Uno de los
estudios del sueño longitudinales más grandes realizados hasta la fecha en
entornos habituales sobre el uso nocturno de alcohol, cafeína y nicotina y su
implicación en el insomnio ha revelados que la cafeína tomada en las
cuatro horas antes de acostarse no afecta a los parámetros del sueño,
aunque no se puede decir lo mismo de la nicotina, según publican en la revista
'Sleep'.
Las noches de
insomnio se asocian con una serie de resultados adversos para la salud, como
enfermedades cardiacas, presión arterial alta, diabetes y ciertos tipos de
cáncer.
Se cree que el
consumo nocturno de alcohol, cafeína y nicotina perjudica el sueño.
Sin embargo,
los estudios que examinan sus efectos sobre el sueño están limitados por
muestras poblacionales de pequeño tamaño que no representan la diversidad
racial y étnica o las medidas objetivas del sueño. Además, estas
investigaciones se han llevado a cabo en laboratorios u observatorios.
Teniendo en
cuenta la importancia para la salud pública de dormir bien por la noche y el
uso generalizado de estas sustancias, relativamente pocos estudios han
investigado a fondo la asociación entre el consumo nocturno de alcohol, cafeína
y nicotina y los parámetros del sueño.
Los efectos
de la nicotina pueden ser particularmente significativos entre las personas con
insomnio. El uso nocturno de nicotina se asoció con una reducción promedio de
42,47 minutos en la duración del sueño.
Ahora, un
estudio dirigido por un investigador de la Florida Atlantic University (FAU)
con colaboradores del Hospital Brigham and Women's, Harvard T. H Chan School of
Public Health, Harvard Medical School, Emory University the National Institutes
of Health y el University of Mississippi Medical Center, constituye uno de las
investigaciones longitudinales más grandes hasta la fecha para examinar el
consumo nocturno de alcohol, cafeína y nicotina entre una cohorte
afroamericana con resultados de sueño medidos objetivamente en sus
entornos naturales.
Usando
actigrafía (un sensor parecido a un reloj de pulsera) y diarios del sueño, los
investigadores examinaron las asociaciones de noche a noche del uso nocturno de
las ya mencionadas sustancias en la duración y la eficiencia del sueño y la
vigilia después del inicio del mismo.
El estudio
incluyó a 785 participantes y obtuvo un total de 5.164 días de actigrafías y
diarios de sueño que registraron la cantidad de alcohol, cafeína o nicotina que
consumieron dentro de las cuatro horas antes de acostarse.
Los
resultados del estudio pueden ser buenas noticias para los amantes del
café, ya que los investigadores no encontraron una asociación entre el
consumo de cafeína dentro de las cuatro horas antes de acostarse con ninguno de
los parámetros del sueño.
Sin embargo,
los investigadores advierten de que la dosis de cafeína y las variaciones
individuales en la sensibilidad y tolerancia no pudieron medirse y pueden
desempeñar un papel importante en la asociación entre el consumo de cafeína y
el sueño.
En cambio,
para los fumadores y aquellos que disfrutan de una bebida alcohólica con la
cena, el estudio mostró que una noche de consumo de nicotina y / o alcohol
dentro de las cuatro horas antes de acostarse se asoció a una peor continuidad
del sueño que una noche sin estas sustancias, incluso después de controlar por
edad, género, obesidad, nivel de educación, tener trabajo / clases al día
siguiente y síntomas depresivos, ansiedad y estrés.
La nicotina
fue la sustancia más fuertemente asociada con la interrupción del sueño, lo
cual es otra razón más para dejar de fumar.
Hubo una
interacción estadísticamente significativa entre el uso nocturno de nicotina y
el insomnio en relación con la duración del sueño.
Los
resultados de este estudio son especialmente significativos ya que se
observaron en personas no seleccionadas por problemas de sueño y
que generalmente tenían una alta eficiencia en el mismo. Además, se basaron en
datos longitudinales para que las asociaciones pudieran tener en cuenta no solo
las diferencias entre las personas, sino también las variaciones dentro de la
persona en las exposiciones y covariables, como la edad, la obesidad, el nivel
educativo, tener trabajo / clases al día siguiente o una sintomatología de
salud mental.
"Los
afroamericanos han estado subrepresentados en estudios que examinan las
asociaciones de uso de nicotina, alcohol y cafeína en el sueño", admite la
doctora Christine E. Spadola, autora principal y profesora asistente en la
Facultad de Trabajo Social Phyllis y Harvey Sandler de la FAU--.
Esto es
especialmente significativo porque los afroamericanos tienen más probabilidades
de experimentar una corta duración del sueño y un sueño fragmentado en
comparación con los blancos no hispanos, así como también más consecuencias
perjudiciales para la salud asociadas con un sueño inadecuado que otros grupos
raciales o étnicos".
Estos
hallazgos respaldan la importancia de las recomendaciones para la salud del
sueño que promueven la restricción del uso nocturno de alcohol y
nicotina para mejorar la continuidad del sueño.
Fuente:Econoticias.com