El comportamiento humano está
influenciado por el ADN, y de éste se desprende la ideología política,
en la que participan múltiples genes. Uno de los más estudiados en este
aspecto es el DRD4. Cómo influye la genética en la decisión política
El comportamiento humano está
influenciado por nuestro ADN, o sea, la combinación de nuestros genes y
los factores externos como la crianza, la educación y el medio ambiente
con el que tenemos contacto en forma cotidiana, impactan en el
desarrollo de una persona. Es la conjunción de lo que heredamos y el
mundo al que nos exponemos con diferentes vivencias y emociones lo que
define la personalidad.
Los genes participan del amor, la
felicidad, la infidelidad, la longevidad, los gustos, los sabores, las
pasiones, el comportamiento agresivo e inclusive en personalidades que
toman riesgos. Por lo tanto, por qué nos llamaría tanto la atención que
la información más profunda, sensible y ancestral que tenemos forme
parte de nuestra ideología y tenga un rol significativo en nuestra
participación democrática.
Aunque como en todos los casos del
comportamiento humano, como por ejemplo la ideología política,
participan múltiples genes, uno de los mejor estudiados en este aspecto
es el DRD4.
Variantes de este gen se han asociado
con personalidades que toman riesgos ya sea en la vida personal, en el
ámbito laboral o al practicar un deporte. Un cierto tipo de gen del
receptor del neurotransmisor dopamina participa en un sistema de señales
neuronales que regulan las emociones y el comportamiento.
La dopamina participa en el centro
placer-recompensa del cerebro, en el desarrollo de adicciones, en el
humor, en el sueño y en el aprendizaje, entre otras funciones.
Un estudio científico publicado en 2010,
realizado en los EE.UU. por investigadores de la Universidad de
Harvard y la Universidad de California San Diego, analizó una base de
datos nacional con información de más de 90.000 adolescentes, que
incluye marcadores genéticos de 2.574 individuos, incluidos los
marcadores que identifican variantes del DRD4.
Este equipo demostró que las personas
que tienen la variante llamada DRD4-7R (7R significa 7 repeticiones de
una secuencia de 48 letras del código genético), tuvieron en su
adolescencia un mayor número de amigos. Y, curiosamente demostraron que a
mayor cantidad de amigos se asoció significativamente con una ideología
política liberal, lo que corresponde a una ideología de izquierda. O
sea, a mayor cantidad de amigos en la adolescencia, una mayor
probabilidad que tener una ideología con tendencia a la izquierda.
Otro estudio científico publicado en
2015 realizado por investigadores de la Universidad de Singapur, quienes
analizaron a 1771 estudiantes universitarios chinos de origen Han (este
grupo étnico constituye más del 90% de la población de China) en
Singapur con el mismo objetivo: determinar la asociación entre variantes
del gen DRD4 y la ideología política.
Teniendo en cuenta la secuencia
mencionada anteriormente en la cual 48 letras en el código genético se
repiten entre dos (2R) y once veces (11R). La mayoría de los
participantes tenían dos repeticiones (2R) o cuatro repeticiones (4R).
Y, la interesante conclusión a la que arribaron estos científicos fue
que las personas con dos copias de la variante 4R tenían una ideología
política más conservadora, lo que podríamos decir que corresponde a una
ideología de derecha.
Otro fenómeno interesante es las ganas
de ir a votar. Algunos de nosotros cuando llega un domingo de elecciones
lo disfrutan con entusiasmo. Ese día, esa persona vive con gran placer
independientemente que en ese momento emita su voto por la continuidad o
el cambio. Investigadores de la Universidad de California San Diego
demostraron que la genética participa como un factor relevante en qué
tipo de personas tienen mayor ganas de votar.
Para evaluar el factor genético
analizaron a 768 gemelos y 560 mellizos, y concluyeron que el factor
hereditario o el ADN de esa persona es un 60% responsable de las ganas
que tiene esa persona de ir a votar. O sea, que existe un mecanismo
interno biológico que intrínsecamente tenemos los seres humanos, que
hace que además de la obligación electoral que tenemos por ley, vayamos a
votar esa jornada con ganas. Por otro lado, otro grupo de
investigadores concluyó que el factor genético o hereditario es
responsable del 40% de ese acto. Por lo tanto, podemos afirmar que
nuestro ADN participa en las ganas de que una persona vaya a votar en un
40-60%.
En algunos casos, la política forma
parte del ADN familiar. Por ejemplo en Argentina, hay múltiples ejemplos
históricos y más contemporáneos en los cuales varios integrantes de un
grupo familiar se han dedicado a participar en el sector público. En
estos casos podríamos decir que participa la genética y también los
factores externos. Algunos ejemplos, donde se incluyen algunos
familiares y un resumen de sus cargos:
Familia Sáenz Peña: Luis y Roque (ambos fueron Presidentes de la Nación).
Familia Uriburu: José
Evaristo (Presidente y Vicepresidente de la Nación), José Félix
(Presidente de la Nación), entre otros familiares que se dedicaron a la
política.
Familia Alfonsín: Raúl
(Presidente de la Nación y Senador de la Nación), y Ricardo (Diputado de
la Nación y Diputado de la Provincia de Buenos Aires).
Familia Menem: Carlos (Presidente de la Nación, Gobernador de La Rioja y Senador de la Nación) y Eduardo (Senador de la Nación).
Familia Menem: Carlos (Presidente de la Nación, Gobernador de La Rioja y Senador de la Nación) y Eduardo (Senador de la Nación).
Familia Rodríguez Saá: Adolfo (Presidente de la Nación y Gobernador de San Luis) y Alberto (Gobernador de San Luis).
Familia Kirchner:
Néstor (Presidente de la Nación y Gobernador de Santa Cruz), Cristina
(Presidente de la Nación y Senadora de la Nación), Máximo (Diputado de
la Nación), y Alicia (Gobernadora de Santa Cruz y Ministra de Desarrollo
Social de la Nación).
Para la ciencia, la decisión y acción de votar no solo está influenciada por agentes externos sino también internos: los genes.