La invaluable
colección de este lugar está compuesta por uno libros de los que solo quedan
tres ejemplares en el mundo, escritos que se salvaron de la hoguera inquisidora
y textos hechos a puño y letra por sus autores.
Bernardo
Suárez
Un 'libro
raro' carga sobre su lomo un peso mayor que el de sus hojas: haber
sobrevivido.
La Biblioteca
Nacional de Venezuela, ubicada en el Foro Libertador, en la zona norte de
Caracas, y diseñada por el reconocido arquitecto venezolano Tomás
Sanabria, alberga unos tres millones de volúmenes.
En el segundo
piso de esta construcción de 80.000 metros cuadrados se encuentra la 'División
de Libros Raros, Manuscritos y Archivos Documentales', donde permanecen
resguardados más de 800.000 documentos entre manuscritos,
libros y mapas, principalmente.
¿Qué es un
'libro raro'?
Una obra de
este tipo no necesariamente es antigua. Puede tratarse de una primera
edición, de un ejemplar único, que pudo haber pertenecido a un personaje
ilustre o que tenga una dedicatoria de un escritor
reconocido.
La escena es
la siguiente: un incendio arrasa con buena parte de una edificación y
entre los escombros encuentran un texto que se salvó. "Pasa a
ser un libro raro", explica el jefe de la división, Jorge Castro, durante
un recorrido por la biblioteca.
En diciembre
de 1999 ocurrió en Venezuela uno de los mayores desastres naturales, conocido
como la 'Tragedia de Vargas', que causó grandes inundaciones en las
zonas costeras. Allí, entre las estructuras que aún permanecen enterradas bajo
el barro, hay una biblioteca. "Si logramos rescatar aunque sea un
libro, debería pasar aquí, no importa el año de impresión ni de
edición".
"Si
fue prohibido por el gobierno de turno y logramos rescatarlo, es un
libro raro", agrega Castro. Iván Drenikof, fundador de esta
sección de libros raros hace casi 50 años, en una
oportunidad recibió un texto donde se denunciaban torturas,
asesinatos por motivos políticos y desapariciones. "Lo mandaron a
recoger y como tenía un amigo en la policía política, pudo
rescatar un ejemplar y lo tenemos aquí", relata el actual jefe de la
división.
Libros
escapistas
Estos
sobrevivientes no solo han huido de las llamas, de las inundaciones,
de los robos, de las tachaduras, de las mutilaciones, también se han
salvado del pensamiento imperante de una época que ha querido exterminarlos.
Los pasillos
de esta división, surcados por largas filas de estantes, son oscuros. Los
factores como la luz, la humedad y la temperatura están controlados para
preservar los tesoros que allí se encuentran; por ello hay deshumidificadores
en cada espacio y aire acondicionado con la graduación exigida
internacionalmente para este tipo de espacios.
El cuidado
que les proporcionan sus custodios se percibe en sus manos
enguantadas para manipularlos, en la forma detallada de hablar de cada uno
y en los protocolos que siguen para garantizar que los insectos, como la
carcoma, el xestobium rufovillosum o 'reloj de la muerte', y los hongos no
puedan deteriorarlos.
Incunables
absolutos
La Biblioteca
Nacional también posee incunables mundiales, que son los libros
impresos cerca de la creación de la imprenta moderna. Se consideran en
esta clasificación, los textos entre 1450 y 1500.
Entre los
cinco incunables universales que posee Venezuela, y que resguarda la
biblioteca, se encuentran:
- 'Tratado de derecho sucesoral' (1471), de Nicolás de Ubaldis. Es el libro más
antiguo de los textos que se encuentran en la biblioteca.
- 'Sobre los deberes u
oficios' (1492), del filósofo romano Marco
Tulio Cicerón.
- 'Vidas Paralelas' (1492), del filósofo griego Plutarco. Solo existen tres
ejemplares en el mundo: en Venezuela, en España y en Suiza.
'Diálogos' (1496),
de la santa católica Catalina de Siena.
- 'Comentarios de Beroaldo
al Asno de Oro de Apuleyo' (1500), de
Felipe Beroaldo.
