El jugo de tomate no solo es
refrescante y rico en minerales y vitaminas, investigadores que trabajaron para las
compañías japonesas Asahi y Kagome han descubierto que puede ayudar a
contrarrestar los efectos del alcohol en el organismo.
El experimento en el que se basan
para afirmar esto consistió en dar a beber a un grupo 100 ml. de alcohol
y luego 480 ml. de jugo de tomate. En una segunda prueba, después del
alcohol, se suministró la misma cantidad, pero de agua.
Los niveles de alcohol en la sangre
resultaron tres veces más bajos tras beber jugo de tomate que agua. Además,
los sujetos recuperaron más rápido la sobriedad. Se dedujo que el jugo de
tomate
hace que el hígado libere más enzimas de las que normalmente se liberan al
beber.
Se consideró que la causa es la cantidad de
nutrientes del jugo de tomate, cuyo balance de vitamias, minerales y azúcares
es capaz de lograr este efecto.
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