Los
principales factores que condicionan el consumo de agua son la agricultura y el
modelo de desarrollo de una ciudad.
En este
sentido, la redacción de ETP les ofrece este especial de información variada
que apunta hacia ese binomio ecología-arquitectura, la ciudad utópica,
humanista… y algo más.
Redacción ETP
Según
señala el informe del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) sobre
la funcionalidad de las cuencas hidrográficas, Las ciudades mediterráneas con
edificios altos y concentrados son más sostenibles que las que tienen un
crecimiento horizontal.
Según Luis Jiménez, director de la OSE, las
cuencas son "fábricas de agua", por ello es "muy
importante" cuidarlas y hacer con ellas una gestión "sostenible e
inteligente", ha manifestado, y ha dicho que para conseguirlo es necesario
disponer de más información, una mejor planificación y aumentar la
participación y el compromiso ciudadano. "Se tiene que democratizar la
gobernación de las cuencas para que instituciones, autoridades y ciudadanos
tengan una mayor conciencia de cuenca y se comprometan con su protección",
ha añadido.
Para Jiménez, los principales factores que ejercen una presión
importante en el consumo de recursos hídricos son la agricultura y el modelo de
desarrollo de una ciudad.
Un gran porcentaje del agua que se consume va
destinada a la agricultura, ha recordado, y ha lamentado que en la mayoría de
las ocasiones se podría reducir el consumo utilizando técnicas de riego más
eficientes.
Asimismo, ha señalado que en los últimos años las ciudades se han
construido de una forma "más dispersa" y han generado un "mayor
despilfarro" de agua. A su juicio, estas metrópolis requieren de más
infraestructuras para la distribución de los recursos hídricos, al contrario
que las ciudades mediterráneas, que son un ejemplo de sostenibilidad porque al
ser "más compactas y concentrarse en altura" ahorran más agua.
En Singapur se construye un conjunto de viviendas totalmente
eco-amigables
El Punggol Eco-Town
Liz Neisloss y Vanessa Ko
El desarrollo habitacional es
un proyecto a gran escala que espera extenderse a todos los sectores de la
población.
Las primeras secciones de casas
públicas construidas para ser ambientalmente sustentables son también un
territorio de prueba para futuros proyectos.
A lo lejos, las grandes alturas
del Punggol Eco-Town parecen no tener gracia alguna, pero son el primer experimento a
gran escala de hacer viviendas públicas verdes en Singapur, un estado-ciudad
que mantiene un clima tropical durante todo el año.
Más del 80% de los residentes
de Singapur tienen viviendas públicas, llamadas HDBs, nombradas así por la agencia
gubernamental que las construye.
“Lo que hacemos es que
colocamos varias funciones eco-amigables que ayudan en términos de
capitalización del aire, mejorar la ingeniería verde, reducir el consumo de
energía, el uso del agua, así como promover el reciclaje de basura, etcétera,
todo en un mismo desarrollo”, dijo Ng Bingrong, director del proyecto,
Treelodge@Punggol
Los métodos verdes van desde algo común y práctico hasta ideas más innovadoras
Los techos cubiertos de plantas
reducen la temperatura del recinto naturalmente, y la orientación del edificio,
de lado contrario a donde sale el sol, también ayuda. Pintar los edificios de
blanco ayuda a mantenerlos frescos y a atraer la luz solar.
Pero las paredes blancas
también se ensucian más rápido, entonces el gobierno busca probar una pintura que
se limpie a sí misma y rompa
con la suciedad al exponerse a los rayos del sol.
con la suciedad al exponerse a los rayos del sol.
Alan Tan, director del equipo
de Investigación de Sustentabilidad del Medio Ambiente de las HDBs, dice que la
variedad de experimentos del proyecto tendrá implicaciones importantes para la
construcción de futuras viviendas en Singapur.
