Arturo Wallace / Tomado de BBC Mundo
El número de países que han dicho que no
reconocerán a la Asamblea Nacional Constituyente electa el domingo en Venezuela
por el momento supera claramente a los que han mostrado su apoyo o pedido
públicamente no intervenir en los asuntos internos del país.
Y aunque el presidente Nicolás Maduro se
ha mantenido desafiante, el apoyo de países como Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua
difícilmente podría compensar por las posibles sanciones que esos otros países
pudieran anunciar.
"Un vocero del emperador Donald
Trump dijo que no reconocen (a la Asamblea Constituyente). ¿Qué carajo nos
importa a nosotros lo que diga Trump? Nos importa lo que dice el pueblo de
Venezuela", dijo Maduro del presidente de EE.UU. una vez que se cerraron
las mesas de votación.
§ ¿Qué implica que grandes e influyentes países desconozcan la
Constituyente de Maduro en Venezuela?
¿Pero logrará el mandatario venezolano
conseguir nuevos apoyos para hacer frente a otras sanciones que pueda anunciar
Washington y romper la amenaza de un mayor aislamiento internacional?
Efectivamente, la lista de críticos de
la Constituyente convocada por Maduro va mucho más allá de EE.UU. e incluye a
verdaderos pesos pesados de la región como México, Brasil y Argentina, además
de Chile, Perú, Colombia, Panamá, Costa Rica, Canadá, Suiza, España y la misma
Unión Europea.
Y tal como está el mapa geopolítico
internacional en la actualidad, Venezuela inevitablemente tendrá que mirar a
China y Rusia, pero también a India.
De momento, de esos países sólo se ha
pronunciado Rusia, que pidió a la comunidad internacional que "ejerzan
moderación y abandonen sus planes destructivos" para que los venezolanos
puedan superar su crisis "sin interferencias externas".
China, por su parte, se han mantenido
en silencio. Y lo mismo ha hecho India, el único de los grandes importadores de
petróleo venezolano que se lo paga en efectivo, además de EE.UU.
Lo que plantea la pregunta: ¿qué puede
esperar realmente Caracas de Moscú, Pekín y Nueva Delhi?
Rusia: apoyo político y moral
En una de las primeras señales de apoyo
internacional, el Kremlin respaldó este lunes la instalación de la
Constituyente y criticó a los países
que cuestionaron o no reconocieron los resultados de la votación.
Un comunicado del Ministerio Relaciones
Exteriores de Rusia acusa a los países que presionan al gobierno de Venezuela
de "fortalecer la presión económica sobre Caracas" y de profundizar
la polarización.
Rusia: apoyo político y moral
En una de las primeras señales de apoyo
internacional, el Kremlin respaldó este lunes la instalación de la
Constituyente y criticó a los países
que cuestionaron o no reconocieron los resultados de la votación.
Un comunicado del Ministerio Relaciones
Exteriores de Rusia acusa a los países que presionan al gobierno de Venezuela
de "fortalecer la presión económica sobre Caracas" y de profundizar
la polarización.
Pero el editor del servicio de BBC
Rusia, Famil Ismailov, considera que el gobierno venezolano puede
esperar bastante apoyo político del Kremlin, pero un limitado apoyo material.
"Rusia ve lo que pasa en Venezuela
como otro esfuerzo por provocar otra 'revolución de color', como las de Ucrania
y Georgia, y por eso va a apoyar a Maduro y al gobierno venezolano hasta el
final", afirma Ismailov.
"Pero Rusia no tiene mucha
capacidad para apoyar a Venezuela económicamente. Así que lo máximo a lo que Caracas podría aspirar es a una
reestructuración de su deuda o, en el mejor de los casos, su condonación a
cambio de un mayor acceso para las empresas rusas".
Esa deuda, estimada en poco más de mil
millones de dólares, palidece sin embargo en comparación con los US$65.000
millones que se calcula que Venezuela le debe a China.
Y, a diferencia de China, Rusia también
negoció como colateral una importante participación en CITGO -la refinería y
comercializadora de derivados del petróleo de PDVSA en EE.UU.-, le recordó a
BBC Mundo Álvaro Méndez, un experto en las relaciones entre China y América
Latina de la prestigiosa London School of Economics (LSE).
Lo que significa que, en realidad, Rusia carece de mayores incentivos para intervenir de forma
decidida en la crisis venezolana
"En caso de necesidad Venezuela no
va a poder redirigir su petróleo a Rusia, simplemente porque Rusia no lo
necesita", destaca además Ismailov.
Aunque el editor de BBC Rusia, sin
embargo, está convencido de que el Kremlin va a apoyar moralmente a Venezuela
"hasta el final", porque "Putin nunca abandona a los
suyos".
