POR
VICTOR TORREALBA / Tomado de Monedas de Venezuela
A partir de 1965 comienza el Ejecutivo
Nacional a sustituir progresivamente la plata por el níquel puro, como materia
prima para la fabricación de monedas. Esto fue originado al aumento sostenido
del valor internacional de la plata, por lo que el público masivamente iba
acaparando las monedas de plata y comenzaba a notarse una escasez de las
mismas. La Moneda de 1 Bolívar de 1965 fue la última moneda de un bolívar de
plata que se acuño en Venezuela a continuación un poco de su historia.
El 13 de Diciembre de 1965, el Congreso
de la República promulgó una Ley en la que autorizaba al Ejecutivo Nacional
para que ordenara una acuñación de moneda de plata, níquel puro y cuproníquel.
La Ley contemplaba acuñar Bs.120.000.000 en moneda de plata de las
denominaciones de 5, 2 y 1 Bolívar.
El 21 de Diciembre del mismo año, el entonces
Presidente de la República Raúl Leoni, conforme a la ley citada, dictó el
Decreto Ejecutivo N°466, en el que ordenó la acuñación de 4.000.000 de piezas
de 5 Bolívares, 15.000.000 de piezas de 2 Bolívares, 70.000.000 de piezas de 1
Bolívar, y otras monedas de níquel y cuproníquel.
La Ley, y el subsiguiente Decreto
Ejecutivo mencionados fueron a todas luces anacrónicos, puesto que ordenaban
acuñar nuevos fuertes de plata cuando en la práctica ya había empezado su
recolección. Algo similar estaba sucediendo con el resto de las monedas de
plata.
Por razones que no logramos comprender,
el Gobierno se limitó a recoger los medios y los reales de plata y a
sustituirlos por los de níquel, mientras ordenaba una enorme cantidad de piezas
de 1, 2 y 5 Bolívares en plata. Si con la nueva acuñación de moneda de plata se
intentaba tranquilizar la opinión pública y frenar el acaparamiento, no se
logró el objetivo. El público masivamente iba acaparando las monedas de plata.
Se avizoraba que éstas, por el aumento en el precio del metal, iban a ser
descontinuadas.
El aumento sostenido del valor
internacional de la plata hizo que el Gobierno entrara en razón ya que la
acuñación definitiva de la moneda de 1 Bolívar y de la de 2 Bolívares fue muy
inferior a la decretada, reportando 20.000.000 de piezas acuñadas de 1 Bolívar,
y 7.170.000 piezas acuñadas de 2 Bolívares. La moneda de 5 Bolívares no fue
acuñada.
Para obtener estas dos monedas había que
solicitarlas en las taquillas del Banco Central, donde luego de una gran cola entregaban
algunas piezas de cada denominación como cupo máximo.
Las monedas fueron evidentemente
acuñadas en 1966. La fecha de 1965 sería la correspondiente a la de la Ley y
del Decreto.
La gran cantidad de piezas acuñadas de
esta moneda no debería llamarnos a engaño. Ha sido masivamente fundida desde
los tiempos de su emisión. Se continúa fundiendo aún hoy en día. Dentro de
algún tiempo, podría sorprender su escasez.
La acuñación estuvo a cargo de la Casa
de Moneda de París.