“Punggol Eco-Town es un laboratorio viviente
para nosotros”, dijo Tan. “Aquí es donde probamos muchas soluciones urbanas
para que podamos identificar cuáles son funcionales, se puedan adoptar y
utilizar en más de nuestras viviendas públicas”.
Dentro de los departamentos, el
agua de la llave que baja por las tuberías se usa para limpiar los escusados. Los elevadores funcionan con
luz solar, al igual que la luz y las bombas de agua.
Los edificios cuentan con
indicadores que muestran la cantidad de energía solar que se consume y ofrecen
constantes recordatorios a los residentes sobre el estilo de vida ecológico que
se vive en su conjunto habitacional.
Pero ser eco-friendly implica un precio más alto, el
edificio sustentable cuesta un 7% más que construir apartamentos tradicionales.
Las preocupaciones por el costo
impulsan la innovación fiscal y ejercen presión sobre el gobierno para pensar
en una manera de que sean más baratas. Una solución es rentar, en lugar de
comprar, los paneles solares del edificio a compañías privadas.
“Es muy difícil para el
gobierno financiar continuamente. Entonces lo que tratamos de hacer es
asociarnos con la industria privada”, dijo Ng.
Bajo este esquema, el gobierno subsidia
los costos base, mientras que las compañías de energía solar instalan los
paneles, los mantienen y venden esa energía a los proveedores de energía para
recuperar sus costo
Y con el proyecto “Sueña
Ciudades”, el objetivo es darle voz a quienes normalmente no deciden el rumbo
de las urbes
Hay quienes imaginan una ciudad
sin contaminación, ruido o tráfico. Otros desean que, en el futuro, las
ciudades sean espacios más humanizados y menos egoístas, en donde la tecnología
no absorba al individuo y no se sustituya lo virtual por lo personal.
Lo cierto es que, desde Tomás
Moro, e incluso desde Platón, los hombres y mujeres han soñado con la utopía.
Ahora, un grupo de jóvenes arquitectos españoles se han replanteado este ideal
en el proyecto '¿Sueñas Ciudades?', que forma parte de Alter Polis, una plataforma que reflexiona sobre la ciudad desde un
enfoque humanista.
En este sentido, el Colectivo Studio Banana, crea 'La Nube', “un espacio de
contaminación creativa, que te hace generar pensamientos o ideas sobre tu
propia utopía, porque no creemos que haya una utopía única", ha explicado
Key Portilla Kawamura, miembro de Studio Banana.
A través de vídeos, los
creativos de Studio Banana han querido dar voz a quienes normalmente no deciden
el rumbo de los espacios urbanos. Por ello, los protagonistas de los
cortometrajes son "quienes hacen la ciudad". Niños, jóvenes, adultos,
hombres y mujeres, representantes de distintas disciplinas y culturas, que
hablan sobre la ciudad que imaginan.
Así, la reflexión sobre la
pregunta central "¿Sueñas Ciudades?" ha dado lugar a los filmes
'Visiones e inquietudes', 'Máquinas y hombres', 'Espacios y elementos' y
'Sensaciones y Deseos'.
"Nuestra propuesta es que
nos escuchemos para construir un camino común, que nos permita avanzar hacia
esa utopía", ha destacado Portilla Kawamura.
Y como escuchar es la base del
proyecto, además de la plataforma física de 'La Nube', todos los ciudadanos que
quieran intercambiar ideas en torno a la pregunta '¿Sueñas Ciudades?', podrán
hacerlo en la plataforma virtual de Studio Banana.
Al igual que estos jóvenes
arquitectos, otros siete equipos han tenido que presentar sus maquetas sobre la
ciudad y la utopía, bajo el "laboratorio" de Alter Polis, una
iniciativa de Intermediae. Los otros participantes son: Amid[cero9], Ecosistema
Urbano, N+Trece, Ludotek, Rueda-Pizarro Arquitectos, Wunderkammer y Estudiofam,
Raquel Rennó y Alfredo Puente.