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15 abril, 2013

EDITORIAL


Al filo de la navaja



Estamos en medio de una profunda y peligrosa crisis política. Unos cuestionados resultados electorales dieron al candidato del gobierno un poco más de cien mil votos de ventaja sobre el candidato de la oposición; esto ha dejado un amargo sabor y demasiadas interrogantes en la mayoría de los venezolanos y crea una situación que puede irse, con facilidad, a mayores si los líderes del país no actúan con sindéresis. Por ahora, Capriles, sin duda el jefe de la oposición venezolana, ha actuado responsablemente y con sabiduría no así el PSUV quien por boca de Maduro y de otros voceros, se ha expresado de una manera que atiza la crisis. Es más que evidente que la primera víctima de toda esta inconveniente situación fue el poder electoral, que pese a todas las fundadas sospechas que lo perseguían, gozaba de cierto prestigio en la ciudadanía; sin embargo, su actitud complaciente, como cuerpo colegiado, frente a los insólitos atropellos y abusos del oficialismo y sus asociados en la reciente campaña electoral, terminó por destruir ese precario prestigio. Antes estos desmanes, Tibisay y sus muchachas prefirieron hacerse de la vista gorda para favorecer al “chavismo” propiciando así toda esta difícil situación. Hay que destacar el papel jugado por el rector Vicente Díaz al que la nación entera tendrá que reconocerle su valentía, su mesura, su firmeza y, sobre todo, su apego a la ley. El país vive una hora difícil, ojala se imponga la cordura y el patriotismo. Es la hora de la verdad. Estamos en el filo de la navaja.