Por Cristina Fontenele
El
pesticida Nemagón fue ampliamente usado en las plantaciones bananeras de países
americanos, como en Nicaragua, Honduras, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Estados
Unidos y Guatemala. Sólo en Nicaragua, el producto ya cobró 110 mil víctimas
directas e indirectas. Ya fue probado que el agrotóxico puede provocar
esterilidad, abortos, mala formación genética, enfermedades en la piel y
cáncer. Después de años de lucha, campesinos/as nicaragüenses todavía siguen
pidiendo justicia a través de procesos como el movido contra la empresa
estadounidense Dole Food Company.
En las
mujeres, el pesticida provocó abortos frecuentes, cáncer de útero y mamas,
dolor en hígado y articulaciones. En los hombres, las principales secuelas
fueron esterilidad, pérdida de peso y cabello, además de manchas en la piel.
Existen también las consecuencias psicológicas y sociales, como la pérdida de
autoestima, depresión severa, tristeza y confusión. La impotencia y la
esterilidad provocaron también desequilibrio en los casamientos. A lo largo de
los años, muchos campesinos perdieron sus trabajos, se convirtieron en
alcohólicos o intentaron suicidio.
Trayectoria
En 1969, la
Standard Fruit Company inició la aplicación del Nemagón en sus plantaciones de
banana en América Central. En 1979, Estados Unidos se dio cuenta del potencial
cancerígeno del producto y prohibieron el uso en el país. En el mismo año,
Costa Rica hizo lo mismo.
En 2001,
Nicaragua aprobó la Ley nº 364 – Ley Especial para Tramitación de Juzgamientos
promovidos por las personas afectadas por el uso de pesticidas fabricados a
base de DBCP (dibromocloropropano) –conocido comercialmente como
Nemagón-Fumazone. Desde entonces, los trabajadores vienen denunciando a
empresas como la Dow Agro Sciences, Aka Del Monte Fruits, Del Monte Tropical
Fruit Company, Shell Oil Company, Occidental Chemical Corporation, Standard
Fruit Company, Dole Food Corporation Inc., Chiquita Brands International y Del
Monte Foods.
En 2002,
las empresas Dow Chemical, Shell Oil Company y Dole Food Company fueron
condenadas a pagar US$ 490 millones a 600 trabajadores nicaragüenses, pero se
negaron a cumplir la sentencia, alegando irregularidades en el proceso. Hasta
hoy, los procesos siguen en la justicia.