Por ORLANDO AVENDAÑO *
PanAm
Post entrevistó al sociólogo, escritor, politólogo, catedrático de la
Universidad de Barcelona, Universidad Ramón Llull, la Universidad
Nacional de Educación a Distancia y la Universidad Católica Andrés
Bello;
Tricás
no considera que la dictadura de Nicolás Maduro es poderosa; no
obstante, señala que estamos viendo el lado “más fascista y feroz” del
régimen chavista.
“Es
feroz, pero no es poderosa. Poderosa viene de poder y, el poder, en el
sentido político, necesita una legitimidad popular. Quien tiene apoyo
tiene el poder; y ahora estamos viendo que esta gente no tiene el apoyo
ni en Catia, ni en el 23 de Enero, ni en San Martín ni en El Guarataro”,
apunta.
En
esta oportunidad, dice Tricás, “los poderosos somos nosotros”: “Es la
población, la gente. Y el poder está en la calle. Hoy vemos como la
ciudadanía ha salido a las calles a ejercer el poder y es que es ahí, en
la calle, en donde este se disputa”.
“Pero
eso todavía está en disputa. Ahorita la calle, donde se ejerce y se
obtiene el poder, es un espacio en disputa. El chavismo está haciendo lo
posible y ha mostrado su fuerza para tratar de mantener el poder, pero
la oposición se lo ha arrebatado, hasta ahora”, recalca Tricás para
luego señalar que “al salir a las calles hemos demostrado que el poder
lo tenemos nosotros en este momento”. “Está en la gente y está en la
calle”, dice.
Tricás
considera que el punto de inflexión de esta nueva crisis política fue
la agresión al diputado de Primero Justicia, Juan Requesens: “Todo
comenzó hace dos lunes con el golpe a Requesens. En ese momento todos
estos diputados jóvenes (Guevara, Requesens, Pizarro, Olivares,
Paparoni, etc…) se les colaron a los partidos y a la MUD”.
“Los
partidos tenían su reloj generacional con un atraso de siglos, de
décadas. Pero ahora se le han colado los diputados que provienen del
movimiento estudiantil. Estos diputados, hace dos lunes atrás, no
pintaban nada dentro de sus partidos. Ahora estos jóvenes se impusieron y
toda la gente ha salido a respaldarlos”.
El
sociólogo destaca que la agresión a Requesens permitió a parte del
liderazgo demostrarle a la sociedad civil que sí existe un compromiso y
que sí se están arriesgando por el país.
“Antes
de eso la gente no confiaba en el liderazgo, y no era que la gente se
había entregado al chavismo, sino que no confiaban en un liderazgo que
podría terminar entregándolos en otro proceso de diálogo o en otra
torpeza. Pero ahora la gente está viendo un comportamiento de parte del
liderazgo que estaban esperando, ahora la gente ha dicho con orgullo:
‘¡Estos sí son mis diputados!'”, apuntó.
El
comportamiento de los diputados, que a su vez ha sido una reacción a la
presión de la ciudadanía, complicó el escenario para el resto de la
dirigencia opositora que no estaba dispuesta a emprender la lucha en la
calle, según cuenta Tricás: “Eso arrastró al resto de la dirigencia que,
ahora, se ha empezado a empapar de calle. Pero es que si no lo hacen
están acabados políticamente, y la mayoría de estos dirigentes no están
dispuestos a eso a estas alturas; pero no dude que muchos están en las
manifestaciones en contra de su voluntad. Ellos están acostumbrados a
quejarse, ahora tienen que actuar. ¡Debe haber menos queja y más
rechazo!”.
Para Tricás
se han alineado una serie de elementos que sugieren que esta nueva etapa
de manifestaciones no tiene precedentes y que, además, podría ser la
última. Es decir: la que logre el éxito.
“Tenemos
a la dirigencia valiente, a los vanguardistas, al resto de los países.
La oposición está actuando en las calles como un solo bloque. Ya no está
la señora que rechaza al joven guarimbero, no. Ahora todos están
comenzando a trabajar unidos y se está empezando a entender que esa es
la forma de lograr el éxito. Las piezas se han juntado y la consecuencia
de eso es que la ciudadanía le ha pasado por encima a los partidos”.
El
escritor y catedrático no cree que esta nueva conducta de la dirigencia
tenga que ver con la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática
(MUD). Para él “este ha sido un proceso interno de reconversión” que ha
terminado acabando con la MUD.
“Ya
la MUD no existe, existirá como organismo, pero no como fuerza política
de cambio. Ahora lo que está haciendo el papel de la MUD es: gente,
calle y liderazgo que no ha sido elegido a través de mecanismos
burocráticos”, espeta.
Tricás
es optimista. Para él “se ha logrado articular una buena oposición que
tiene el poder en las calles, que ha sacado a la gente de sus casas”.
