TOMADO DE RT
Entre 1.300 y 2000 personas fueron víctimas a mediados del siglo pasado de
un experimento inhumano de EE.UU. realizado en Guatemala. A día de hoy, las
familias de los afectados siguen pidiendo justicia.
archives.gov
El 1 de octubre del año 2010, la ex secretaria de
Estado de EE.UU., Hillary Clinton, tuvo que pedir
disculpas oficialmente por unos delitos perpetrados por sus
predecesores en el Gobierno.
Entre los años 1946 y 1948, EE.UU. llevó a cabo un
experimento en el que miles de personas de Guatemala fueron infectadas
intencionadamente con sífilis y gonorrea sin su conocimiento. En su comunicado,
Clinton tildó de "antiéticos" los estudios, y prometió a realizar una
investigación detallada.
Los experimentos de EE.UU. se llevaron con
la aprobación del Gobierno guatemalteco y no fueron conocidos
públicamente hasta el año 2003. De su existencia se supo por casualidad,
cuando la catedrática de la Universidad de Wellesley, Susan Reverby, se topó
con ellos mientras examinaba los archivos del polémico estudio Tuskegee sobre la sífilis,
quizás el ejemplo más escandaloso de violación de la ética médica en la
historia de los Estados Unidos, según el portal 'Slate'.
El descubrimiento de Susan Reverby reveló que los
principales investigadores que participaron en el experimento Tuskegee habían
realizado con anterioridad un estudio de enfermedades de transmisión sexual en
Guatemala.
El experimento en el país centroamericano tenía el
mismo objetivo que el de Tuskegee -observar los efectos de la sífilis y de
otras enfermedades de transmisión sexual en el cuerpo humano y probar si los
tratamientos existentes eran eficaces- pero los métodos utilizados fueron aún
más atroces de lo sucedido en Tuskegee, una localidad rural de Alabama.
¿Por qué realizó EE.UU. este
experimento?
La razón para realizar ambos estudios fue
la preocupación creciente de los médicos estadounidenses por la alta
incidencia de sífilis y gonorrea en el Ejército del país. Según los
informes de la época de la Segunda Guerra Mundial, el tratamiento de estas
enfermedades entre los soldados costaba a EE.UU. unos 34 millones de
dólares, aparte de quitar recursos humanos a las tropas.
Un cartel de los años cuarenta cuyo fin era
concienciar a los soldados de EE.UU. sobre los riesgos de lsífilis.loc.govAnte la gravedad de la
situación, los médicos decidieron que tenían que probar una medicación
profiláctica, una medida para prevenir estas enfermedades en las personas que
se podían exponer a ellas. Otro de sus objetivos fue identificar el
rol que jugaba la penicilina en el tratamiento de estas enfermedades. El
problema que se encontraron fue que para llevar a cabo estos experimentos era
necesario encontrar personas sanas que estuvieran de acuerdo en ser
infectadas y luego estudiar el desarrollo de la enfermedad, por lo que
resultaban muy difíciles realizar en EE.UU.
¿Por qué el experimento tuvo lugar
precisamente en Guatemala?
Los médicos decidieron entonces llevar a cabo su plan
en Guatemala por varios razones. La primera de ellas se debía a que
el país centroamericano había celebrado recientemente sus primeras
elecciones democráticas y el nuevo Gobierno trataba de establecer unas
estrechas relaciones diplomáticas con EE.UU. Otro de los motivos fue
que uno de los directores de la investigación, John Charles Cutler,
doctor del Servicio de Salud Pública de EE.UU., conocía a un homólogo
guatemalteco que podía prestarle ayuda. Además de eso, el país tenía en aquel
entonces unas bajas tasas de incidencia de sífilis y gonorrea.
Cutler llegó a Guatemala en el año 1946 y
realizó sus primeros experimentos en una instalación penitenciaria del
país. Luego, el científico empezó a tener acceso a otras instituciones
en Guatemala - cuarteles militares, orfanatos, centros de salud
mental, y por supuesto, más prisiones.
Uno de s sujetos del experimento, foto del archivo
del doctor John Charles Cutler.archives.gov
¿Cómo infectaban a los
guatemaltecos?
Cutler empezó a infectar a los soldados y prisioneros
por vía de la prostitución. El investigador ponía los patógenos de sífilis en
los órganos reproductores de las prostitutas antes de que mantuvieran contacto
físico con los hombres, pero esto no dio ningún resultado: todas las mujeres
contrajeron la enfermedad, pero los hombres, no.
Luego recurrió a métodos aún más crueles:
Cutler comenzó a introducir la infección en la uretra de sus sujetos,
y ahí ya la cantidad de infectados creció con gran rapidez.
Además de eso, Cutler infectaba también a los
pacientes de la entonces única clínica psiquiátrica de Guatemala realizando
rasguños en la piel y en los genitales de los sujetos, utilizando una solución
de bacterias que forzaba a tragar a los pacientes, e incluso, por medio de
inyecciones directamente en la médula espinal.
Una de las víctimas del experimento de
Cutler.archives.gov
¿Qué pasó con los
infectados?
El Gobierno de Guatemala ha determinado
que más de 2.000 personas fueron infectadas con sífilis, gonorrea o
cancroide sin su conocimiento, mientras que EE.UU. sitúa la estimación en algo
más de 1.300 personas.
Cuando la Comisión Presidencial para el
Estudio de Asuntos de Bioética de EE.UU. completó un informe sobre el proyecto
en septiembre de 2011, lo tituló "Éticamente imposible" y
destacó las desmesuradas proporciones del experimento y su inhumanidad.
Según este órgano, de los 1.308 sujetos que habían
sido expuestos a las enfermedades de transmisión sexual, solamente
678 recibieron tratamiento médico.
En el año 2011 las familias de los infectados
presentaron una querella contra el Servicio de Salud Pública de EE.UU.,
aunque el caso fue rápidamente desestimado. Otra demanda judicial, abierta
por los afectados en el año 2015 contra las organizaciones que participaron
supuestamente en el crimen, está actualmente en curso.