Por
Adel ZAANOUN / AFP - Tomado de yahoo.es
El mecánico
Munir al Chindy trabaja minuciosamente en su taller de Gaza, el 28 de octubre
de 2019, en un Armstrong Siddeley, que comenzó a reparar hace un mes
En su taller
en Gaza, Munir al Chindy trabaja minuciosamente en el interior de un Armstrong
Siddeley gris oscuro despojado de asientos, manipulando con precaución el
vehículo de silueta alargada que comenzó a reparar hace un mes.
No pudo
obtener las piezas que faltaban para restaurar los coches de colección que
pueblan su garaje, como el Hurricane inglés de 1946. Por ello, decidió trabajar
con los medios a su alcance para eludir el estricto bloqueo terrestre que
asfixia a la Franja de Gaza.
"Los
carros vintage son mi pasatiempo", dice el mecánico de 40 años a la AFP,
con la nariz sumergida en las entrañas de su último protegido, que por ahora
tiene más aspecto de una carcasa que el de un automóvil de colección.
Conseguir
piezas para restaurar esos modelos es complicado incluso en los países donde
fueron fabricados, pero en Gaza es casi imposible.
Desde 2007,
Israel impone un riguroso bloqueo terrestre, aéreo y marítimo en la Franja de
Gaza, que justifica como una necesidad de aislar e impedirle adquirir armas a
Hamas, movimiento islámico que dirige el enclave palestino.
Pero
organismos de defensa de los derechos humanos denuncian que el bloqueo afecta a
los dos millones de habitantes de Gaza.
"Busqué
en internet las piezas de los vehículos, pero no las he encontrado. Así que lo
manejé localmente", cuenta Munir, a quien cada restauración le toma unos
tres meses.
El mecánico,
que ha renovado vehículos durante 12 años en Emiratos Árabes Unidos, maneja con
destreza la improvisación en su taller en la planta baja de un edificio al
noreste de la ciudad de Gaza.
Es aquí, ante
el muro de concreto lleno de estantes donde se encuentran toda tipo de piezas
de repuestos, que el mecánico pacientemente volvió a la vida a un Mercedes
Gazelle, que ahora destaca en el garaje, con sus sillas de cuero color vino
tinto y su elegante carrocería beige, como nuevos.
"Muy
poca gente se interesa en estos coches viejos, porque su reparación es costosa
y son difíciles de revender", explicó.
-
"Excepcional" -
El Armstrong
es un coche de lujo británico muy apreciado por los amantes de los automóviles.
Pero, incluso en su apogeo en los años 1940, no era tan popular como hoy,
precisó, por lo que las piezas originales se hacen raras.
"El
carro estaba vacío, poco a poco lo he completado" con piezas de repuesto
de otros vehículos, aseguró el mecánico.
Compró el
coche en unos 3.000 dólares (2.700 euros) a un hombre que lo tenía desde hace
más de 20 años. Le costará al menos 10.000 dólares (9.000 euros) dejarlo en
funcionamiento, estimó.
Una vez
renovados, los carros antiguos se exhiben en una franja junto al mar. Sueña con
salir de la Franja de Gaza para mostrar al mundo sus hermosos coches, pero sabe
que es imposible debido al bloqueo.
No podrá ir
muy lejos con su carro inglés cuando esté reparado: la superficie de la Franja
de Gaza es de 365 km2, unos 40 km de norte a sur. Pero seguramente será la
sensación.
Hossam Ayub,
un vecino, no puede apartar la vista de la máquina: "Es increíble, estos
coches son parte de la historia. Es excepcional verlos aquí", exclama.