La tesorera del Barça pagó comisiones por contratos con venezolanos de Banco Madrid
Grupo Essentium, el conglomerado empresarial de la tesorera del F.C.
Barcelona, Susana Monje, habría pagado comisiones millonarias para
conseguir suculentas adjudicaciones públicas en Venezuela A finales de agosto, la petrolera venezolana realizó dos nuevas transferencias por un valor total de 1,4 millones de dólares, 1,1 millones de euros. Y, finalmente, el 22 de octubre de ese año, PDVSA ingresó otros 1,2 millones de dólares, en torno a 900.000 euros.
Los investigadores sitúan el foco en las salidas que registra la cuenta de Essentium automáticamente después de recibir esas cantidades. Y sus conclusiones son contundentes: “Se observa que detrás de cada recepción importante casi de inmediato suceden pagos a firmas offshore bajo el término eufemístico de 'pago por representación comercial de obra', para evidenciar comisiones de un nivel tan alto que resultan difíciles de justificar”
Grupo Essentium, el conglomerado empresarial de la tesorera del F.C. Barcelona, Susana Monje,
habría pagado comisiones millonarias para conseguir suculentas
adjudicaciones públicas en Venezuela, según consta en un informe de
inteligencia de la Policía Nacional fechado en junio de 2013, al que ha
tenido acceso El Confidencial. Se da la circunstancia de que los altos cargos de los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro que avalaron la concesión de esos contratos a Essentium son los mismos que habrían recibidos fondos opacos a través de Banco Madrid, como señala el informe del Sepblac sobre la entidad que ha dado lugar a una acusación formal de la Fiscalía Anticorrupción.(...)
El
documento policial, que había permanecido en secreto hasta ahora, se
centra en las relaciones empresariales de la familia Monje con el clan
más importante de Cataluña, el del expresidente de la Generalitat Jordi Pujol. Los investigadores aseguran que la actual presidente de Grupo Essentium, Susana Monje, mantiene una “muy estrecha relación”
con Oriol Pujol, el único de los siete hijos del fundador de
Convergencia Democrática de Catalunya (CDC) que decidió seguir en la
política.
Pero
el documento también profundiza en los vínculos de la familia Monje con
otros políticos del resto de España. Los investigadores recuerdan que
“el Grupo Essentium ha logrado sorprendentemente en plena crisis recibir
fuertes inyecciones de capital de origen difuso, con
lo que se expande en los mercados internacionales (su cartera de pedidos
asciende hoy [junio de 2013] a 1.400 millones de euros y el 75% procede
del exterior), e incrementar en el último lustro casi en un 265% su
facturación”.
Gran parte del espectacular crecimiento de Essentium
es consecuencia de los contratos que la tesorera del Barça logró en
Venezuela a través de un capítulo de adjudicaciones de emergencia
implantado por Chávez, que se utilizó para financiar proyectos
energéticos y sociales calificados como urgentes con miles de millones
de dólares procedentes de la exportación petróleo sin ser sometidos a
ningún tipo de controles.
Un portavoz de Essentium aseguró a este
diario que "el Banco de España conoce todas las cuentas y movimientos
con Venezuela y siempre ha dado su visto bueno".
Con la mediación de José Blanco
Según el informe al que ha tenido acceso El Confidencial, Essentium llegó a Venezuela en “los últimos meses del Gobierno socialista” de José Luis Rodríguez Zapatero
y “gracias a los contactos de [José] Blanco”, exministro de Fomento y
actual eurodiputado del PSOE, “con el presidente Chávez”. Fruto de esas
relaciones, el holding de la familia Monje habría conseguido una licitación para construir 3.262 viviendas sociales en un municipio cercano a Caracas, “así como la construcción de la línea 1 del metro de la capital”.
José Blanco. (Efe)
Exempleados
de la compañía facilitaron a los investigadores información sobre los
flujos dinerarios relacionados con las operaciones en Venezuela. “Los
movimientos bancarios sin duda evidencian el uso de maniobras habituales de blanqueo,
como el uso de cuentas lanzadera, que sólo tienen como fin recibir los
fondos y luego distribuirlos a los destinos finales”, asegura el
informe.
