "Hay que continuar batallando para reconquistar la
democracia en Brasil". Se avecinan combates políticos contra la
"derecha fascista", avisa.
Luce bien humorado con una corbata de
rayas oblicuas predominantemente verdes y amarillas, los colores de la bandera
que por ello simbolizan la "defensa de la soberanía" comenta antes de
iniciarse la grabación. Dice que no volverá a pelear por la presidencia, pero
luego de una repregunta admite la posibilidad de hacerlo en 2022 . "Hay
que prepararse para volver al poder".
Como Brasil comienza a funcionar sólo
después del Carnaval, que será a fines de febrero, Lula se apresta a recorrer
el país a partir de marzo, haciendo campaña con vistas a las elecciones
municipales de octubre , un test para medir la popularidad del actual
mandatario al cumplir la mitad de su gestión y la fuerza de la oposición así
como su capacidad de presentarse unida.
"Adoro vivir, estoy de novio, me
voy a casar" con
la socióloga Rosangela Silva, anuncia el expresidente con gesto
expansivo. Ambos se fueron a almorzar después del reportaje realizado el
miércoles pasado en el directorio nacional del Partido de los Trabajadores, en
el centro de San Pablo, a pocas cuadras de la Plaza da Se, escenario de los
multitudinarios actos por elecciones directas realizados en los años 80, en las
postrimerías de la dictadura. Lula como jefe del recién nacido PT - fundado en
1980 - fue protagonista de esa pelea contra los militares, y antes, siendo
dirigente sindical, había comandado las huelgas en el cordón industrial
paulista.
Fue preso político dos veces, la
primera en 1980 cuando gobernaba el general Joao Bapitsta Figueiredo –
venerado por Bolsonaro – y en 2018 bajo la administración del golpista de Michel
Temer, como consecuencia de una sentencia imaginativa del entonces juez Sergio
Moro.
Difícil encontrar en el Brasil
contemporáneo otra biografía como la de este líder descomunal de 74 años.
Si hubiera que describir los tonos de
sus respuestas a lo largo de un encuentro que duró 1 hora y 13 minutos -
incluyendo una conversación informal - se puede decir que cuando habló de
Bolsonaro lo hizo con indignación pero quizá se irritó aún más al referirse al
ministro de justicia Moro. El mentor de causa Lava Jato "es un
mentiroso" al que desafía "a que presente una única prueba contra de
mí”.
Sostiene que Bolsonaro y Moro
sufrieron un revés político cuando recuperó la libertad y no descarta
que lo vuelvan a encarcelar valiéndose de algún pretexto jurídico.
En contraste el ex tornero mecánico
cambia de tono cuando el tema es Argentina a donde espera viajar próximamente.
"Estoy esperando que
ahora, a partir de la victoria de Fernández y Cristina, nosotros en
Brasil podamos retomar el gusto por la democracia, el gusto por la
libertad, el gusto por la inclusión social por lo que tanto luchamos durante
los gobiernos del PT. Creo que Fernández sabe perfectamente bien que no hay
otra alternativa que poner un freno a lo que hizo Macri, la dependencia del FMI
nunca fue buena para ningún país de América Latina, es preciso reconstruir la
economía argentina a partir del crecimiento, de políticas de transferencia de
renta, de la inclusión de los más pobres, cuando los más pobres participan en
la economía, ésta se mueve, genera más empleo y renta".
"Argentina tiene que dejar
claro que tiene el compromiso de pagar la deuda dejada por Macri pero que no se
puede llevar al pueblo al sacrificio, el FMI tiene más condiciones de
esperar que el pueblo pobre, que tenga paciencia. ¿El FMI no tuvo paciencia con
EEUU, con Alemania, por qué no va a tenerla con Argentina?"
"En suma soy muy optimista con
la toma de posesión de Fernández y de Cristina, claro que va a demorar un
tiempo hasta que la situación se concerte , esto no ocurrirá ni mañana ni
pasado mañana, esto lleva un tiempo. Pero es necesario hablar con el pueblo
para mostrarle el maleficio, el perjuicio que significó Macri".
