Luis Guillermo Solís |
EFE/ Diario La Verdad
En un encuentro restringido con medios en la Casa de América de Madrid, en el marco de su visita oficial a España, Luis Guillermo Solís, presidente de Costa Rica, se mostró preocupado por la crisis venezolana y el efecto en la población, y admitió la división en organismos como la Celac, donde "no hay un consenso claro"
El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís,
opinó hoy que la división existente entre las organizaciones regionales
latinoamericanas dificulta una unidad de acción que favorezca una
solución pacífica a la crisis en Venezuela.
En un encuentro restringido con medios en la Casa
de América de Madrid, en el marco de su visita oficial a España, Solís
se mostró preocupado por la crisis venezolana y el efecto en la
población, y admitió la división en organismos como la Celac, donde "no
hay un consenso claro".
Eso se traduce en que países afines al presidente
venezolano, Nicolás Maduro, bloquean iniciativas de otros, como Costa
Rica, favorables al respeto a los derechos humanos, a la separación de
poderes y a un calendario electoral claro.
Solís aludió a la "beligerancia" del secretario
general de la OEA, Luis Almagro, en relación con la situación en
Venezuela, lo que "limita" su papel en apoyar una solución.
"Hay que garantizar que la OEA tenga un papel
creíble en el escenario venezolano. Costa Rica no desautoriza al
secretario general, pero es importante que estos procesos se hagan
garantizando la serenidad del diálogo", afirmó el mandatario
costarricense.
Sobre el nuevo Gobierno estadounidense, Solís dijo
que tiene la percepción de que en las relaciones del equipo de Donald
Trump con América Latina "prevalece el país por país más que una visión
de bloque".
Solís rechazó que no haya habido una respuesta
firme de Latinoamérica respecto al muro que Trump quiere construir en la
frontera con México: "Es una decisión de Estados Unidos, pero sí ha
habido voces (en la región) de respecto a los derechos de los
migrantes".
"El fenómeno (de la inmigración) no se resuelve con
barreras cono yendo a las causas estructurales" que hacen que la gente
busque oportunidades en otros Estados, afirmó.
Hace poco se han cumplido 25 años de la creación
del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), una fórmula que Costa
Rica defiende porque "tiene sentido económico, comercial, político y
humano" para avanzar en ámbitos como la lucha contra la criminalidad
organizada, el cambio climático, las pandemias y la migración.
Sin embargo, Costa Rica cree que es preciso un
"refrescamiento" del SICA y un mayor liderazgo institucional para hacer
que el Sistema sea más eficaz, aunque hay problemas derivados del
diferente nivel de desarrollo de los vecinos centroamericanos y de la
falta de un "mecanismo de compensación" que equilibre la región en
campos como la educación o las infraestructuras.
En España, donde ha mantenido contactos políticos y
económicos, Solís ha trasladado las oportunidades de inversión que
existen en su país, más allá del tradicional sector del turismo, para
entrar en terrenos como el de las infraestructuras, la energía y los
servicios.
También quiere impulsar los compromisos del Acuerdo
sobre Cambio Climático de París, aunque perciba en la administración
Trump alguna reticencia al respecto.
Holanda será la siguiente etapa del viaje de Solís,
que cree que la relación con la Unión Europea ha tenido "altibajos" en
estos años, debido a la crisis económica y a la mayor atención que los
socios europeos han prestado a sus vecinos del este, los más recientes
en incorporarse al bloque europeo.
"Pero con la UE la relación trasciende lo
comercial, aunque sea el segundo socio tras Estados Unidos. Es un
referente en desarrollo democrático, de respeto a los derechos humanos,
en cambio climático...", afirmó el presidente de Costa Rica.
A falta de un año para culminar su mandato Luis
Guillermo Solís reiteró que no piensa propiciar una reforma
constitucional para que un presidente pueda renovar cargo de modo
consecutivo y no, como ahora, transcurridos ocho años desde su anterior
etapa.
"En la campaña dije que no quería ser reelegido y lo mantengo",
subrayó Solís, quien, no obstante, consideró que el actual sistema
impide que un "buen gobierno" pueda mantener su tarea durante ocho años
consecutivos.