ECONOMÍA
ENCUENTRO CON PIERRE MOSCOVICI, COMISARIO DE ASUNTOS ECONÓMICOS
El
comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre
Moscovici, comparece en rueda de prensa tras la reunión de ministros de
Economía y Finanzas de la UE en Luxemburgo
El comisario de Asuntos Económicos europeo, Pierre Moscovici, urge a los 28 Gobiernos de la Unión Europea a evitar que los 'Papeles de Panamá' se conviertan en munición para los partidos populistas europeos.
En un encuentro con varios medios europeos, entre los que
estaba EXPANSIÓN, Moscovici ha mostrado su preocupación por las
consecuencias políticas de la filtración de millones documentos de los
clientes del bufete panameño Mossack Fonseca, especializado en la
creación de sociedades opacas. Pero a su vez el político francés instó a
los Estados Miembros a aprovechar la ocasión para apoyar las propuestas
de la Comisión Europea en la lucha contra la elusión y el fraude
fiscal.(...)"Por un lado [el escándalo] es una buena noticia para el populismo. El riesgo, si no actuamos, es que la recepción de la opinión pública sea 'están todos podridos'. Los políticos, los inversores, los países, los Gobiernos... Eso supone un gran peligro, aunque no sea verdad", defiende Moscovici.
Sin embargo, el político francés empatiza con ciertas críticas: "Cuando algunos movimientos, no importa si son ONGs o partidos políticos, piden una lucha más intensa contra la evasión fiscal y contra la erosión de las bases imponibles, eso no es populismo. Cuando esos movimientos dicen que es injusto que los ciudadanos de a pie paguen su parte de impuestos y otras compañías y ciudadanos, porque son más ricos y pueden recurrir a un banco a un bufete de abogados, pueden construir un mecanismo que les evita tener que pagar su parte justa de impuestos, eso no es populismo".
"Yo llamo populismo a aquellos que intentan decir que todo el sistema está podrido, que los actores están podridos, que todo el mundo debe ser tratado y condenado igual. No creo que eso se cierto. Las cifras de la evasión son considerables, pero incluso así, el 99% de las compañías y de la gente son contribuyen honestamente con su parte justa de impuestos".
El comisario no ahorra en epítetos: "Estoy indignado, furioso por lo que ha sido revelado esta semana. No sabemos todavía cuánto de todo esto es ilegal, pero la mayor parte es cierto, y es inmoral, antiético y simplemente inaceptable Las cantidades de dinero, las jurisdicciones, los nombres de todo este asunto son escandalosas".
Y promete una respuesta: "Tenemos que luchar contra ese peligro diciendo que esto son también buenas noticias. [Los Papeles de Panamá'] han arrojado luz sobre prácticas inaceptables y reforzarán la mano de aquellos que hemos estado diciendo que 'basta es basta'. Nunca antes hemos tenido un mandato tan claro para actuar [...] Si estas informaciones revelan que la ley europea ha sido quebrantada o muestran vacíos legales en nuestra legislación, la Comisión Europea sin duda adoptará las acciones apropiadas".
Pero el gran problema de Moscovici, como el de todos sus predecesores que han estado a cargo de la cartera de Fiscalidad en la Comisión Europea, es que para que sus proyectos vean la luz necesita el visto bueno de todos los Estados Miembros.
Lista negra de paraísos fiscales en seis meses
Por eso mismo el comisario aprovechó la ocasión para reforzar políticamente algunas de su ideas: "Los Estados Miembros tienen que asumir su responsabilidad. Tienen que ser tan ambiciosos como lo somos nosotros para prevenir este tipo de comportamientos horrorosos en el futuro".Y entre esas ideas para las que Moscovici confía en ganar tracción, sobresale la lista negra paneuropea de paraísos fiscales. "Antes de los papeles de Panamá era importante avanzar hacia ello, después, o durante, porque esto todavía no ha terminado, es absolutamente esencial [...] Lo que digo son dos cosas: Primero, me siento reforzado para pedir que se cree esta lista, y segundo, la necesitamos rápido. Yo digo seis meses".
El propio Moscovici reconoce que es un objetivo ambicioso -"probablemente es demasiado"- pero enseguida se enmienda: "Necesitamos ir rápido. Muy rápido".
En estos momentos, lo más parecido a una lista negra europea es la que la propia Comisión hizo en junio del año pasado incluyendo todos los países que alguno de los Veintiocho consideraba "jurisdicción no cooperativa en asuntos fiscales". Pero los criterios de cada país son distintos. Portugal identifica más de 80 paraísos, pero Alemania ninguno. Panamá era 'no cooperante' sólo para 8 Gobiernos, pero no para los 20 restantes... El resultado fue algo burdo, reconoce el propio Mosvocici.
La idea ahora es definir cuanto antes una serie de criterios comunes para identificar qué es un paraíso fiscal. Entonces los Gobiernos marcarán los países que, en su opinión, cumplen esos criterios, y con esos mimbres se construirá una lista única en octubre. Según explican fuentes comunitarias, esta sería primero de uso interno. La UE la utilizaría como amenaza para que los países señalados adoptaran medidas correctoras. Si no lo hacen, saldrán en la versión definitiva.
La filosofía que pretende aplicar la Comisión es clara: "Señalar y denunciar [traducción libre del 'name and shame' inglés] es bastante útil. Estar en una lista es un incentivo poderoso para que un país quiera salir de ella y vaya lo más lejos posible en la implementación de los estándares globales de gobernanza", afirma el comisario. Sin embargo, también contempla sanciones: "Si hay una lista, tiene que haber sanciones. Y estas se estudiarán".
Y aunque todavía no están consensuados los criterios, Moscovici ya tiene un candidato en mente para entrar en la lista: "A diferencia de otros países, Panamá no ha querido entrar en diálogo con la UE. Me preocupa especialmente que no quiera adherirse a los estándares globales de información de la OCDE. Urjo a Panamá a replanteárselo".
Directiva anti-elusión fiscal
Pero además de la lista negra, Moscovici confía en que los 'Papeles de Panamá' le ayuden a sacar adelante otras iniciativas, como el desglose público de información país por país, propuesta que presentará el próximo martes; o la directiva antievasión fiscal, presentada en enero y que necesita el visto bueno de los 28 Gobiernos.Con esta última directiva, la Comisión Europea quiere vetar ciertas prácticas utilizadas por las multinacionales para traspasar beneficios a las jurisdicciones fiscales con tipos impositivos más favorables. Para el francés es fundamental: "La parte de esas propuestas que ataja las sociedades instrumentales, como las de Panamá y otros paraísos fiscales, es la cláusula general antiabuso. Necesitamos esta cláusula. Absolutamente. La necesitamos ya".
Esta cláusula que propone la Comisión es una especie de cajón de sastre que se aplicaría cuando las autoridades crean estar ante un caso de ingeniería fiscal artificial, pero no pudieran encajar la práctica en ninguno de los casos tipificados. Según la propuesta comunitaria del 29 de enero, la directiva "permitiría a las autoridades fiscales ignorar estructuras fiscales totalmente artificiales" y gravar "en base a la sustancia económica real".
"La pelota está en el tejado de los Estados Miembros. Espero que den prioridad a esta directiva y la aprueben completamente. Les diré a aquellos ministros, que si bien no reticentes, sí están siendo más prudentes que ser prudente no es una opción. No hay excusas para retrasarlo [...] Si solo aprobamos la mitad de la directiva, solo recorreremos la mitad del camino", advierte el comisario.