BBC Mundo
Ni cuatro dardos tranquilizantes sirvieron para evitar la muerte de Juma, un jaguar que fue sacrificado a tiros cuando se salió de control durante el paso de la antorcha olímpica en Brasil.
Juma había sido puesta en exhibición mientras la antorcha de los Juegos Olímpicos de Río hacía su paso el lunes por Manaos. Pero, de un momento a otro, el animal salió de control.
Los soldados dispararon dardos tranquilizantes, pero al no mostrar efecto, abrieron fuego contra el jaguar que murió. Este accionar ha desencadenado críticas al gobierno de Brasil.
"Fue un error el permitir que la antorcha olímpica, símbolo de paz y unidad entre los pueblos, fuera mostrada al lado de un animal salvaje encadenado", escribió Río 2016.
"Esta escena es contraria a nuestras creencias y valores. Estamos muy tristes por el desenlace que se dio después de que pasara la antorcha".
El Comité dijo que no volverá a pasar un incidente como este en los Juegos que comienzan el 5 de agosto.
Diogo Lagroteria, un veterinario y analista ambiental del Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables, dijo al portal de noticias G1 de la cadena Globo que un jaguar jamás puede ser considerado un animal dócil o domesticado.
"El incidente ocurrió por el simple hecho de que un jaguar y cualquier animal salvaje siempre será un animal salvaje. No se puede predecir cuál será su reacción ante este tipo de situaciones".
La muerte de Juma se suma a las críticas por los retrasos en las obras de las sedes olímpicas, los riesgos para las delegaciones y el público en general por la presencia del virus zika, la renuncia del ministro de Turismo entre acusaciones de corrupción y el reciente decreto de "estado de calamidad pública" en Río de Janeiro.