Reuters
Los griegos votaron abrumadoramente que "No" en un referendo sobre un rescate financiero de sus acreedores, desafiando las advertencias en toda Europa de que un rechazo a nuevas medidas de austeridad a cambio de ayuda financiera podría poner al país en un curso de salida de la zona euro.
Con casi la mitad de los votos
escrutados, las cifras oficiales mostraban que 61% de los griegos habrían
rechazado la oferta de los acreedores que se puso a consideración en la
consulta.
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La sólida victoria del
"No" contrasta con los sondeos que auguraban un resultado cerrado.
Además, pone a Grecia en un terreno no conocido, en que se arriesga al
aislamiento financiero y político en la zona euro y a un colapso de sus sistema
financiero si los acreedores se niegan a entregar ayuda.
Pero para millones de griegos
el resultado fue un mensaje claro a los acreedores de que no aceptarán más
medidas de austeridad sobre medidas de austeridad.
El primer ministro griego
Alexis Tsipras había denunciado que el precio a pagar por el rescate financiero
era un "chantaje" y una "humillación" al país.
Cientos de griegos se volcaban
a la plaza Syntagma frente al Parlamento para celebrar.
"Este es un sello de la
voluntad del pueblo griego y ahora le toca a los europeos mostrar que respetan
nuestra opinión y quieren ayudar", dijo Nikos Tarasis, un estudiante de 23
años.
Funcionarios del Gobierno
griego, quienes han argumentado que un voto "No" fortalecería su
posición negociadora para llegar a un mejor acuerdo con sus acreedores tras meses
de disputas, inmediatamente dijeron que tratarían de reanudar las
conversaciones con sus socios europeos.
"El Gobierno tiene ahora
un fuerte mandato, una fuerte mano negociadora, para conseguir un acuerdo que
abra nuevas vías", dijo el ministro de Trabajo, Panos Skourletis.
El ministro de Finanzas, Yanus
Varoufakis, dijo que llamará a sus socios europeos para buscar un terreno común.
Sin embargo, un funcionario de
la zona euro dijo que no hay planes para una reunión de emergencia de los
ministros de Finanzas del Eurogrupo.
Socios europeos habían
advertido de que un rechazo del plan pondría a Grecia en camino de salida de la
zona euro, provocando una desestabilización de la economía mundial y de los
mercados financieros.
UN GOLPE A LA ZONA EURO
Las primeras señales eran que
una respuesta común europea podría tardar un par de días.
La canciller alemana Angela
Merkel y el presidente francés Francois Hollande se reunirán en París la tarde
el lunes, y la Comisión Europea -el brazo ejecutivo de la Unión Europea- se
juntará en Estrasburgo el martes.
"Los líderes de la Unión
Europea deben reunirse inmediatamente. La situación es demasiado grave para dejársela
a los ministros de Finanzas", dijo Axel Schaefer, dirigente del grupo
socialdemócrata en el Parlamento alemán.
Sin embargo, algunos políticos
europeos creen que nuevas conversaciones para un rescate de Grecia son
inimaginables.
"Con el rechazo a las
reglas del euro (...) las negociaciones sobre un programa de miles de millones
de euros son prácticamente inconcebibles", dijo el ministro de Economía
alemán, Sigmar Gabriel, un socialdemócrata que es parte de la coalición de
Gobierno.
Si se confirma, el resultado
sería un mazazo para el proyecto de una moneda única europea, que se quería que
fuera permanente e irrenunciable cuando se creó hace 15 años. La zona euro
puede estar ahora a punto de perder su primer miembro y ante riesgos de una
mayor desintegración.
La población griega, enfadada y
exhausta tras cinco años de recortes en las pensiones, una caída de la calidad
de vida y alzas de impuestos, sufrió en la semana previa a la consulta el
cierre de bancos retiros limitados en los cajeros automáticos y la posibilidad
de que el país literalmente se quede sin dinero.
Varoufakis, tiene previsto
reunirse el domingo con los principales banqueros del país.
El ministro de Estado, Nikos
Pappas, uno de los más cercanos al primer ministro Alexis Tsipras, dijo que era
"absolutamente necesario" restaurar la liquidez del sistema
financiero ahora que terminó la votación.
En los mercados del Asia Pacífico
el euro abrió con fuertes bajas frente al dólar y el yen.