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12 enero, 2015

Las concesiones de las FARC durante el proceso de paz


 

Esta mañana se conoció un comunicado en el cual las Farc reconocen haber realizado acciones militares en medio del cese al fuego unilateral.
Son tres los operativos en los que mencionan que actuaron de manera defensiva ante la acción ofensiva del gobierno. El primero, el 31 de diciembre donde se informa que una patrulla del Ejército atacó a una unidad de la Columna móvil “Teófilo Forero” de la cual resultaron capturados un jefe guerrillero y su acompañante. El segundo y más sonado operativo fue el que tuvo lugar el primero de enero, cuando durante un asalto a la Columna Jacobo Arenas resultaron seis militares muertos y un guerrillero herido. El tercero, la avanzada del ejército hacia el Frente 26 para luego caer en una emboscada y resultar con cuatro militares heridos.(...)
Ángela María Robledo, vocera del Frente Amplio por la Paz y el excanciller israelí Sholomo Ben Ami son algunos de los que han hecho énfasis en el hecho de que al continuar la actividad militar por parte del gobierno se dificulta la perdurabilidad del cese al fuego unilateral de la guerrilla de las Farc: “No tienes por qué luchar contra el terrorismo si el terrorismo no está luchando” aseguró  Sholomo Ben Ami.
Con esta ocasión, ya son tres en las que esta guerrilla denuncia ser “hostigada” por parte del Ejército, solo que esta vez, además, lo adopta como el móvil de su acción defensiva.
El ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón no dudo en mostrar su negativa frente a estas sugerencias, como es costumbre. Además de desvirtuar la legitimidad del ex canciller israelí para sugerir ese tipo de estrategias, apelo a la soberanía colombiana de decidir sobre estos asuntos. Por su parte, Santos mencionó el mes pasado que el cese al fuego podría ser bilateral y definitivo, pero por lo pronto las Fuerzas Armadas seguirán dando cumplimiento a su deber constitucional.
Por los dos apellidos que le brinda el presidente a este cese al fuego es evidente que esto no ocurriría hasta que no se firme el fin del conflicto, de hecho, así lo mencionó Santos explícitamente.
Aun cuando los compromisos que ha sentado esta guerrilla, por ejemplo respecto al secuestro extorsivo y al cese al fuego, continúan siendo puestos en entredicho, pasar por alto el hecho de que hay una condescendencia más marcada por parte de este grupo guerrillero sería un pesimismo ciego.
Al inicio del proceso reían con arrogancia cuando un periodista les preguntaba sobre si pedirían perdón a las víctimas, en diciembre del 2014 pidieron perdón a las víctimas de la masacre de Bojayá. De igual modo, el sostenimiento del cese al fuego unilateral al menos desde la voluntad política de hacerlo da cuenta de una maduración del proceso y quién sabe si de ellos mismos.
Por otra parte, el cese al fuego de las Farc es un arma de doble filo, es un gesto de paz pero al mismo tiempo puede funcionar como argumento para señalar al gobierno en caso de que algo eventualmente salga mal o el proceso atraviese por otra crisis. Será muy fácil salir pavonearse de su gesto de paz y atribuirle al gobierno cualquier asunto por el hecho de no haberse sumado.
Sin embargo, las presiones que lleva a cuestas Santos tanto fuera de su gobierno como dentro de su mismo gabinete, le impiden asomarse a esa posibilidad.
Aun así, como dato curioso, hasta el 20 de diciembre, el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (CERAC) aseguró que desde el anuncio del cese al fuego  se han registrado los niveles más bajos de actividad asociada al conflicto armado desde los años ochenta.
Esto nos arroja dos datos. El primero, es evidente que el cese al fuego de las FARC no está tan bien logrado y lo segundo que, pese a esto, tampoco es como si no estuviera sirviendo para nada. Y ya como experimento, es inevitable preguntarse cuáles serían los resultados si el gobierno adoptara el cese al fuego bilateral.