· El presidente Maduro declaró que el Gobierno no procedería a
la venta de CITGO, sino muy por el contrario pasaría a repotenciarla. A esto
último no hay que hacerle ningún caso, lo primero afirmado es lo importante. Como
desde hace muchísimo tiempo, incluso durante las presidencias del “faro”, había
claramente dos tendencias en el Gobierno, una opuesta a la venta, en principio
integrada por los grupos menos entregados al capital extranjero, y otra
favorable a la misma, a la cual le da urticaria saber que una empresa
venezolana es capaz de refinar petróleo, pues preferiría que ni una gota de
petróleo pueda ser transformada por los venezolanos, ya que nuestro destino
manifiesto es vender sólo petróleo crudo. Se impuso el grupo que también se ha
entregado, pero un poco menos y con cierto rubor en el rostro. Por otra parte,
la declaración significaría adicionalmente que Maduro está seguro de que CITGO
no será embargada en el mediano plazo. (...)
· Durante su estancia en EEUU, Maduro visitó el Bronx para
seguir fielmente los pasos de su padre el “faro”, quien hace muchos años se
preocupó tanto por los estadounidenses pobres, que les subsidió el petróleo que
utilizaban en calefacción. En la reunión con grupos sociales del Bronx nuestro
Presidente criticó al presidente Obama, atacó al capitalismo y se defendió de
los editoriales del Washington Post y del York Time, que lo presentaron como un
ignorante. Estoy de acuerdo con todas estas declaraciones, no es hacia allá
donde va mi cuestionamiento. ¿Se habrá dado cuenta Maduro, el Gobierno en
general y el resto de los venezolanos, que el imperialismo estadounidense le
dio a nuestro Presidente todas estas facilidades para que actuara en su
territorio con total libertad? ¿Le permitiría el gobierno de Maduro una
actividad similar a Obama o a otro jefe de Estado en nuestro territorio? ¿O los
acusaría de estar interfiriendo en nuestros asuntos internos?
· El gobierno dio casa por cárcel a Simonovis, lo cual no es
en absoluto liberación ni condonación de la pena a que está sometido. Hay
algunos “revolucionaros” que consideran la decisión judicial como una traición
a la patria, a los muertos del 11 y 12 de abril de 2002 y a la revolución
mundial. Sin embargo, el caso ni siquiera es como el del “faro que iluminaba el
destino de la Humanidad”, quien sólo estuvo 2 años preso a pesar de que en el
golpe de Estado que lideró el de 4 de febrero de 1992, también se produjeron
muertos, heridos y daños materiales. De esto no hablan. Chávez tenía derecho a
dar el golpe y punto. Aquellos muertos no importan, ni los heridos, pues su
objetivo era muy “noble” y “sublime”, independientemente de que los supuestos
objetivos, que de paso nunca se concieron, tampoco se hayan cumplido y hoy
estemos igual o peor que hace 15 años.