Publicado por Q-cho
Koichi
Kitazawa habla de manera pausada y se toma todo el tiempo que necesita para
responder. Habla despacio, pero de forma resuelta de lo que más sabe y conoce:
física, ciencia magnética, superconductividad, pero también de energía nuclear.
Este científico japonés es una eminencia en el tema atómico. Académico de la Universidad de Tokio y con
un doctorado en el MIT, Kitazawa presidió la Agencia de Ciencia y Tecnología de
su país y también fue el titular de la Comisión Independiente de Investigación
del desastre de Fukushima,
ocurrido el 11 de marzo de 2011. Además, es presidente del Comité de
Política Energética
de Japón.(...)
Este
renombrado experto dictó una charla ayer en el Centro de Extensión de la Universidad Católica, en
Santiago, en la que expuso su visión sobre las consecuencias del devastador terremoto y tsunami que
provocó 18 mil muertos y que generó en Fukushima la peor crisis
nuclear desde Chernobyl, en 1985. Tras su exposición brindó una
entrevista a La Tercera. Kitazawa es de la teoría de que los riesgos de tener
reactores atómicos dependen de la superficie de cada país. “Si la energía
nuclear no es de tal magnitud como para destruir un país completo, como Japón o
Chile, entonces se puede tener energía nuclear, algo que las naciones europeas
más pequeñas han comenzado a abandonar”, señaló. “Y Chile tiene una situación
similar a la de Japón”, acotó.
“El
riesgo es que en Japón hay reactores nucleares construidos en la costa sobre las
líneas de terremoto.
Y esto está generando mucha discusión”, agregó el científico. Tras el
terremoto, Japón perdió cuatro de sus 54 plantas nucleares y se dictó un
“apagón nuclear”. Pero el nuevo gobierno conservador está discutiendo reabrir
algunas plantas. La Comisión Internacional de la
Protección a la Radiación (Icrp) recomienda niveles de radiación por debajo del
margen 20-100 milisieverts (Msv) y Kitazawa calcula que Fukushima posee 300
Msv. “En 30 años esto bajará a la mitad y en los otros 30 años la otra mitad.
Es improbable que antes de 100 años se den las condiciones para poder vivir
nuevamente en Fukushima”, calculó.
¿Cómo
analiza el informe de la comisión parlamentaria, de la que usted formó parte,
publicado en julio pasado y en el que se estableció que el desastre de
Fukushima no fue el resultado de un desastre natural extraordinario, sino que
producto de una falla humana?
Sí. Estoy
de acuerdo. Fue en parte una falla humana. Pero podríamos decir que fue una
combinación de ambas. Lo importante es preguntarse si estábamos preparados para
esto. Durante mucho tiempo, algunos decían que un gran tsunami afectaría la
zona. Es decir, se esperaba algo así, en algún momento. Pienso que la Tokyo
Electric Power Company (Tepco) ignoró esas advertencias.
Como
parte del comité de investigación ¿ustedes recibieron algún tipo de presión
para investigar sólo lo justo y necesario?
No. El
comité estuvo compuesto por seis personas que fueron invitadas desde afuera,
como en mi caso. También hubo otro grupo de 30 jóvenes que recolectaron
información en terreno. Como estas personas eran jóvenes, la gente les habló de
manera muy franca. También debo decir que la prensa estuvo rodeándonos, así que
nadie pudo detenernos, debido a la presencia de los medios.
Tras la
tragedia, Japón comenzó a apagar sus reactores nucleares y anunció que en 2040
ya no habría ninguna central. Pero el nuevo gobierno ha dicho que revisará esa
política. ¿Esto pasa por una decisión económica?
Debería
ser un asunto económico. Aparentemente el gobierno estima que los reactores
nucleares no deben apagarse si es que no se encuentran problemas. El nuevo
gobierno quiere mantener activa sólo una parte de la energía nuclear. Es
imposible que se restablezcan todos los reactores nucleares, debido a la
oposición ciudadana que esto generaría.
El
desastre hubiese sido aun peor si los empleados de Fukushima no hubiesen
arriesgado sus vidas intentando detener la destrucción. No hay mayor
información sobre el destino de los llamados “50 héroes”. ¿Qué sabe usted?
Creo que
fue mitad y mitad. El accidente pudo ser menor si hubiésemos estado preparados.
Ellos, los trabajadores, mostraron una gran bravura y todo hubiese sido peor
sin ellos. Tenemos información sobre ellos, pero no es bueno hablar de ellos.
¿Se puede
estar en Fukushima?
Se puede
ir, sólo por un rato. Por unas horas.
¿Cuáles
son las lecciones que ha dejado Fukushima?
Lo
principal es que se debe tener un diseño muy, muy seguro. No es conveniente
tener plantas nucleares con más de un reactor. Tuvimos suerte, porque el viento
de China sopló de oeste a este.