“¡Por
fin! Esto era lo que se estaba esperando desde hace tiempo. Ahora
estamos viendo un movimiento que, si se lleva bien, podría ser
definitivo y podría suceder en el fin de la dictadura. El chavismo sabía
que si todas esas piezas se juntaban: ‘¡A correr!'”, apunta el
politólogo.
El
profesor considera que hay varios indicios que demuestran que estamos
presenciando el fin del chavismo. Según él, estamos viendo una conducta
que los delata.
“Has
visto el discurso del chavismo. Aristóbulo diciendo que va a dar su
sangre por la Revolución, a Bernal diciendo que va a sacar una
Kalashnikov para defenderla… Jamás habíamos visto un discurso así. Antes
era triunfalista, decían que nos iban a aplastar, ahora dicen que van a
dar su vida por la Revolución. Mira, ese tipo de discurso es propio de
cuando ya está todo al límite. Es propio de un discurso de cuando estás
perdiendo. Estos tipos ya se quieren inmolar, es como Allende”.
“Estamos viendo el discurso del final de la Revolución”, esgrime Jorge Tricás.
El chavismo está acabado, dice; pero aún no ha caído, no obstante, eso podría ocurrir en cualquier momento.
“El
chavismo ya no tiene absolutamente nada más que ofrecer. En cualquier
momento podríamos presenciar la toma de la Bastilla o la del Palacio de
Invierno. Lo que parece que tienen es a los colectivos y a un grupo de
militares enquistados en el aparato del Estado”.
“Y
mira, los colectivos lo que son es el lumpen organizado, las fuerzas de
choque. Lo que vemos son el brazo anónimo que evita que el Ejército se
manche las manos de sangre; pero eso es insostenible con el tiempo.
Estamos viendo como el chavismo ha sido reducido a lo mínimo: se ha
devuelto a su origen, se devolvió a los cuarteles y queda la parte
militar fascista”, señala.
Entonces,
para lograr la salida de la dictadura, Tricás propone: “Calle, calle y
más calle. Hay que ir sumando gente, y eso va a derivar en que, en
cualquier momento, algún oficial salte la talanquera y se cree una
grieta en las Fuerzas Armadas y en el resto de las instituciones
chavistas. Ahí vamos a terminar de ver el desmoronamiento del chavismo”.
Aún
eso no se ha dado porque “el venezolano es miedoso”. “Los que estén
dispuestos a actuar deben tener la garantía de que eso va a ser exitoso,
y quizá todavía no se ha presentado la oportunidad”, añade.
Aunque,
es cierto que el régimen está violento. Es decir, estamos viendo a una
dictadura que está reprimiendo brutalmente y asesinado, ¿cómo se
contrarresta esto? ¿qué se puede hacer al respecto?
“A
ellos los desgasta la violencia, los crímenes y eso va a forzar el
desmoronamiento del chavismo. Mira, ahora tenemos a toda la comunidad
internacional pendiente de lo que ocurre acá en Venezuela porque hay
presos y agredidos. O sea, porque la dictadura ha expuesto su carácter
criminal, y eso ha prendido las alarmas del mundo”.
Es
por eso que, refiere, “hay que buscar ser incómodo, debemos entrar en
terrenos que ellos nos han dicho que no podemos pasar. Hay que
exorcizarle al régimen su carácter violento. Deben ser expuestos”.
“Mira,
Montesquieu decía que las tiranías perecen desde adentro… Eso porque
solo saben generar y hablar con la violencia. No saben construir poder.
Las tiranías son brutas y violentas, y todo esto termina condenándolos. A
estas alturas el modelo chavista no es viable, y al mostrar la
violencia evidenciando que les queda poco”.
Claro,
salir de una dictadura jamás podría ser fácil. La libertad tiene un
costo y la sociedad civil, parece, está dispuesto a pagarlo.
“Estás
desalojando a una dictadura, ¡no hay duda que estamos ahorita en ese
proceso! Es inevitable que el costo sea grande. El peligro al que te
expone está en función a la salida que tú escoges. Claro, hay que
siempre tratar de minimizar los riesgos, y ello se logra con
organización, estrategia y sin tomar riesgos innecesarios. Hay que
buscar los máximos logros posibles con los mínimos costos”, prosigue
Tricás.
“Mira,
sí creo que estamos en la inminente salida del chavismo. El agua no
hierve a 99 grados, pero a 100 sí. Y no hay duda que hoy el agua está
muy caliente. Todo está mucho más fácil que hace meses, incluso semanas.
Hay esperanza porque la sociedad civil está en la calle, exponiendo al
régimen, y las piezas se han alineado”.
“Esto ha cambiado cualitativamente de la noche a la mañana”, concluyó el sociólogo y politólogo Jorge Tricás.