Por Fran
Ruiz
Tomado de etcétera / México
Controvertida. Con su entusiasmo a lo Piojo Herrera mostrado
en cada victoria de Croacia, Kolinda Grabar-Kiratovic se ganó la simpatía de
periodistas y espectadores de todo el mundo, pero detrás de su sonrisa perenne
se esconde una dirigente xenófoba, amiga de corruptos y que coquetea con el
fascismo
No figuraba como favorita en ninguna quiniela, pero ahí está
Croacia, metida en la final de la Copa del Mundo de Futbol de Rusia, trofeo que
tratará de arrebatarle mañana a Francia y convertirse así en el primer país de
la desaparecida Europa comunista que gana un Mundial.
Y tan inesperado como el pase de esa pequeña república
balcánica (y sus escasos cuatro millones de habitantes) ha sido el nacimiento
de una estrella en este Mundial de Rusia, con el mérito, además, de no haber
tenido que tocar nunca un balón. Se trata de la presidenta de Croacia, Kolinda
Grabar-Kiratovic, de 50 años.
La jefa de Estado croata logró llamar la atención de todo el
mundo por su entusiasmo desbordado con el que celebró cada gol y cada victoria
de Croacia. También ayudó su espontaneidad y su manera tan poco ortodoxa de
presenciar los partidos. Primero, pidió permiso sin goce de sueldo para viajar
a Rusia; luego, se pagó de su bolsillo cada boleto de avión para seguir a su
selección y viajó en clase turista. Como una aficionada más, prefirió mezclarse
entre sus compatriotas en las gradas y lucir como ellos la camiseta con el
típico tablero de ajedrez rojo y blanco que distingue a la selección nacional y
al escudo de la bandera.
De haber sido Croacia eliminada en la primera ronda, nadie le
habría prestado atención, pero cuando fue convencida de que subiera al palco de
autoridades, a medida que Croacia iba escalando más alto, llamó poderosamente
la atención, porque, en vez de guardar las formas, se comportó como si siguiera
rodeada de la masa de compatriotas que festejaban con gritos y saltos cada gol.
De hecho, la condición que puso para subir al palco fue que la dejasen lucir su
camiseta con el escudo croata. Hasta aquí, la cara amable de la historia de
Kolinda.
¿Pasión futbolera o ultranacionalista? Tanta sobreexposición
a las cámaras y a los fotógrafos es un arma de doble filo. La presidenta croata
ha visto cómo su popularidad creció como la espuma en su país y recibe elogios
simpáticos desde medios de todo el mundo. Pero también ha servido para que
otros medios rasquen en su trayectoria política y se pregunten si, detrás de
tanta pasión futbolera, no se esconde su conocido sentimiento
ultranacionalista, y su deseo de restregar la Copa a sus vecinos los serbios,
sus eternos enemigos. A fin de cuentas, Croacia y Serbia se enfrentaron en una
sangrienta guerra civil hace menos de tres décadas, cuando el parlamento de
Zagreb se declaró independiente de Yugoslavia y Belgrado se levantó en armas
para no dejar escapar esa república bañada por el Mediterráneo, como finalmente
ocurrió en 1995.
Kolinda Grabar-Kiratovic ganó las elecciones en diciembre de
2014 con el partido ultraconservador Unión Democrática Croata y un programa
xenófobo y antiinmigrante. Antes, tuvo que esquivar con éxito el primer
escándalo en el que se vio envuelta, cuando se descubrió que su marido viajaba
gratis a costa de las arcas públicas, cuando ella fue embajadora en Washington.
Pero el escándalo que erizó el vello de muchos balcánicos (y
europeos) fue cuando se dejó fotografiar con la bandera de los ustachas, los
fascistas croatas que se pusieron al servicio de los nazis para exterminar
judíos, gitanos y, de forma entusiasta serbios y bosnios musulmanes, sus
“hermanos” balcánicos. Lo preocupante no es que su foto, posando
sonriente junto a compatriotas con la bandera filonazi croata, fuese un pecado
de juventud postadolescente, sino que se la tomó apenas en noviembre de 2016,
durante un viaje a Canadá, ya como jefa de Estado.
En vez de dimitir (como habría hecho la canciller alemán Ángela
Merkel si se fotografía con una bandera nazi) la mandataria croata le quitó
importancia, recordando que esa misma bandera ondeó en el Parlamento de Zagreb
cuando el país luchaba por su independencia.
Más información en: https://bit.ly/2L16eA0