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La idea de Donald Trump de comprar Groenlandia al reino de
Dinamarca no tiene posibilidades de prosperar, opina Piotr Akópov en Vzglyad.
EEUU obtuvo casi la mitad de su territorio por dinero y su presidente actúa
"como un hombre de negocios: "si algo te puede traer beneficios, hay
que comprarlo".
Al principio solo fueron compras a los nativos americanos por
los colonos británicos y holandeses, entre otros. Pero cuando EEUU alcanzó la
independencia de Inglaterra, la práctica de comprar tierras se hizo más usual:
entre 1803 y 1917, los estados de EEUU compraron millones de kilómetros
cuadrados.
La compra más grande resultó ser la primera: la compra de
Luisiana a Francia. El territorio es hogar hoy de 13 estados. Después les
vendieron sus tierras los españoles, los rusos, los mexicanos y los
daneses, recuerda Akópov.
"Evidentemente no todos se las vendían
voluntariamente", opina. "Los mexicanos perdieron la guerra contra
EEUU y los 25 millones que obtuvieron a mediados del siglo XIX como pago solo
sirvieron para pasar el mal trago. Y España en 1898 vendió a los estados las
Filipinas, a la vez que renunciaban a Puerto Rico y a Guam por haber perdido
las guerras", señala.
Rusia vendió por voluntad propia Alaska. También por libre
voluntad se cerró el último de los grandes tratos, el firmado en 1917 con
Copenhague por el que Washington compraba las conocidas hoy como islas
Vírgenes por 25 millones de dólares.
Sin embargo, Akópov ve imposible que Estados Unidos compre Groenlandia. Ni Copenhague cederá ni mucho menos
Groenlandia, cuya clase política ya se ha pronunciado y cuya población está
incluso a favor de independizarse de Holanda. Muchísimo más a favor de no caer
en los brazos de otro Estado. Como recuerda el ruso, "incluso 162.000
millones de dólares no encandilarán al Gobierno de Copenhague". Comprar una isla que está en camino de ser
independiente es imposible. Ademá de "muy típico de Donald Trump".
"El concepto de soberanía del Estado se va a ir
erosionando cada vez más (…) El propio proceso de la globalización estimula el
pasar de la gobernanza a nivel estatal a la gobernanza a nivel subestatal: a
nivel de uniones regionales y de uniones interestatales", opina, y añade
que "quienes estén solos" no sobrevivirán, por lo que tendrán que
transferir el poder económico y luego el político a una entidad superior.
En cualquier caso, prosigue, los anglosajones y los franceses
no necesitan comprar nada a nadie. Después de que se cayeran sus imperios
coloniales quedaron en su poder muchas islas estratégicamente situadas por el
globo. Ahora, los estadounidenses poseen una enorme red de bases desde
Guantánamo a Okinawa. Fuente: SPUTNIK