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Numerosos científicos alemanes destacados formaban parte de las tropas de Hitler durante los primeros años de la Segunda Guerra Mundial. Pero, en 1943, tras sufrir una derrota aplastante en la batalla de Stalingrado, el mando supremo tomó la decisión de devolver a los investigadores a Alemania para que desarrollaran nuevas tecnologías militares, informa Gazeta.ru
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De esa manera apareció en 1943 'La
lista de Osenberg', que contenía los nombres de científicos 'de confianza' y
leales a Tercer Reich que deberían llevar a cabo nuevas investigaciones. No
obstante, la inteligencia estadounidense obtuvo acceso al documento y emprendió
la operación Paperclip para encontrar y sacar de Alemania a 'los mejores
cerebros' del régimen nazi.
La operación Paperclip tuvo lugar en
1945 con numerosas infracciones no solo del Cuarto Convenio de Ginebra,
sino también de los acuerdos personales alcanzados entre Iósif Stalin, Winston
Churchill y Franklin Roosevelt.
Unos 1800 científicos, en su mayoría
miembros del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP), fueron
llevados en secreto a EE.UU. Ninguno de ellos tenía cualificación para un
visado de entrada en el país dado que todos habían servido a la causa nazi.
El 'reclutamiento' por parte de EE.UU.
de estos científicos sigue siendo un acto muy contradictorio. Junto a
otros investigadores invitaron al médico Kurt Blome, que había contagiado tuberculosis a
los presos de campos de concentración . Una vez en EE.UU., el científico trabajó
en la creación de armas químicas para el Ejército estadounidense. Y también
reclutaron a Wernher von Braun, conocido por utilizar el trabajo de los presos
de Buchenwald y que se convirtió en el 'padre' del primer programa espacial de
EE.UU.