Por Jesús Francisco Gómez
La unidad va “como alma que lleva el diablo” compitiendo con otras por
recoger pasajeros. Arrancando y parando violentamente. Exponiendo la vida de
éstos seres ó de aquellos que se atraviesen en la vía. Alocada carrera hacia
ninguna parte por estas calles de La Isabelica. En el interior de la buseta,
pasillo y asientos abarrotados de
personas; algunos que otros, por el hacinamiento en que van, protestan_ ¿Dónde
lo vas a meter? ¡No caben más, hijo de…!_. Dentro de la confusión una pobre
mujer lucha por salir, esgañitándose al pedir parada, tratando de dejarse oír
por el irresponsable chofer que lleva el equipo de sonido con una bulla
ensordecedora. Cuando logra ser escuchada, responde el infeliz_ ¿Pidió parada
señora? Ella, con la cara colorada e impotentemente muda ha sido llevada
cuadras más allá de su destino.(...)
El murmullo, entre una y otras
mentadas de madre, la música estridente, confundido con el ruido del motor
pareciera bullir como el zumbido de un enjambre de abejas que aturden mis
pensamientos; dónde pregunto y me respondo al mismo tiempo_ ¿En dónde
vivimos?_. ¡Valencia!, en donde existen ordenanzas municipales que prohíben
éstas fechorías, pero desgraciadamente contamos con un corrupto Gobierno
Municipal “ROJOROJITO” que ampara con sus policías todo éste desmadre de atropello
contra los vecinos de la Parroquia.
Jesusfranciscogomez53_3@hotmail.com