¿Que dejo el 16- D?
La campaña electoral que acaba
de concluir obliga a una profunda reflexion por parte de la clase política. Es
necesario preguntarse qué motivó la abstención en ese proceso. ¿Será verdad que
la gente se fue a “rumbear”? o al contrario, ¿la abstención es una posición
política adoptada por los venezolanos y
venezolanas?. Al mismo tiempo es indispensable preguntarse ¿hasta cuando este
país resiste los escandalosos gastos en que incurren los candidatos y partidos
en los procesos electorales? (y ¿de donde sale tanta plata?). Por otra parte,
es más que evidente la participación de entes públicos tanto nacionales como
regionales y municipales a favor de determinadas candidaturas sin que el poder
electoral intervenga para corregir estos desmanes y ,mucho menos, el poder
judicial establezca sanciones. La democracia venezolana pasa por un momento
complicado; la enfermedad del presidente, la inminente crisis económica y la
inacción de los poderes públicos, aunado a una abstención de más del 50%, crea
una situación que debe preocuparnos a todos. En Carabobo ganó Francisco
Ameliach al que desde esta tribuna le deseamos la mejor de las suertes, sabemos
que no la tendrá fácil por los tormentosos tiempos que vienen. El mayor (R)
Ameliach hizo una campaña atípica: no concedió entrevistas, no hizo ruedas de
prensa, casi ni habló y aun así ganó ampliamente. Cosas de los tiempos que
vivimos. En el otro lado de la acera, el “salismo” fue derrotado claramente, de
hecho, era una derrota cantada que obliga a la oposición a dotarse de nuevos
liderazgos. Laura y Noé hicieron una campaña decorosa que abre caminos para el
futuro. Por ahí vienen las municipales (si es que antes no tenemos unas
presidenciales). A prepararse otra vez. Esta historia continua.