Durante la conversación Lula a menudo
estableció paralelos entre Brasil y Argentina, mencionó las similitudes entre
los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner con los tres mandatos y medio del
del PT (el cuarto trunco por el golpe contra Dilma), y las semejanzas
entre Macri y Bolsonaro, tanto en el plano económico como el alineamiento
con Estados Unidos.
"¿Se acuerda de cuando llegó
Macri y parecía que los norteamericanos iban a ayudar ?. Y al final no pasó
nada. Estados Unidos no ayuda a ningún país latinoamericano, lo que ellos hacen
es incentivar los golpes de Estado. Si lográramos unir a América Latina
tendremos un bloque fuerte, pero lamentablemente murió Kirchner, murió
Chávez. Los americanos primero piensan en los americanos nunca van a
pensar en Brasil, ellos no toman en serio a ningún país de América Latina,
Bolsonaro tendría que saberlo ".
"Tengo orgullo de haber dicho no
al ALCA junto a Kirchner frente a George Bush en Mar del Plata en 2005 yo ya
decía en la campaña presidencial de 2002 que si ganaba íbamos a refutar el
acuerdo con el Alca y fortalecer el Mercosur".
- Usted mencionó hoy más de una
vez la idea de soberanía. En el caso de Bolsonaro se trata de un exmilitar que
habla del himno, la bandera pero su política contradice ese discurso
soberanista.
- Bolsonaro dejó de ser militar
cuando fue expulsado del Ejército (años 80), él hizo una carrera política con
28 años en el Congreso, y ahora trajo muchos militares a su gobierno. No
defiende la soberanía, hace la venia ante la bandera norteamericana; soberanía
significa defender al pueblo, defender la ciencia y la tecnología, defender el
empleo, la floresta, las aguas. Bolsonaro está preocupado en agradar al
presidente Trump, Carlos Menem también pensaba así , Fernando Henrique lo
mismo. Bolsonaro tiene que aprender que los americanos lo van a respetar cuando
él respete los intereses de nuestra patria. Pero mientras continúe con esta
política de lame botas nadie lo va a respetar. Con Bolsonaro Brasil dejó de ser
un protagonista internacional.
- ¿Cuál es su estrategia frente a los
comicios de octubre a mitad del mandato bolsonarista?
- La estrategia la define el PT que
va a escoger los candidatos a intendente, los partidos aliados y a partir de
allì comenzaré a viajar , voy a recorrer las ciudades para defender a los
gobiernos del PT denunciando la política del gobierno de Bolsonaro , la pobreza
que está tomando cuenta de Brasil, y al mismo tiempo intentar que el pueblo
comprensa la necesidad de elegir intendentes comprometidos con la mejora de su
calidad de vida.
_ Algunos proponen un frente amplio
de izquierda y otros un frente que incluya partidos conservadores.
- Es posible construir un frente más
amplio o menos amplio de acuerdo con el tema. Se puede juntar gente de derecha
en la defensa de los derechos humanos o de la democracia, pero cuando se
discute un programa de gobierno se cierra un poco el espectro porque es
necesario acordar con personas que piensen más o menos parecido dentro de la
izquierda, con partidos como el PT, el PCdo B, el Partido Socialista Brasileño,
sectores del Partido Democrático Trabalhista (que llevó a Ciro Gomes como
candidato en 2018).Nosotros ya hicimos alianzas electorales de ese tipo en
1989, 1994, 1998, 2002, 2006, 2014 y en 2018. Creo que ese tipo de alianza va a
ocurrir en las próximas elecciones. Lamentablemente Brasil no tiene un partido
de centro, porque el partido que era de centro era el PSDB de Fernando Henrique
Cardoso, que se acabó, creo que las elecciones van a ser una disputa entre
sectores de izquierda contra sectores de derecha, y ahora hablamos de una
derecha fascista liderada por Bolsonaro.
