Testigos del
genocidio, como el antropólogo Mark Münzel o Bartomeu Melià y una de las víctimas
achés, Margarita Mbywangi participarán del acto que organiza la asociación
Paraguay Resiste en Madrid.
En agosto del 2013 se presentó en Argentina una
querella criminal contra responsables de la dictadura paraguaya que atentaron
contra la población de los Aché. En abril pasado se ampliaron las causas por
delitos de genocidio y lesa humanidad cometidos contra la comunidad.
La
tribu que habitaba en las colinas boscosas del este de Paraguay fue brutalmente
expulsada de su tierra a medida que avanzaba la expansión agrícola de los
colonos. "Estos no tardaron en organizar partidas de cacería para asesinar
a los hombres achés; las mujeres y los niños solían ser capturados y vendidos
como esclavos", expresa el comunicado de la organización Survival.
Manuel
Jesús Pereira, un terrateniente local trabajaba entonces para Departamento de
Asuntos Indígenas de Paraguay, sin embargo, fue uno de los que vendió a los achés
como esclavos, los capturaba y retenía en su granja que funcionaba como una
especie de "reserva aché".
(...)
"Los achés fueron cazados como si de
animales se tratara, porque querían confinarlos en un gueto. Una vez en la
reserva, no se les permitía irse. No solo vendieron como esclavos a niños, sino
también a mujeres en algunas ocasiones. Es posible que el 60% de su población
haya resultado aniquilada", reclama el abogado de la comunidad, Juan
Maira.
El hecho fue denunciado sin éxito por antropólogos en Paraguay, recién
con el alemán alemán Mark Münzel logró captar la atención internacional con su
informe de 1973, "Genocidio en Paraguay".
Las denuncias fracasaron
debido a la simpatía del presidente de entonces Alfredo Stroessner con los
gobiernos británico, estadounidense y alemán−occidental que negaron que se
estuviera produciendo un genocidio en el país.
"Estamos pidiendo
justicia; hubo torturas, violaciones, castigos corporales. No podemos soportar
más el dolor que padecimos", clama el representante aché Ceferino Kreigi.
La
Federación Nacional Aché inició en agosto del 2013 un juicio en Argentina que
cuenta con el consejo de Baltasar Garzón, el prominente abogado experto en
derechos humanos. Los achés se amparan en el principio de "jurisdicción
universal" que establece que delitos como el genocidio o crímenes
contra la humanidad, pueden ser juzgados y castigados en un país diferente a
aquel donde acontecieron, si las víctimas no pueden obtener justicia en su
propio país.