Las lecturas
prohibidas de Miranda
De los
entrepaños de metal surge una colección de tomos de color rosa pálido, con
letras doradas. Martínez pide que sostenga uno mientras dice: "¿Sabes que
estás tocando uno de los libros de la colección de Francisco de Miranda?"
El 'Precursor
de la emancipación Americana' era un consumado lector que viajaba con más
libros que pertenencias personales, según relata el referencista.
Miranda fue señalado
por las autoridades inquisidoras de tener en su poder libros
prohibidos tanto en Europa como en África. ¿Los autores bajo su poder? Los
filósofos griegos Plutarco, Tucídides, Polibio, entre otros. Un caso
más de salvación.
Primeros venezolanos
De 1810 data
el primer libro impreso en Venezuela. Se trata del 'Calendario manual y guia
universal de forasteros en Venezuela', atribuido al educador y pensador
venezolano Andrés Bello. En el escrito, impreso en Caracas, se encuentran datos
históricos, judiciales y educativos, además de un almanaque, entre otros.
La guerra de
independencia también dejó a su paso próceres de papel. Juan
Badillo fue un patriota de los primeros impresores venezolanos. En 1816 los
realistas acabaron con su imprenta y no volvió a publicar material alguno.
"Son libros héroes que han sobrevivido a todo lo que pasó",
recuerda Castro.
El primer
libro de medicina editado en Venezuela se encuentra en este lugar. Se
trata del 'Epítome sobre la vacuna' (1826), un estudio sobre el descubrimiento
de la inmunización contra la viruela, escrito por el doctor y científico
venezolano José María Vargas (1786-1863), quien además presidió la comisión
encargada de repatriar los restos de Simón Bolívar, en 1842.
'Un crimen
misterioso' (1889), de Lina López de Arámburu o 'Zulima', considerada como la
primera novela escrita por una mujer venezolana, también tiene su lugar entre
las rarezas.
En esta parte
del recorrido, Yelson Martínez, referencista con dos años en el departamento y
29 como trabajador de la biblioteca, muestra en un estante con tapa
de cristal el 'Nuevo método de guitarra o lira', el primero de esta
temática publicado en el país suramericano. "Es una suerte de fetiche.
Cada guitarrista se para a verlo, incluso alguien me pidió que lo sacara y
lo apretó contra su pecho: 'este el mejor método de guitarra', dijo".
Grandes
rarezas
Venezuela
tiene además una de las colecciones más extensas sobre la Revolución
Francesa, compuesta por 2.500 ejemplares y una variada gama de
libros de todos los tamaños de 'Don Quijote de la Mancha'. El más antiguo data
de 1617.
'Arca de
letras y teatro universal', catalogada como un intento de enciclopedia, escrita
por Fray Juan Antonio Navarrete, es otra de las sobrevivientes a sus propios
designios, pues en sus primeras páginas se lee: "Yo no escribo sino
para mi utilidad, quémese todo después de mi muerte, que así es mi voluntad
de este asunto, no he de ser lector ni escritor para otros".
Además,
existe una amplia selección de manuscritos de plumas venezolanas entre las
que se encuentran las de Francisco Herrera Luque, Cecilio Acosta, Teresa de la
Parra, José Bernardo Núñez, Alberto Arvelo Torrealba.
Entre los
objetos valiosos documentales poseen un papiro del antiguo Egipto y una
tabla babilónica de 2048 A.C., durante el reinado de Shulgi. Además, tienen
un pequeño libro que cabe en la yema de los dedos, donde hay escritos siete padres
nuestros y una caja de cuero donde se llevaba la correspondencia del siglo XIX.
Biblioteca
Arcaya
En una gruesa
libreta de actas, el paso del tiempo queda plasmado con la letra de Pedro
Manuel Arcaya (1874-1958), intelectual y político venezolano. Su trazo va
modificándose con los años durante los que anotó cada uno de los 147.119
volúmenes de su colección privada, que fue donada a la Biblioteca Nacional
por su familia en 1958.
Esta
increíble colección está compuesta por libros, manuscritos, folletos, hojas
sueltas, periódicos, revistas, mapas y códices. Fuente: RT