Lo construyó Marruecos
cuando ocupó ese territorio. Es el muro militar más grande del mundo con 2720
kilómetros, lo vigilan 160 mil soldados marroquíes y están enterradas entre 7 y
10 millones de minas antipersonales que causan miles de muertos y mutilados.
Los saharauis reclaman su territorio y reivindican su derecho a la
autodeterminación.
"El
tema del Sahara Occidental comienza con el reparto de África en el Congreso de
Berlín en el año 1885, donde una pequeñísima parte de África le es otorgada a
España. Esa parte fue, por un lado, Guinea Ecuatorial, y por otro, el Sahara
Occidental", explicó Luz Marina Mateo, Magister en Relaciones
Internacionales y Secretaria de la Cátedra Libre de Estudios sobre el Sahara
Occidental, única en el mundo, del Instituto de Relaciones Internacionales de
la Universidad Nacional de La Plata.
Según expuso Mateo, en 1975 España se
retiró de la zona, y le dejó "a través de los acuerdos de Madrid, la
administración del territorio del Sahara Occidental a Marruecos y a Mauritania.
Estos acuerdos se plantearon ilegales".
Sahara Occidental tiene un doble estatus
jurídico. "Por un lado en 1976 se proclamó la República Árabe Saharaui
Democrática. El Frente Polisario había ya comenzado la lucha armada. Le gana a
Mauritania, y Marruecos toma la parte que, por los acuerdos tripartitos de
Madrid, se había cedido a Mauritania. Pero, por el otro lado también, al no
haberse dado el referéndum de autodeterminación que la ONU le reclamaba a
España desde inicios de la década del 60, pasó a ser parte de los territorios
no autónomos que integran el Comité de descolonización de la ONU", afirmó.
Sobre el muro militar construido por
Marruecos, explicó que es "60 veces más grande que el muro de Berlín, y el
segundo más grande después de la muralla china".
Por otra parte, Mateo explicó que el
muro parte al Sahara Occidental en dos y que "la parte más rica, es la
parte que está en manos de Marruecos.
"Es
la parte rica en fosfatos y es uno de los bancos pesqueros más ricos del
Atlántico, donde pescan la Unión Europea y otros países", detalló.
En ese sentido aseveró que "esto no
lo podemos mirar en clave de un enfrentamiento entre Marruecos y la República
Saharaui. Esto, visto en clave internacional, tiene que ver con todas las
potencias y los intereses que confluyen".