El
presidente sirio, Bashar al Assad, acusó el domingo a Israel de intentar
desestabilizar a Siria mediante un ataque a una base de investigación militar
en las afueras de Damasco la semana pasada, y dijo que Siria era capaz de hacer
frente a “las actuales amenazas (…) y a una agresión” contra el país.
La
agencia de noticias estatal de Siria SANA dijo que Assad hizo los comentarios
en una reunión con Saeed Jalili, el secretario del consejo de seguridad
nacional de Irán, en la capital siria. Fue la primera respuesta reportada de
Assad al ataque del miércoles.
SANA
citó a Jalili reafirmando el “total apoyo” de Teherán “al pueblo sirio (…) que
se enfrenta a la agresión sionista, y su continuada coordinación para hacer
frente a las conspiraciones y proyectos del exterior”.
El
presidente sirio, el principal aliado árabe del Irán chií, está inmerso en una
guerra insurgente tras una rebelión que dura ya 22 meses y en la que han muerto
60.000 personas. Assad dice que los rebeldes son terroristas islamistas
financiados y armados por Turquía y los estados musulmanes suníes del Golfo
Pérsico.
La
vecina Israel ha dicho que podría tener que intervenir (...)
para impedir que armas
químicas sirias caigan en manos de grupos extremistas, incluido Hezbolá, que
libró una batalla de 34 días con Israel en el 2006.
Diplomáticos,
rebeldes sirios y fuerzas de seguridad dijeron que aviones de combate israelíes
bombardearon un convoy cerca de la frontera libanesa el miércoles, que
aparentemente transportaba armas destinadas a Hezbolá. Siria dijo que el
objetivo era un centro de investigación militar en el noroeste de Damasco.