Efectivamente, hombres y mujeres
somos diferentes. Gracias a los
adelantos de las técnicas de imagen, se han hecho evidentes las características
biológicas de ambos cerebros detectándose pequeñas diferencias estructurales
que bien pueden ser la explicación de las dificultades para entendernos entre
hombres y mujeres.
Según estos estudios, las mujeres tenemos más células nerviosas en el hemisferio
izquierdo del cerebro, encargado del lenguaje. Y en el cerebro la cantidad
significa calidad. Es por esto que
nosotras hablamos tanto; usamos más palabras y nos expresamos con más precisión
que muchos hombres.
Y no
solo es la cantidad, también tenemos en nuestra estrucutra cerebral una mayor
conectividad entre los dos hemisferios cerebrales. Los científicos creen que
mientras los hombres emplean uno de los dos hemisferios para interpretar una
oración, las mujeres movilizamos ambas partes del cerebro.
Aún hay
más…pero es que también empleamos mayores zonas de nuestro cerebro cuando
hablamos y escuchamos a los demás, esto no nos hace escuchar mejor o ser
mejores oradoras pero sí implica más habilidades para dedicarse a tareas
relacionadas con la comunicación, y supone que para nosotras es más fácil, en
general, conectar y comunicarse con otros.
Contamos
además las féminas con nuestro “estrógeno” (...)
que hace que experimentemos el
estrés de un modo más intenso que los hombres, además de ser superiores en las
tareas que requieren memorización.
Pero, y
ellos qué? Ellos son mejores identificando emociones sencillas como las que se expresan facialmente antes de una agresión,
pero no son igual de hábiles con las expresiones no verbales del miedo o la
tristeza.
Sabiendo
todo esto, los científicos sugieren que podríamos entendernos mejor si seguimos
estos consejos:
Darle a los hombre “titulares”
Si, es en serio. Los
científicos creen que la dopamina ayuda a las mujeres a concentrarse mejor,
mientras los hombres se distraen con más frecuencia. Así que si adelantamos la
parte más importante de la conversación conseguiremos que se concentren y
mantengan la atención en lo que les estamos diciendo. Una oración corta y
sencilla que resuma por qué es importante la charla que estamos a punto de
comenzar.
No intentar competir con otras distracciones
Recuerda siempre que los hombres emplean uno de los dos
hemisferios para interpretar una oración, por lo cual, es inútil iniciar una
discusión mientras ven un partido, una de vaqueros o están navegando por
Internet. Jamás! conseguirás su total atención. Hay que escoger un mejor
momento para sacar partido a una conversación importante.
No empezar “nunca” la charla con una crítica
Y esto
vale para hombres y mujeres. Predisponer negativamente a tu interlocutor
es una manera de entorpecer el diálogo y
de poner al otro a la defensiva. En el caso de un hombre se agraba la situación
ya que si se siente agredido solo pensará en defenderse no en razonar. Cosas de
la testosterona.