- Usted fue proscripto en 2018, ¿esas
elecciones fueron legítimas?
- No.En realidad la campaña fue una
gran mentira porque todo el tiempo los medios de comunicación, sobre todo la
red Globo, atacó al PT.Tuvimos todo el poder del ministerio público y la causa
Lava Jato y sectores del Poder Judicial haciendo política contra nosotros,
intentando que el PT no continuara con su cuarto mandato que era el de Dilma
(derrocada en 2016). Esto afectó mucho porque cada semana había una denuncia
todo esto favoreció a Bolsonaro, en esa época se decía que elecciones sin Lula
eran un fraude, y la verdad es que fueron un gran fraude , una gran mentira
Fernando Haddad (del PT) tuvo un papel excepcional , fue un candidato de mucha
calidad, un hombre muy honrado pero no fue posible ganar.
. ¿Cómo repercutió su excarcelación
en el gobierno?
- Creo que ellos no querían que yo
saliera de la cárcel, pero es que a pesar de estar preso realicé una actividad
política muy importante desde la prisión debido a la solidaridad del pueblo
brasileño, el pueblo fue extraordinario tuvimos la vigilia de 580 días también
hubo la solidaridad de diputados (brasileños) , de intelectuales europeos,
diputados europeos, de jueces europeos , la visita del hoy presidente Alberto
Fernández, la visita del compañero Noam Chomsky, de Baltazar Garzón y otras
personalidades como el compañero Rodríguez Zapatero, Ernesto Samper que en la
época era coordinador de Unasur, diputados del Partido Demócrata
estadounidense, franceses, alemanes, italianos. Esa solidaridad hizo que el
presidente Bolsonaro y el ministro Moro comenzaran a inquietarse.
- ¿Teme ser preso nuevamente?
- Ya viví mucho, nací pobre, pasé
muchas privaciones, soy muy agradecido a Dios porque fue muy generoso conmigo
por haber llegado a donde llegué, llegué a ser el presidente más popular de la
historia de Brasil, no tengo nada que temer, no va a ser la prisión la que me
de miedo tengo la cabeza erguida no me preocupa si ellos quieren detenerme o
no. Yo quiero vivir en libertad, tengo derecho a vivir en libertad yo los
desafío a ellos desafío a Moro a mostrar una única prueba contra mí, que
muestre un real de mi patrimonio que no sea producto de mi trabajo, cuando se
tiene la verdad dentro de uno nada da miedo ya probé mi inocencia.
- ¿Debemos descartar que usted
dispute un tercer mandato en 2022 ?
– Es difícil, ya fui dos veces
presidente, cuando lleguemos a 2022 (elecciones presidenciales) tendré 77 años,
creo que podemos tener un candidato mucho más joven, tenemos a Fernando Haddad
que es más joven, tenemos otros cuadros importantes tanto en el PT como fuera
del PT. Para que yo sea candidato tendría que haber una situación irreversible,
que se demuestre que soy la única persona capaz ganar, capaz de derrotar a la
derecha, pero vamos a trabajar para encontrar personas más jóvenes que yo y con
más vigor físico para hacer que Brasil mejore.
– Entonces, existe la posibilidad de
su candidatura.
- En política uno nunca que dice que
algo es imposible, ser candidato nunca depende de uno. Si uno es parte de un
partido político no es uno el que decide. Muchas veces uno no tiene voluntad de
ser pero pero el partido, en su gran mayoría, entiende que uno tiene que serlo,
en ese caso uno es candidato por imposición del partido. No tengo ningún
problema (en la postulación) porque yo sé lo que quiero para Brasil . (Pero)
quiero tener mucha fuerza política, quiero estar bien de salud, porque quiero
tener influencia en el resultado soy optimista voy a trabajar mucho para que
podamos elegir un presidente progresista en 2022.
Tomado de Página 12 / Argentina