Por: Amy Goodman
Las pruebas
que demuestran la existencia del cambio
climático están golpeando
fuertemente a Estados Unidos este verano: de los incendios forestales en las
montañas de Colorado a la reciente tormenta “Derecho”, que dejó un saldo de al
menos 23 muertos y 1,4 millones de personas sin electricidad de Illinois a
Virginia. La frase “eventos climáticos extremos” aparece en las pantallas de
televisión a lo ancho del país. Sin embargo, su vínculo con el cambio climático
es omitido sistemáticamente, cuando no es objeto de burla. Si nuestros medios
de comunicación y, en especial, los meteorólogos que trabajan en ellos, continúan
omitiendo el vínculo esencial entre los eventos climáticos extremos y el cambio
climático, entonces nosotros, como país, los mayores contaminadores per cápita
del planeta, quizá no actuemos a tiempo para evitar una catástrofe aún peor.
La semana
pasada se batieron más de 2 000 récords de temperaturas máximas en todo Estados
Unidos. La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas
en inglés), el organismo gubernamental que realiza un seguimiento de estos
datos, informó que la primavera de 2012 “registró el mayor alejamiento de la
temperatura promedio que cualquier otra estación de la que se tenga registro en
la zona continental de Estados Unidos”. La NOAA afirma que las temperaturas
récord registradas en mayo “han sido tan extremadamente diferentes que
establecen un nuevo “parámetro” aparte con respecto a las temperaturas
históricas registradas hasta la fecha”. (...)
En Colorado,
siete grandes incendios están ardiendo en este momento. Dos personas murieron y
347 hogares fueron destruidos como consecuencia del incendio del Cañón Waldo en
Colorado Springs, mientras que el incendio de High Park dejó un saldo de un
muerto y 259 hogares destruidos. Si bien los incendios están oficialmente
“controlados”, la Oficina de Manejo de Emergencias de Colorado afirma que el
incendio no se apagará hasta que se produzca un “evento de la naturaleza como
lluvia o nieve durante un período de tiempo prolongado”. La tormenta “Derecho”
es otro ejemplo de esto. Como lo indica su nombre, justamente lo que hizo la tormenta
fue seguir un camino recto de destrucción imparable: se formó cerca de Chicago
y azotó el este del país, dejando a su paso varios muertos, además de derribar
varias redes de tendido eléctrico.
A los
incendios y las tormentas se suma la sequía. Según el Dr. Jeff Masters, uno de
los pocos meteorólogos que vincula a menudo el clima extremo con el cambio
climático, “en la zona continental de Estados Unidos, un 72% del área terrestre
fue clasificada como seca o en condiciones de sequía” la semana pasada. “Se
registrarán eventos climáticos de este tipo cada vez con mayor frecuencia,
habrá más impactos como los que hemos visto a raíz de las olas de calor, los
incendios y las tormentas. …Esto recién comienza”.
Por suerte
también veremos con más frecuencia a Jeff Masters. En 1995 co-fundó el conocido
sitio web sobre clima Weather Underground. Esta semana anunció que el sitio fue
adquirido por The Weather Channel, quizá el mayor proveedor de informes sobre
los eventos climáticos extremos. Masters promete que su blog tendrá el mismo
enfoque que antes y que espera llegar al gran público que sigue día a día a The
Weather Channel. Se necesitan muchos meteorólogos como Masters para
contrarrestar a quienes niegan la importancia del cambio climático provocado
por el hombre, como lo hace el carismático Rob Marciano, que brinda el informe
del tiempo en CNN. En 2007, un juez británico estaba considerando prohibir la
película de Al Gore “Una verdad incómoda” en las escuelas de Inglaterra. Luego
de la noticia, Marciano dijo en CNN: “Por fin. Por fin. Ya saben, los premios
Oscar son premios a las películas de ficción también. Como hemos visto, no está
demostrado que el calentamiento global provoque huracanes más intensos”. En
respuesta a ese clip característico, Masters me dijo: “Los meteorólogos de la
televisión se están perdiendo una gran oportunidad de educar y decirle a la
población lo que probablemente sucederá”.
Más allá de
las fronteras de los países ricos como Estados Unidos, en los países en
desarrollo, donde vive la mayoría de la población mundial, los impactos del
cambio climático son mucho más letales y abarcan desde la creciente
desertificación de África hasta la amenaza del aumento del nivel del mar y la
desaparición de pequeños Estados insulares.
Los medios
estadounidenses pueden desempeñar un papel fundamental en la educación de la
población sobre el cambio climático. Imaginen si la mitad de las veces que se
habla de ‘clima extremo’ en las pantallas de televisión se mencionara
‘calentamiento global’. Esta semana en que se conmemora el Día de la
Independencia, los estadounidenses podrían comenzar a ejercer presión para
poner fin a nuestra dependencia de los combustibles fósiles y seguir un camino
saludable hacia la independencia que brinda la energía sustentable.