Por Julia Goldenberg
El saldo de los comicios celebrados en marzo de 2014
en El Salvador fue positivo para el FMLN. Esto incluyó por parte de la derecha
(Arena) todo tipo de artimañas para entorpecer este proceso democrático:
solicitaron un pedido de nulidad del proceso electoral, que fue acompañado por
intentos de desestabilización en las calles. La pregunta principal es: ¿cómo
hizo Arena para movilizar en tres semanas 400.000 votos? El canciller Jaime
Miranda indica que la derecha se presentó dividida en la primera vuelta, pero
decidió unificarse en la segunda. Existen diversas interpretaciones, pero lo
cierto es que finalmente El Salvador cuenta con un presidente homónimo.
Docente, guerrillero y militante social, Salvador Sánchez Cerén, entra en el
conjunto de presidentes latinoamericanos guerrilleros de izquierda, completando
la lista que forman Dilma Rousseff, Pepe Mujica, Daniel Ortega, entre otros.
Por lo tanto, contar con un presidente que participó de la gestión, de la lucha
armada y de la organización social desde las bases es un giro contundente hacia
la izquierda para El Salvador. (...)
“Este es un país pequeño”, insiste Jaime Miranda,
canciller de El Salvador desde 2013, en el gobierno de Carlos Funes, intentando
explicar los avatares geopolíticos que sufre el territorio. Licenciado en
Economía de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) y Master en
Administración de Empresas del Instituto Centroamericano de Administración de
Empresas, Incae, Jaime Miranda fue viceministro de Cooperación para el
Desarrollo en 2009 y luego asumió el rol como encargado del Despacho.
Posteriormente fue juramentado como ministro de Relaciones Exteriores por el
presidente de la República en ese momento, Mauricio Funes. Ha trabajado en
áreas diversas: como coordinador de Programas en El Salvador de la Fundación
Freidrich Ebert de Alemania (FES), fue oficial de Asuntos Políticos en la
Misión de Verificación de las Naciones Unidas en Guatemala (Minugua) y director
general de la Asociación Salvadoreña de Desarrollo Integral (ASDI). Además, ha
sido director presidente de la Sociedad Cooperativa de Consultores y Asesores
Integrales y codirector del proyecto Productividad-Diversificación-Mercado.
La inseguridad, la dependencia económica de Estados
Unidos y el empleo informal son los tres problemas fundamentales que debe
enfrentar el nuevo gobierno de Salvador Sánchez Cerén. Lo cierto es que, siendo
un país pequeño, requiere una actividad intensa por parte del Ministerio de
Relaciones Exteriores, explica el canciller, ya que el crimen organizado puede
pasearse de un país a otro en tan sólo 2 o 3 horas. El escaso territorio no
permite un crecimiento inmediato de la producción y eso repercute fuertemente
en las tasas de desempleo, propiciando una fuerte migración hacia el Norte. Las
recetas de la izquierda apuntan a la independencia económica, a buscar
soluciones integrales para la inseguridad y reducir la desigualdad que se
instaló hace tiempo en América latina. ( TOMADO DE PAGINA 12 – ARGENTINA )