A las seis y media de la tarde, en
punto, toda la plaza de Comercio de Lisboa cantaba, al unísono, la canción 'Grândola Vila
Morena', la contraseña de la Revolucion de los Claveles que se ha
convertido en el himno de esta nueva revolución contra la crisis, la austeridad
y la troika. La imagen se repetía en otras 40 ciudades de Portugal y del
mundo, porque los portugueses también protestaron en varias ciudades europeas.
Según el movimiento 'Que se lixe a
troika' ('Que se fastidie la troika'), que organizó esta manifestación, la
participación ha sido superior que la del pasado 15 de septiembre, y según sus
cálculos, en torno a un millón y medio de personas salieron a las calles este sábado para
exigir la dimisión del gobierno de Pedro Passos
Coelho y la salida de la troika de Portugal, cuyos representantes
están estos días en Lisboa para la séptima evaluación del programa de ayuda
externa de 78.000 millones de euros.
De Passos Coelho a
Ali-Babá
"El FMI no manda en el país",
corearon los portugueses, "hartos de las exigencias de más austeridad que
cada vez nos empobrecen más", (...)
gritaba uno de los portavoces del movimiento
desde el escenario montado en la Plaza de Comercio de Lisboa, donde no pararon
de llegar portugueses. En concreto, el tema principal de esta séptima
evaluación es el recorte permanente de 4.000 millones de euros del gasto
público.
De momento, el gobierno no ha avanzado con ninguna medida concreta, algo que se
espera durante la próxima semana, cuando concluya la visita de los miembros de
la troika.
"El gobierno ha sido
dimitido", dijo uno de los portavoces del movimiento minutos antes de que
se cantara Grândola Vila Morena, cuando leyeron el comunicado con el que el pueblo ha
realizado una "moción de censura popular" al gobierno de Passos
Coelho. Entre otras cosas, el comunicado decía que "en democracia, el
pueblo es quien más ordena", lema de esta manifestación. Este sábado, con
su participación en la manifestación, el pueblo "ha demostrado una clara
voluntad de ruptura con las políticas impuestas por la troika y llevadas a cabo por
este gobierno. Por eso, dos de las palabras más escuchadas fueron
"dimisión" y "basta".
"Queremos elecciones ya",
decía la pancarta que llevaba Nuno Gonçalo, informático de 40 años, en el paro
desde hace uno. "Estamos hartos de este gobierno, ha mentido, ha hecho
todo al revés de lo que prometió en las elecciones y ya ha perdido el apoyo del
pueblo, ya nadie cree en ellos porque son unos mentirosos", afirmó a ELMUNDO.es
Nuno, que pondera tener que emigrar si en breve no encuentra trabajo en
Portugal. El año pasado abandonaron el país más de 130.000 portugueses y se prevé que este
año la cifra sea superior. El paro, según las últimas estadísticas de Eurostat
alcanzó el 17,6% en enero y la recesión prevista para este año es del 2%.
Además de "gatunos"
('chorizos', en español), los portugueses también llamaron
"mentirosos" a sus políticos, no solo a los miembros del gobierno,
sino a los que "durante más de 30 años de democracia no nos han dejado de
robar", afirmó Carla Antunes, empleada en un supermercado, que llevaba
un cartel que decía: "Es mejor votar a Ali-Babá, al menos así sabrás que
solo serán 40 ladrones".