“El gorila de
Grauer, una subespecie de gorila considerado el más grande del mundo y
confinado a vivir en una pequeña zona del este de la República Democrática del
Congo, está catalogado como en Peligro Crítico de extinción, en la Lista Roja
de Especies Amenazadas. La Lista Roja de la UICN clasifica las distintas
especies del mundo y documenta las amenazas contra las que cada una debe
luchar. Se reconoce como el estándar mundial sobre el estado de conservación de
los animales y la situación de en “Peligro Crítico” significa que se considera
que dicha especie está enfrentando un riesgo extremadamente alto de extinción.
Desde hace ya muchos años se advierte un descenso muy importante del número de gorilas
de Grauer (Gorilla beringei graueri), también conocidos como Silverback o
“espalda plateada” que viven en libertad y ello se debe principalmente a las
guerras provocadas por el Coltan y a la caza ilegal de estos simios por su
apreciada carne.
Una especie que desaparece
Que esta sub especie
de gorilas haya llegado a estar en peligro crítico de extinción es, según el
Dr. Andrew Plumptre, conservacionista principal en el Programa de Uganda de
WCS, la demostración fehaciente de que el gorila de Grauer, a pesar de ser el
simio más grande del mundo, es el más descuidado de África. Las encuestas de
WCS y FFI documentaron que la cantidad de especímenes de gorila de Grauer ha
disminuido por lo menos en un 77 por ciento en los últimos 20 años y en lugares
específicos ha desaparecido en un 94%.Al ser un animal longevo, 20 años se
consideran una generación entera, con lo que la conclusión es que estos simios
están desapareciendo con alarmante rapidez. Sólo se consideraba un sitio
seguro, al sector de las tierras más altas del Parque Nacional Kahuzi-Biega,
donde se han invertido recursos para proteger a estos simios de la caza, pero
la guerra del Coltan también ha llegado allí.
El Coltan, la guerra y los gorilas.
La principal causa
del peligro que los acecha es la caza de estos animales silvestres por su
carne, que se está llevando a cabo alrededor de aldeas y campos mineros,
montados por los diversos grupos armados en los bosques del este de la
República Democrática del Congo. Las minas se establecen en zonas remotas para
proporcionar financiamiento de armas para continuar la lucha armada, pero al
internarse en la selva para evitar la detección llegaron a las zonas donde los
gorilas han sobrevivido debido a la lejanía de los pueblos y las carreteras. No
hay agricultura en estos sitios, por lo que la gente subsiste gracias a la caza
y los gorilas proporcionan más carne que la mayoría de las especies por
cartucho empleado y pueden ser rastreados con bastante facilidad porque son
principalmente terrestres y se mueven en grupos. La guerra del Coltan, un
material del que se extrae el tantalio, con el que se fabrican móviles y
aparatos de electrónica, no solo está diezmando a las poblaciones locales, sino
que podría acabar con los últimos gorilas de las montañas.
Fuente: Naturaleza