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06 noviembre, 2013

¿Y Venezuela qué?


Por Luis Fuenmayor Toro
En Maracaibo, grupos de personas prácticamente asalta los automercados y se lleva muchos más productos de los que se permiten por comprador, generando unas tánganas en las que se destruye mercancías y se causan daños a los establecimientos. La intervención de la policía bolivariana del Zulia, lejos de controlar la situación, incorpora a otro depredador, esta vez uniformado y armado, que también sustrae las mercaderías más solicitadas. Todo se produce en medio de una confusión, que hace desaparecer las normas ciudadanas y fomenta las agresiones a personas y cosas.(...)


Por su parte, miembros corrompidos de la etnia wayuu, organizados en lo que se ha dado en llamar los “bachaqueros”, practican el contrabando de extracción de alimentos y gasolina, aprovechando los acuerdos existentes entre las cooperativas indígenas de transporte y el gobierno, para proveer de alimentos y otros productos a los integrantes de la etnia que viven del otro lado de la frontera. Esta complicada situación demanda de funcionarios inteligentes, muy preparados, honestos, conocedores de la realidad local, para el enfrentamiento cabal de la situación, sin producir daño a las poblaciones aborígenes existentes, pero sin permitir la ocurrencia de delitos amparados en supuestos derechos ancestrales de los pobladores primitivos.
Con sus diferencias, se parece al caso de los buhoneros caraqueños, quienes a cuenta de ser trabajadores informales “humildes”, se permiten tomar casi por asalto los automercados caraqueños y vaciarlos de productos básicos escasos, para luego venderlos con sobre precio en determinados sitios de la capital. Se esconden detrás de que son “pueblo pobre”, por lo cual habría que permitirles esa conducta delictiva, ya que en ellos no sería delito pues son pueblo y el gobierno no está dispuesto a meterlos en cintura. Como no está dispuesto tampoco a meter en cintura a los motorizados que actúan como delincuentes, cuando se desplazan en las vías públicas.
Si a los depredadores de automercados añadimos a los “bachaqueros” del Zulia, los motorizados anarquizados y los “colectivos” armados, suerte de misioneros del bien al estilo de Robin Hood, que enfrentan a tiros a la Guardia Nacional, a las fuerzas policiales y a quienes se les atraviesen, y los juntamos con los pranes de nuestras cárceles, transformadas en híbridos entre la escuela militar y los internados católicos, por los deseos de una ministro muy bien intencionada, tendremos la imagen completa de lo que ocurre en la patria de Bolívar, hoy secuestrada en sus bases por depredadores de distinto tipo, bachaqueros, buhoneros, motorizados, colectivos y pranes. Si éste era el plan, han sido muy exitosos en su desarrollo.