"Putin es muy leal con sus amigos,
como demuestran los ejemplos de Siria e Irán", afirma.
Los venezolanos, sin embargo,
seguramente esperarán que las posibilidades de comparación con esos dos países
no se sigan profundizando.
China: pragmatismo y prudencia
Los US$65.000 millones de dólares que
Venezuela le debe a China no son una cifra para nada despreciable y dan
testimonio de lo mucho que se han estrechado lazos entre ambos países en los
últimos años.
Pero también son la causa de que el
mercado chino no sea una verdadera alternativa para el petróleo venezolano en
caso de que Estados Unidos decida prohibir la importación de crudo del país
sudamericano.
Efectivamente, las exportaciones de crudo desde Venezuela hacia el gigante
asiático no generan más ingresos para el país pues se
destinan al pago de esa gigantesca deuda.
"Y no estoy seguro que China la
quiera perdonar", le dice a BBC Mundo Méndez, también autor del libro
"El eje China - América Latina: mercados emergentes y su rol en un mundo
cada vez más global".
Méndez, sin embargo, sí está seguro de
que China no se va a pronunciar oficialmente sobre los asuntos internos de
Venezuela.
Y Matt Ferchen, un experto en las
relaciones entre China y las economías emergentes del Centro de Políticas
Globales Carnegie-Tsinghua, coincide plenamente.
"No creo que China vaya a hacer o
decir algo en relación con la elección de la Asamblea Nacional
Constituyente, en parte por su principio de no interferencia,
en parte porque lo de Venezuela es una crisis democrática y eso es algo que
ellos en el fondo no entienden", le dice a BBC Mundo.
"Pero la verdad es que deben estar
bastante preocupados. Aunque todo dependerá de cómo evalúen su posible impacto
para la estabilidad de Venezuela", agrega.
Por lo pronto, ante las dificultades de
pago de Caracas, China ya había ido reduciendo el volumen de sus préstamos a
Venezuela, pero sin cambiar su estrategia significativamente.
Aunque en junio del año pasado el
diario Financial Times reportó que representantes
informales del gobierno chino se habían reunido con los legisladores de la
oposición para tratar de garantizar el pago de su deuda en caso de un cambio de
gobierno.
"China se va a mantener al margen,
si acaso enviará mensajes privados", insiste sin embargo Méndez.
Y aunque Pekín tiene relaciones
económicas mucho más importantes con varios de los países de la región que ya
anunciaron que no reconocerán la Constituyente venezolana, Frenchen destaca que
ninguno "ha pensado siquiera en pedirle a China que se involucre en la
búsqueda de soluciones para Venezuela".
Lo que sugiere que China hará lo que considere que tenga que hacer para proteger sus
intereses, pero de forma discreta y prudente.
India: distancia y silencio
Las varias visitas de Hugo Chávez a
India han hecho que muchos en ese país estén pendientes de lo que ocurre en
Venezuela.
Y según la ex embajadora Neelan Deo,
cofundadora del Consejo Indio sobre Relaciones Globales Gateway House, además
de los simpatizantes de izquierda hay otros dos grupos que siguen con especial
atención los acontecimientos: la industria del petróleo y la
industria farmacéutica.
"Venezuela se ha vuelto un mercado
muy importante para las compañías farmacéuticas indias, aunque muchas se han
visto afectadas por los retrasos en los pagos", le dice Deo a BBC Mundo.
Y las exportaciones de crudo venezolano
hacia la India se han convertido en una de las principales fuentes de divisas
del gobierno de Nicolás Maduro, aunque según Deo esa factura "se ha
reducido a la mitad" como producto de la caída de los precios
internacionales del crudo.
India, sin embargo, sólo comenzó a
importar petróleo como resultado de las sanciones internacionales en contra de
Irán, que ya fueron levantadas.
Y aunque Deo no avizora una reducción
drástica de las importaciones procedentes de Venezuela, la nueva situación
ciertamente podría terminar dificultando el crecimiento de las mismas.
La exdiplomática india, en cualquier
caso, tampoco anticipa pronunciamientos oficiales del gobierno de su país sobre
el tema de la Constituyente venezolana.
"No lo han hecho y no creo que lo
vayan a hacer, porque el gobierno tiene sus propios problemas", explica.
Por lo demás, la decisión del primer
ministro Narendra Modi de no asistir a la última cumbre del Movimiento de
Países No Alineados, -celebrada en Venezuela en septiembre del año pasado-
puede interpretarse como una señal de su intención de mantener cierta
distancia.
Aunque Deo cree que las autoridades
indias no llegarán al extremo de posicionarse abiertamente sobre la situación
en el país sudamericano.
"Creo que no ven la utilidad de
tomar una posición al respecto si no pueden hacer nada para mejorar las
cosas", concluye la ex diplomática.