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20 septiembre, 2012

Ecología-arquitectura, ciudad utópica, humanista… y algo más


Los principales factores que condicionan el consumo de agua son la agricultura y el modelo de desarrollo de una ciudad. 

En este sentido, la redacción de ETP les ofrece este especial de información variada que apunta hacia ese binomio ecología-arquitectura, la ciudad utópica, humanista… y algo más.

Redacción ETP

Según señala el informe del Observatorio de la Sostenibilidad en España (OSE) sobre la funcionalidad de las cuencas hidrográficas, Las ciudades mediterráneas con edificios altos y concentrados son más sostenibles que las que tienen un crecimiento horizontal.

Según Luis Jiménez, director de la OSE, las cuencas son "fábricas de agua", por ello es "muy importante" cuidarlas y hacer con ellas una gestión "sostenible e inteligente", ha manifestado, y ha dicho que para conseguirlo es necesario disponer de más información, una mejor planificación y aumentar la participación y el compromiso ciudadano. "Se tiene que democratizar la gobernación de las cuencas para que instituciones, autoridades y ciudadanos tengan una mayor conciencia de cuenca y se comprometan con su protección", ha añadido. 

Para Jiménez, los principales factores que ejercen una presión importante en el consumo de recursos hídricos son la agricultura y el modelo de desarrollo de una ciudad. 

Un gran porcentaje del agua que se consume va destinada a la agricultura, ha recordado, y ha lamentado que en la mayoría de las ocasiones se podría reducir el consumo utilizando técnicas de riego más eficientes. 

Asimismo, ha señalado que en los últimos años las ciudades se han construido de una forma "más dispersa" y han generado un "mayor despilfarro" de agua. A su juicio, estas metrópolis requieren de más infraestructuras para la distribución de los recursos hídricos, al contrario que las ciudades mediterráneas, que son un ejemplo de sostenibilidad porque al ser "más compactas y concentrarse en altura" ahorran más agua.


En Singapur se construye un conjunto de viviendas totalmente eco-amigables

El Punggol Eco-Town




Liz Neisloss y Vanessa Ko
El desarrollo habitacional es un proyecto a gran escala que espera extenderse a todos los sectores de la población.
Las primeras secciones de casas públicas construidas para ser ambientalmente sustentables son también un territorio de prueba para futuros proyectos.
A lo lejos, las grandes alturas del Punggol Eco-Town parecen no tener gracia alguna, pero son el primer experimento a gran escala de hacer viviendas públicas verdes en Singapur, un estado-ciudad que mantiene un clima tropical durante todo el año.
Más del 80% de los residentes de Singapur tienen viviendas públicas, llamadas HDBs, nombradas así por la agencia gubernamental que las construye.
“Lo que hacemos es que colocamos varias funciones eco-amigables que ayudan en términos de capitalización del aire, mejorar la ingeniería verde, reducir el consumo de energía, el uso del agua, así como promover el reciclaje de basura, etcétera, todo en un mismo desarrollo”, dijo Ng Bingrong, director del proyecto, Treelodge@Punggol
Los techos cubiertos de plantas reducen la temperatura del recinto naturalmente, y la orientación del edificio, de lado contrario a donde sale el sol, también ayuda. Pintar los edificios de blanco ayuda a mantenerlos frescos y a atraer la luz solar.
Pero las paredes blancas también se ensucian más rápido, entonces el gobierno busca probar una pintura que se limpie a sí misma y rompa
con la suciedad al exponerse a los rayos del sol.
Alan Tan, director del equipo de Investigación de Sustentabilidad del Medio Ambiente de las HDBs, dice que la variedad de experimentos del proyecto tendrá implicaciones importantes para la construcción de futuras viviendas en Singapur.
Punggol Eco-Town es un laboratorio viviente para nosotros”, dijo Tan. “Aquí es donde probamos muchas soluciones urbanas para que podamos identificar cuáles son funcionales, se puedan adoptar y utilizar en más de nuestras viviendas públicas”.
Dentro de los departamentos, el agua de la llave que baja por las tuberías se usa para limpiar los escusados. Los elevadores funcionan con luz solar, al igual que la luz y las bombas de agua.
Los edificios cuentan con indicadores que muestran la cantidad de energía solar que se consume y ofrecen constantes recordatorios a los residentes sobre el estilo de vida ecológico que se vive en su conjunto habitacional. 
Pero ser eco-friendly implica un precio más alto, el edificio sustentable cuesta un 7% más que construir apartamentos tradicionales.
Las preocupaciones por el costo impulsan la innovación fiscal y ejercen presión sobre el gobierno para pensar en una manera de que sean más baratas. Una solución es rentar, en lugar de comprar, los paneles solares del edificio a compañías privadas.
“Es muy difícil para el gobierno financiar continuamente. Entonces lo que tratamos de hacer es asociarnos con la industria privada”, dijo Ng.
Bajo este esquema, el gobierno subsidia los costos base, mientras que las compañías de energía solar instalan los paneles, los mantienen y venden esa energía a los proveedores de energía para recuperar sus costo


Y con el proyecto “Sueña Ciudades”, el objetivo es darle voz a quienes normalmente no deciden el rumbo de las urbes


Hacia la construcción de la ciudad utópica

Hay quienes imaginan una ciudad sin contaminación, ruido o tráfico. Otros desean que, en el futuro, las ciudades sean espacios más humanizados y menos egoístas, en donde la tecnología no absorba al individuo y no se sustituya lo virtual por lo personal.
Lo cierto es que, desde Tomás Moro, e incluso desde Platón, los hombres y mujeres han soñado con la utopía. Ahora, un grupo de jóvenes arquitectos españoles se han replanteado este ideal en el proyecto '¿Sueñas Ciudades?', que forma parte de Alter Polis, una plataforma que reflexiona sobre la ciudad desde un enfoque humanista.
En este sentido, el Colectivo Studio Banana, crea 'La Nube', “un espacio de contaminación creativa, que te hace generar pensamientos o ideas sobre tu propia utopía, porque no creemos que haya una utopía única", ha explicado Key Portilla Kawamura, miembro de Studio Banana.
A través de vídeos, los creativos de Studio Banana han querido dar voz a quienes normalmente no deciden el rumbo de los espacios urbanos. Por ello, los protagonistas de los cortometrajes son "quienes hacen la ciudad". Niños, jóvenes, adultos, hombres y mujeres, representantes de distintas disciplinas y culturas, que hablan sobre la ciudad que imaginan.
Así, la reflexión sobre la pregunta central "¿Sueñas Ciudades?" ha dado lugar a los filmes 'Visiones e inquietudes', 'Máquinas y hombres', 'Espacios y elementos' y 'Sensaciones y Deseos'.
"Nuestra propuesta es que nos escuchemos para construir un camino común, que nos permita avanzar hacia esa utopía", ha destacado Portilla Kawamura.
Y como escuchar es la base del proyecto, además de la plataforma física de 'La Nube', todos los ciudadanos que quieran intercambiar ideas en torno a la pregunta '¿Sueñas Ciudades?', podrán hacerlo en la plataforma virtual de Studio Banana.
Al igual que estos jóvenes arquitectos, otros siete equipos han tenido que presentar sus maquetas sobre la ciudad y la utopía, bajo el "laboratorio" de Alter Polis, una iniciativa de Intermediae. Los otros participantes son: Amid[cero9], Ecosistema Urbano, N+Trece, Ludotek, Rueda-Pizarro Arquitectos, Wunderkammer y Estudiofam, Raquel Rennó y Alfredo Puente.