Una de las cuentas lanzadera de los propietarios del conglomerado empresarial identificada por la Policía operaba en dólares americanos
y se encontraba alojada en Banco Sabadell a nombre de Essentium Grupo
SL. En concreto, los investigadores accedieron a los movimientos de ese
depósito durante cinco meses (de junio a noviembre) del ejercicio 2012.
En total, las distintas transferencias analizadas suman 183,5 millones de dólares, 140 millones de euros al cambio, sólo una parte del negocio de la compañía en ese ejercicio.
Los ingresos de PDVSA
Con todo, el informe considera que los datos son suficientes
para extraer conclusiones. Los agentes subrayan en primer lugar que la
cuenta de Banco Sabadell recibía grandes sumas de dinero que luego eran
redistribuidas a otras cuentas del holding ubicadas en diferentes
entidades financieras (Caja Madrid, Banco Espírito Santo, Caixa
Catalunya, Santander, Turkiye Sinai...). Pero los agentes prestan
especial atención a otro tipo de movimientos: los trasvases de fondos de esa cuenta a otras aparentemente ajenas a Essentium ubicadas en paraísos fiscales.
En
efecto, la información conseguida por la Policía demuestra que la
cuenta de Banco Sabadell recibió a lo largo de 2012 grandes sumas de
dinero ingresadas por Petróleos de Venezuela SA. (PDVSA),
la compañía estatal de petróleos venezolana de la que sale el
presupuesto para financiar los proyectos de emergencia nacional. El 22
de junio de 2012, por ejemplo, PDVSA ingresó a Essentium 88,5 millones
de dólares, 68 millones de euros. El 3 de julio, PDVSA volvió a realizar
un abono a favor del conglomerado de los Monje, esta
vez, por importe de 1,5 millones de dólares, en euros, 1,2 millones. A
finales de agosto, la petrolera venezolana realizó dos nuevas
transferencias por un valor total de 1,4 millones de dólares, 1,1
millones de euros. Y, finalmente, el 22 de octubre de ese año, PDVSA
ingresó otros 1,2 millones de dólares, en torno a 900.000 euros.
Los
investigadores sitúan el foco en las salidas que registra la cuenta de
Essentium automáticamente después de recibir esas cantidades. Y sus
conclusiones son contundentes: “Se observa que detrás de cada recepción
importante casi de inmediato suceden pagos a firmas offshore bajo el
término eufemístico de 'pago por representación comercial de obra', para evidenciar comisiones de un nivel tan alto que resultan difíciles de justificar”.
Destinatarios en paraísos fiscales
La Policía no es capaz de
identificar a los beneficiarios de esas transferencias. Las sociedades a
la que se desvió el dinero actuaron como “cortafuegos”,
transfiriendo “más tarde al verdadero destinatario” los fondos. El
rastro del dinero se pierde en paraísos fiscales. No obstante, el
informe apunta que esas empresas por ahora anónimas “podrían estar
controladas en parte por la familia Monje”.
Todo indica, sin embargo, que los destinatarios de las transferencias fueron en realidad otras personas. En el momento de redactar estas conclusiones, los agentes aún no tenían conocimiento de los hallazgos sobre Banco Madrid
realizados por la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e
Infracciones Monetarias (Sepblac) que el Ministerio de Economía remitió
hace dos semanas a la Fiscalía Anticorrupción y que han dado lugar a un
proceso penal contra los responsables de la entidad.
Según el informe del Sepblac, una de las filiales de Essentium habría pagado comisiones de hasta el 4,8%
a altos cargos venezolanos a cambio de conseguir el contrato para la
rehabilitación de la línea 1 del metro de Caracas, que ascendió a 1.850
millones de dólares. Los sobornos habrían acabado en cuentas de Banco
Madrid y sus perceptores fueron los responsables de avalar la concesión
de esos contratos multimillonarios, altos cargos de la administración de
Chávez y Maduro vinculados en su mayoría a PDVSA, precisamente la
empresa pública que, como revela el informe de inteligencia de la
Policía, efectuó directamente los pagos en la cuenta de Essentium. Los
dos informes, el de la Policía y el del Sepblac, se cruzan dejando poco
espacio para la duda.