En mi
artículo anterior sobre Henrique Capriles, “El pelo en el cojón”, decía que del
“majunche” se rumoraba, era un trabajador incansable.
“El
Flaquito”, como ahora se le conoce, ha hecho una hazaña BESTIAL!. El hombre que a poca gente de la MUD
convencía, se lanzó una campaña como hace tiempo no había en nuestro país: sin
agredir a su adversario, con un discurso consiso, limpio, quizás austero en
formas pero lleno de contenido que la gente compró. Hábilmente supo tomar señas de las anecdotas vividas en sus
recorridos por los pueblos y caseríos y las recreó haciéndolas suyas para
utilizarlas como hilo comunicacional directo con la gente: “El flaquito”, el
perro mucuchíes, “montate en el autobus”, el sin fin de regalos y objetos
religiosos, algunos paganos que guarda celosamente en su comando de campaña, la
lista de promesas incumplidas por este gobierno que lee a cada lugar donde va,
la paz planetaria que machaca con el programa de Chávez en mano y muchas más…
todo esto lo mezcla en su discurso con el canto a la libertad, la concordia, la
paz de los venezolanos y la no violencia, la equidad, la tolerancia, la promesa
del cambio y progreso real.
Esta
“nueva labia”, parezca o nó, ha modificado,
aunque aún en poca medida, la manera de convivencia entre los dos bandos en que se nos ha dividido en nuestro país; el discurso del Flaquito a gustado hasta al pueblo chavista, cansado del estruendoso y agotado verbo que casi cumple 14 años.
aunque aún en poca medida, la manera de convivencia entre los dos bandos en que se nos ha dividido en nuestro país; el discurso del Flaquito a gustado hasta al pueblo chavista, cansado del estruendoso y agotado verbo que casi cumple 14 años.
A la
vista está que Capriles a lo largo de la campaña a madurado enormente y ha
conseguido su estilo propio incluso a nivel escénico-postural: la forma en que
levanta su mano al cielo es única, es de él. El “majunche” ha interpretado y
bien el momento y lo que exige ahora nuestro Bravo Pueblo, pero además, el flaco
“es creíble” para la mayoría. Pero hay una cosa que el Radonsky ha hecho y que
para mí es la más importante: recuperó nuestro Pabellón Nacional y el orgullo
de llevarlo hasta en la cabeza! ... el flaco se adueño de nuestra bandera y la
hizo protagonista de su combo electoral.
No sé
que pasará el 7 de Octubre, para mí como para algunos es una incognita aún… sé
que huele a cambio, que HAY UN CAMINO, que el pueblo se cansó y quiere estreno.
Aún no le he bajado los pantalones a Henrique Capriles, pero de lo que no me
queda ninguna duda es que ese flaco … tiene tremendos cojones!
María
Gallegos
Nota: El artículo "El pelo en el Cojón" lo puedes encontrar en este blog.