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12 enero, 2015

Señora Susana Díaz, ¡váyase al carajo! y respete al pueblo saharaui




Hoy voy a realizar una evidente y humilde confesión: “Llevo varios años trabajando desde el punto de vista legal con ciudadanos saharauis desde diversos ámbitos jurídicos como las solicitudes de residencia y de nacionalidad española, las reagrupaciones familiares, las negociaciones con diversos responsables administrativos desde éstas praxis, y me atrevo a afirmar, que el pueblo saharaui es  un pueblo digno, entrañable y que no merece el tratamiento despótico, arbitrario y discriminador llevado a cabo por las prácticas políticas y jurídicas de los diversos responsables del  Estado español”. (...)

Desde la anterior afirmación, cuando en el día de hoy, me encuentro con las declaraciones de Susana Díaz, responsable del gobierno “del régimen” de Andalucía en diversos medios de comunicación, renegando e impidiendo a los miembros de su gobierno visitar los Campos de Refugiados de Tinduf , no siento nada más y nada menos que asco e indignación; claro está, que esta “mediocre” estudiante de derecho de la Universidad de Sevilla que logró culminar su carrera de cinco años en diez,  que ha convivido con auténticos corruptos en la “querida y entrañable” Andalucía, y que ha permitido prácticas políticas cuestionables y deplorables tanto a nivel de su ámbito geográfico como a otros ámbitos a nivel nacional e internacional, ahora se atreve a dar la espalda a un pueblo como el saharaui, expulsado de su propio territorio a unos campos de refugiados en mitad del desierto de Argelia, y al que la ciudadanía del estado español le ha venido brindado su solidaridad desde el año 1.975.

¡Váyase al carajo! Señora Susana. Usted no es digna de representar a los pueblos dignos y mucho menos a una ciudadanía tan digna como la andaluza, cansada ya de tanto insulto a su alma y a su inteligencia. ¡Váyase al carajo!, y respete al pueblo saharaui y quienes apostamos por su derecho a la autodeterminación y por la extinción de las políticas que esquilman y roban sus recursos naturales a niveles tan importantes como la pesca y las minas de azufre, tan “amadas” y ansiadas por el Rey de Marruecos y su corrupto gubernamental cuerpo político y militar.

Está claro, que a la Sra. Susana no le interesa denunciar las políticas y prácticas criminales cotidianas del estado de Marruecos contra el pueblo saharaui.  El pueblo saharaui está  extremadamente harto de soportar años de torturas, represión y asesinatos en los territorios ocupados, así como  hartos de el eterno exilio en los Campamentos de Refugiados de Tinduf en condiciones de vida inhumanas de miles de ciudadanos y ciudadanas, muchos de ellos niños y ancianos,  con serias dificultades de acceso a la salud, a la alimentación, a la educación, a la vivienda, al trabajo… y todo ello  bajo la mirada traidora y permisiva del estado español. Y ahora viene la Sra Susana a sumarse al cuerpo de indolentes e indiferentes contra los crímenes de estado cometidos contra los saharauis.

Es indignante, aberrante, jurídicamente cuestionable  así como política y humanamente denunciable la aptitud de la presidenta de Andalucía hacia los saharauis. Ojalá más pronto que tarde, la ciudadanía solidaria andaluza la despojen mediante las urnas de su responsabilidad política y la sitúen históricamente donde van los mediocres personajes de la política, es decir, al olvido.

Estimadas amigas y amigos, yo me quedo con la dignidad de  Aminatu Haidar, y no con la bajeta política y humana de la Sra. Susana, más cercana al mundo de la farándula que al de la buena gente.
Autor/a: Juan Ramón Rodríguez-Madridejos/Ajintem Derechos
Fuente: ajintem.com